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Ninguna de las dos había hablado mucho desde que subieron al automóvil.

Camila había gritado más de quince veces todas las maldiciones que conocía, dejando que toda su frustración saliera de su pecho. No iba a poder cumplir la última voluntad de la pequeña Beth. ¿No habría sido más fácil hacer que el antiguo escuadrón de Taylor la visitase en el hospital? Sin duda.

Normani en cambio se mordía la lengua conteniendo sus ganas de llorar. Había hablado con Dinah por algunos minutos, había vuelto a sentir un cálido abrazo de la más alta del grupo, pero no podía sacar de su mente que su amiga había vuelto con Neela, aún después de lo que le hizo el antiguo y fracasado jugador de fútbol.

El hotel que Dinah les había dicho era en realidad un motel de paso, pero ninguna se había preocupado por buscar algo más elegante para dormir, igual sólo necesitaban unas horas de sueño, una larga ducha con agua caliente y un momento para despejar su mente.

Camila se dejó caer sobre la cama del motel con la vista perdida en las manchas del techo, ni siquiera estaba de humor para encontrar en el las diversas formas de perritos o dibujos que acostumbraba buscar en cada patrón que veía.
Había fracasado en reunir a sus amigas, y le dolía reconocer que había creído que Dinah sería quien más fácilmente aceptaría regresar a ella. Si no había convencido a Dinah ¿Qué esperanzas tendría de convencer a Ally? ¿A Lauren?

Normani dejó escapar un suspiro mientras abría la llave del agua caliente de la tina. Ojalá pudiera dejar de pensar. Se sentó sobre la porcelana de aquella tina mientras esperaba que está estuviese llena.

Necesitaba una botella de Vodka como las que había compartido con la más bajita del grupo, necesitaba desconectarse del mundo más que nunca en ese momento.

¿En qué momento había terminado Fifth Harmony?

Horas pasaron hasta que Normani salió de la ducha con una toalla blanca envolviendo su escultural figura, habría seguido en la ducha de no ser porque tenía hambre. Camila seguía con la vista perdida en el techo pensando en una nueva canción y en que tal vez debería comprar un gato.

"Tengo hambre" dijo la morena sacando a Camila de sus absurdos pensamientos.

Y como si el estomago de Camila hubiese tenido sus propios oídos , soltó un fuerte crujido indicando que la más pequeña tenía, en efecto, mucha hambre.

"Deberíamos ordenar una pizza" sugirió Camila tomando su celular del bolsillo de su pantalón para buscar el número de teléfono de alguna pizzería en aquel pueblo.

"Y Vodka" susurró Normani mientras asentía con la cabeza.

Camila leyó algunos de sus mensajes en los que sólo había algunos de Taylor hablando sobre una nueva reunión con el "nuevo" escuadrón, otros más de su representante hablando sobre una de sus canciones y Madonna y uno de la mamá de Beth agradeciendo a Camila por aventurarse por la última voluntad de su hija. Sintió un nudo en la garganta.

Normani buscaba dentro de su maleta alguna pijama sin saber realmente lo que habían empacado cuando estaban en su academia de danza. Normalmente acostumbraba dormir desnuda, pero Normila nunca fue un buen ship dentro del grupo, así que no lo haría mientras durmiera al lado de su ex compañera.

Camila llamó a la primera pizzería que encontró y dio la dirección de su motel, Normani había decidido que dormiría en ropa interior a falta de pijama, algo que estaba segura que Camila también terminaría haciendo puesto que ninguna se había preparado para ese absurdo viaje. Tan absurdo que no se habían detenido a pensar que sería imposible cumplir sus metas, bueno, Normani sí que lo sabía.

Veinte minutos más tarde llamaron a la puerta de su habitación, Camila se levantó de la cama por fin sabiendo que Normani no abriría gracias a su pequeña ropa interior.

"Son veinte dólares" escuchó en cuanto la puerta se abrió.

"¡¿Veinte dólares?!" Preguntó de inmediato, en casa no acostumbraba pagar por pizza desde hace mucho tiempo. Su quijada se abrió hasta el suelo al entender lo que acababa de suceder.

"Sí, y la propina no está incluida" dijo una vez más la repartidora de pizza con una sonrisa a medias. Espero unos segundos mientras Camila reaccionaba "¿No tienes hambre?"

"¿Qué haces aquí?" Preguntó por fin la más bajita del grupo.

"Entregando tu pizza" contestó la mujer frente a ella "Creí que eso era obvio." Añadió volteando a ver la caja con pizza caliente sobre sus manos "Vamos Camila, déjame entrar. Me estoy quemando las manos."

Y sin decir una palabra más Camila se hizo a un lado dejando que la joven mujer entrará a la habitación. Ella dejó la pizza sobre la mesa de la habitación y dio un corto suspiro sabiendo que tenía mucho que explicar.

"¿Qué haces aquí?" Volvió a preguntar Camila cerrando la puerta.

"Bueno, es una larga historia"

"Pues más vale que comiences a contarla" dijo Normani saliendo del baño con los brazos cruzados sobre el pecho y su corazón latiendo desesperadamente. No le había importado salir en ropa interior, de igual manera aquella mujer en su habitación la había visto así en casi todas las noches que compartieron de ciudad en ciudad.

"Me voy con ustedes" fue lo primero que dijo la más alta "Fifth Harmony no puede regresar al mundo sin mi presencia. Quiero decir, dudo que Normani pueda dar mis notas, tal vez Ally lo logre, pero todas sabemos que nadie se compara a mí." Les mostró su mejor y más juguetona sonrisa.

"Ahora dinos la verdad." Volvió a hablar la morena.

Dinah volvió a dejar escapar un suspiro y la sonrisa de su rostro se borró de inmediato. Mierda.

"Después de que se fueron encontré a Neela en mi oficina del bar con una de las bartender." Confesó después de descartar tres mentiras que no le funcionarían "Así que peleamos y ahora no tengo un hogar ni un trabajo. Y realmente Fifth harmony apestaría sin mi, todos saben que soy el alma del grupo."

Dinah intentó sonreír un poco, pero al ver la expresión de sus amigas supo que ellas no estaban muy felices por su situación con Neela, sabía que la morena se estaba tragando un te lo dije bastante merecido.

"No me vean así, él tampoco se fue muy limpió. Estoy segura de que perdió al menos dos dientes cuando estrelle la lámpara de La Oficina en su cara. Y la chica se quedó sin ropa interior porque se la regale al repartidor de pizza antes de venir acá."

Normani asintió con la cabeza sin estar muy segura si debería de alegrarse porque su antigua mejor amiga había dejado al inútil de Neela o porque Dinah estaba ahí. Con ellas.

Dinah dio un brinco mientras aplaudía, pensó en lanzarse a los brazos de sus ex mejores amigas, pero tal vez habría sido demasiado para ese momento. Espero a que Normani volviese al baño y Camila abriera la caja de pizza para abrir la puerta de la habitación y salir al pasillo por unos segundos.

"Camila, me debes 20 dólares." Dijo Dinah mientras metía sus dos grandes velices a la habitación "Más propina."

Better together - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora