IV

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A veces la vida suele ser curiosa. Buscas avanzar hacia el futuro, pero el pasado te trae de regreso.

-Oye ¿Jacob? Ey ¿Me escuchas? ¿Alloo? - Abigail sacudió su mano frente a él.

La última clase del instituto Hyllen estaba por terminar. La gran mayoría de sus estudiantes habían abandonado la escuela. Eran pocos los que aún se resistían al impulso de salir corriendo de ahí.

-Perdón. ¿Me decías? - Contestó saliendo de su ensimismamiento.

-Agg ¿Qué te sucede? Has estado en las nubes todo el día. -Respondió ligeramente irritada. No le gustaba que la hiciesen esperar. Un rasgo muy común en ella.

-Perdón, sólo... he estado recordando cosas.

-¿Qué cosas? -Preguntó curiosa posicionándose frente a él. Jacob la tenía a centímetros de su cara.

-Eeh. Nada...nada importante...-Evadió avergonzado. Abigail bufó nuevamente fastidiada. Cruzó los brazos y se dejó caer en la silla. El gesto le pareció tierno, le hacía recordar a una niña haciendo pucheros. Se sentó frente a ella. -¿No querías que te ayudará con la tarea de álgebra? -Agregó cambiando el tema.

El semblante de Abi pasó del enojo a la sorpresa. Abrió sus ojos de par en par.

-¡Ey! ¡Creí que no me habías escuchado! -Dijo levantándose. Apoyó ambas manos sobre la paleta - ¡Eres un tramposo! -Acentuó dejándose caer nuevamente en la silla. Esta vez si estaba haciendo pucheros; pero sonreía de forma traviesa. Entonces cayó en la cuenta. -¡Ey! ¿¡Me estabas ignorando!?

Para no tener que contestar, Jacob cambió de postura a una más dominante. Dejó el rostro serio y centró fijamente sus ojos en los de ella haciéndola sentir ligeramente incómoda. Unas cuantas gotas de sudor corrieron por su frente. De pronto, estalló en carcajadas sacando completamente a Abi del contexto.

-No... solo te estoy molestado. -Respondió riendo. -Hubieras visto tu cara...

El rostro de Abigail se había tornado rojo de la vergüenza, se giró a la ventana para disimular su rubor. Le sorprendió cómo podía cambiar su comportamiento tan abruptamente. Abi esperó a que su cara se normalizara antes de lanzarle una mirada de reproche. Jacob la miró divertido. No era anormal que consecutivamente tuviesen ese tipo de jugarretas; después de todo, pasaban la mayor parte del tiempo juntos. Se habían conocido en segundo año de secundaria, y ambos estaban aislados. Jacob no había sido muy popular en el grupo, al igual que ella; pero eso no era lo que los había unido. A decir verdad, posiblemente nunca se hubiesen conocido de no haber sido por un proyecto escolar que los obligó a hacer equipo. El resto de sus compañeros estaban completos, y ellos habían quedado fuera. La idea no les fue de mucho agrado. Para Abi, Jacob siempre había sido un chico superficial demasiado arrogante como para querer relacionarse con los demás; y para Jacob, Abi había sido la típica chica extravagante que le gustaba llevarle la contraria a todos. Sin embargo, nada estaba más lejos de la realidad. Jacob era un chico algo tímido debido a la educación que le había dado su abuelo; no sabía muy bien cómo relacionarse con los demás en una onda "actual". Aunque, a decir verdad, esto difería un poco de la opinión de Abi, ya que esta le repetía constantemente que él fácilmente podría llegar a ser un chico popular; lo sabía de antemano, porque eventualmente se topaba con chicas que parloteaban en el baño acerca de lo inteligente que era en clase, o de lo bien que se le veía en traje de baño.

Por otro lado, Abi había crecido en una familia de cinco. Sus dos hermanos mayores le hacían la vida imposible, y era por eso que había tenido que aprender a defenderse. Para la edad de diez se había interesado más en actividades rudas que femeninas, hecho que la aisló del resto de las chicas; pero que la hizo conseguir muchos amigos varones, o al menos durante un tiempo. Cuando llegó a la pubertad tuvo que enfrentarse en más de una ocasión a evadir a "amigos" que "malinterpretaban" sus intenciones. Al final del ciclo se fastidio de la situación y al volver a la secundaria decidió ir mejor por su cuenta; no sin antes, hacerse unos cuantos cambios en el cabello como enfatizando su "estilo". De ahí la particularidad de su persona.

El mirar del AlmaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant