La neblina se fue disipando a medida que Jacob enfocaba la vista. Una brisa fresca cruzó por su rostro y este parpadeó un par de veces para aclararse mejor. Múltiples árboles y arbustos lo recibieron en el sitio. Jacob se intrigó, parecían estar en medio de un bosque.
-¿Qué es este lugar?-Preguntó al notar a su alrededor. Lifus meditó.
-Mmmm pareciera una especie de dimensión espiritual, puedo advertir una fuerte cantidad de energía.
-¿Dimensión espiritual? ¿Hemos llegado a Suwo?
-No-Acentuó Lifus.-En Suwo no habitan las personas...-Puntualizó al notar unas voces de un grupo de gente que caminaba a lo lejos. -¡Vamos! ¡Vigilemos detrás de esos arbustos!- Apremió urgentemente en el momento en que Jacob se movió rápidamente entre la maleza y se acuclilló; esperaron a que el grupo se acercara para poder observarlos. De pronto, un escalofrío recorrió el cuerpo de Jacob, transtornándolo.
-¿Lifus?-Cuestionó angustiado.-Creo que algo malo está ocurriendo...-Soltó con un nudo en la garganta.
-¿Qué es lo que sucede?-Se alertó Lifus.
-Mi visión está distorsionada... no logro dejar de ver una especie de luz translúcida alrededor de las personas...incluso en mi cuerpo...veo... veo... un tipo de halo grisáceo blanquecino.-Manifestó mientras iba sintiendo el semblante de Lifus aligerarse, aliviado.
-Respira, no hay nada qué temer.-Alentó sereno.-Parece ser que de alguna forma has conseguido desarrollar mi visión, de ahora en adelante, podrás percibir el aura energética como yo lo hago.-Explicó.
Jacob dió un respingo evocando súbitamente aquella conversación distante que mantuvieron tiempo atrás acerca de la rareza de sus ojos...
-¡Espera un momento! Significa que... ¿Mis ojos se ven ahora como los tuyos?
-Um, sí.-Expresó Lifus apenado, sin ser consciente de la naciente emoción que estuvo a punto de brotar en Jacob cuando repentinamente este se detuvo y recordó otra cosa...
-Oye... Un momento...-Algo no encajaba.- ¿No habías comentado de que el poder de tus ojos servía para visualizar la energía de los espíritus guardianes?-Hizo una pausa.-Ellos... son humanos...-Evidenció ¿O no lo eran? Concluyó ligeramente inquietado; pero Lifus mantuvo la calma y expresó.
-No necesariamente es eso...-Respondió internamente.-Recuerda que...Todos los seres humanos poseen un guardián, su otra mitad, aún si este guardián no se ha manifestado...Es parte de ellos, de su existencia; por lo tanto, al ser la misma aura compartida; lo que proyecte el humano será inevitablemente reflejado en el guardián y esa, es la energía que yo percibo. Así que, como puedes ver, es natural que las personas también desprendan halos de luz, ya que, ambos están íntimamente ligados.-Manifestó erudito. Jacob sintió su agitación sosegarse.
-En todo caso... ¿Qué significan las tonalidades que observó?-Indagó nuevamente.
-¡Oh, es verdad! ¡Lo olvidaba!- Exclamó Lifus.-Realmente el concepto es sencillo... El tono del resplandor representa el tipo de energía que emana un guardián o en este caso el corazón de una persona. Los seres humanos se manejan de emociones, buenas y malas, entre más clara o blanca sea su aura, más energía positiva reside en su interior, y por el contrario, entre más oscura sea su aura, más quebrantada y corrompida se encuentra esta.-Jacob quedó pensativo unos segundos y después indagó. - Y... El color grisáceo que veo en mí ¿Que representa? ¿Es malo?-Lifus reflexionó un poco y respondió.
-El color grisáceo representaría la dualidad de ambas partes, es decir, ni sé es un santo ni sé es...
-¿Un caso perdido?-Adelantó Jacob. Lifus rió un poco.
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El mirar del Alma
Roman pour Adolescents¿De qué me sirve la vida si lo he perdido todo? ¿De qué me sirve cada amanecer si ello carece de esperanza? ¿Cómo es que la vida me arrebata todo aquello por lo que peleo? ¿Por qué debería seguir luchando? Tal vez, este sea mi destino. Tal vez, debe...