Cap 15: ✴️Suho Y Junmyeon✴️

80 5 2
                                    

🔺2/2🔺

SUHO

Hallé a Lay frente a la puerta que me negaba a mostrarle a nadie, lo que provocó mi creciente enfado y adrenalina en el cuerpo a pesar de que sabía que mantenía bajo llave. No podía soportar la idea de que la mano que reclinaba sobre el pomo, el pomo que daba a aquella habitación, contactara con él. Todo dentro de ella era suciedad, los pensamientos de un hombre que no se encontraba perfectamente en sus cabales, violencia y sexo, el Suho que intentaba matar. El contenido acabó con muchas de las relaciones que construí en un pasado dañándome. Lo cierto es que ambos todavía estábamos empezando ha descubrir qué era lo que sentíamos el uno por el otro y él no estaba completamente listo para descubrir el otro lado que escondía. Ni siquiera yo mismo lo soportaba pero formaba parte de mí y se desarrolló conforme los maltratos de mi padre se fueron agravando. Antes de estar tocado psicológicamente Junmyeon, el yo de antes, era un niño muy bueno con los demás, se asustaba de la sombra de su padre y confiaba en abrir los sentimientos que guardaba. Sin embargo con el paso del tiempo aprendí a guardármelos y a tragar cada vez más los insultos y golpes apartando a las personas que estaban dispuestas a ayudarme. Perdí a aquellos seres queridos que me querían y en un contexto conocí a un chico que se hacía llamar Kris. Tampoco conducía una vida sana, convivía con la violencia y la suciedad de los barrios chungos de Seúl donde vivía. Nunca negué que me atrajera el sexo masculino pero nunca pensé en el mismo como lo hacía con el femenino. Con Kris mis horizontes se expandieron y el resto de la historia ya la conocéis. Mi padre nos descubrió y se aprovechó de mis miedos para forzarme a acabar con la relación. Por ese entonces era jóven, más inexperto e inmaduro y todavía no me había independizado, dependía mucho de la tutela de mi progenitor. Él se salió con la suya empero, a partir de ahí comenzó el problema que me hizo crear aquel cuarto. No sucedía con las mujeres solo con los hombres e incluso con aquellos que solo traía para realizar un acto sexual en la noche. Si recibía, si daba, me volví violento en la cama. Al principio solo agarraba, finalmente terminé golpeándolos, humillándolos, amordazándolos e incluso quemándolos con la secreción de una vela preguntándoles: "Cómo te sientes? Te gusta sentir este dolor?"

Pronto el problema sádico se trasladó a las mujeres, con las que era peor. Las asfixiaba y golpeaba con fustas, objetos... hasta que entre lágrimas me gritaban "¡¡PARA!!". Al principio no lo percibí como lo que realmente era, un grave problema; sin embargo mi ruptura con la última novia que tuve me hizo buscar ayuda profesional. Ella estaba convencida de que enloquecía cada vez que manteníamos relaciones sexuales y que el dolor que sentía por parte de las palizas los traslaba a las otras personas, aquellas que realmente buscaban amarme. Me tachó de mala persona y se alejó de mí. Acudí a un psicólogo, le expliqué cual era mi tipo de situación y comenzó a cuestionarme preguntas como:

-¿Cómo de cruel es con esas personas con las cuales mantienes relaciones?

-Se considera violento?

-Siente disfrute, satisfacción de la observación del sufrimiento y humillación de otros mediante la creación de mentiras y rumores para causar daños sin un objetivo concreto más allá que el placer de hacerlo?

-Cómo de nervioso se pone si no controla la situación de lo que desea?

Preguntas que dieron en el clavo con mi comportamiento y me asustaron en aquel momento. Sobretodo la frialdad y normalidad con la que respondí todas y cada una de ellas. Sentí que de alguna manera estaba perdiendo la cordura, que mi padre había creado a un monstruo.

SUHO: Yo le llamo Junmyeon… -respondí a la última cuestión.- Es a él a quién le gusta hacer esas cosas, controlar, maltratar y humillar a sus parejas. Cuando muestran sumisión frente a él le satisface mucho pero si son rebeldes o si realizan una acción que a él no le termina por gustar… los castiga. Necesita tener la relación bajo control.

El hombre mayor delatado por las canas que recorrían su cabellera negra apuntó en una libreta sentado en su butaca y de vez en cuando observándome de reojo. Me hallaba tumbado en otra frente a él. Sentía que analizaba cada uno de mis gestos y palabras y eso realmente no me gustaba, me desagradaba que tratara de controlarme. Lo percibí de esa forma.

-La personalidad es una construcción que hace referencia al patrón de pensamientos, creencias, modos de ver el mundo y comportamientos adquiridos a lo largo del ciclo vital mayoritáriamente que se mantienen a través de las situaciones y del tiempo. - Lo observé mientras escuchaba atento- Algunos de estos patrones resultan disfuncionales y no permiten una correcta adaptación al medio por parte del sujeto, haciéndole sufrir severas dificultades o bien provocando daños a terceras personas, su caso por ejemplo. Éste último es el que ocurre con trastornos como el antisocial o el trastorno sádico, el cual diagnostico en usted con un leve trastorno de identidad disociativo; ya que, habla de la existencia de dos identidades en su persona, Suho y Junmyeon, cada una con su propio patrón de percibir y actuar con el ambiente. Ambas personalidades toman el control de su comportamiento de forma rutinaria, aunque Junmyeon lo hace más en el ámbito sexual. -me costó pero conseguí tragar saliva- Debes saber que están asociados también con un grado de pérdida de memoria más allá de la falta de memoria normal. A esta pérdida de memoria se le conoce como "tiempo perdido" o "tiempo amnésico" y se debe a un fuerte trauma infantil que tu cerebro ha decidido ocultar para protegerte. -lo cierto es que más allá de los maltratos de mi padre no podía entender que era lo que había decidido ocultarme a mí mismo y si realmente era tan malo para volverme loco. El psicólogo reclinó la libreta a un lado de su asiento y cruzó las piernas para musitar realmente interesado- Pasemos a hablar de Junmyeon.  -Jugueteó con el boli que no dejó de sostener entre la mano- Se considera trastorno de la personalidad sádica a un patrón patológico de conducta cruel, vejatoria y agresiva que se manifiesta a lo largo de la vida de manera consistente a través de situaciones. Como ocurre con el sadismo sexual, Junmyeon siente disfrute y satisfacción de la observación del sufrimiento y humillación de otros, para ello puede utilizar desde la violencia física hasta humillaciones, mentiras y rumores para causar daños empleando la violencia y la vejación con el objetivo de dominar a otros por mero placer. Asimismo, es habitual que consiga imponer su voluntad a través del temor y la coacción. Junmyeon es controlador y acostumbra a limitar la libertad de quienes le rodean, especialmente de los seres más cercanos. También puede manifestar fascinación por la muerte y la violencia en general.

Recordaba el día dentro de aquella habitación de cuatro paredes cada vez que cerraba los ojos y que me ahogaba. Realmente me asustaba no mantener el control de Junmyeon. Con Lay, reconozco que lo hice y estaba haciendo bien pero me aterraba que lo descubriera, lo aceptara y se acercara a mi hasta el punto en el que me enamorara. La primera vez que estuvimos juntos pude controlarme sin disfrutar del todo del acto sexual pero hallarle frente a la habitación del cuarto de juguetes de Junmyeon simplemente fue… un duro golpe que no permitiría que volviera a suceder.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 15, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

[ѕυℓαу] му ℓιттℓє ѕмιℓє αη∂ уσυя ℓιттℓє нσввιєѕ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora