El misterio del triangulo de las Bermudas

Capitulo 4: ¿¡Frank, donde estas?!

El sol se ocultaba en el horizonte. Frank y el capitán habían construido un refugio. Era muy simple. El techo estaba hecho de hojas, no había puerta y las paredes eran pequeñas y de madera. Frank y el capitán se fueron a dormir.
Serían ya por las tres de la mañana cuando Frank se despertó sobresaltado al oír un ruido que procedía del exterior. Fue a inspeccionar mientras el capitán dormía como un tronco. Se fue acercando al barranco, donde el ruido era más fuerte. Pero de repente ...
El capitán se despertó. Pensó que Frank estaba dormido y salió fuera. Pasó una hora y el capitán fue a ver si Frank seguía dormido. Pero cuando entró en el refugio, vio que Frank no estaba...
-¡¿Frank, donde estas?!- grito el capitán
Ahora estaba sólo del todo. ¡No tenía ni idea de donde podía estar Frank!. Pero cogió su sable y se fue a explorar la isla en busca de Frank. Otra vez volvió a ver la cascada, pero esta vez oyó un ruido provenir de dentro de la cascada. ¿Y si era Frank?. Pero aunque lo fuera, el barranco no le permitiría pasar, era muy grande y parecía muy profundo. Pero, ¿y si hubiera otra forma de llegar al otro lado?. Se quedo todo el día buscando, pero no vio nada. Ya se estaba haciendo de noche y el capitán volvió al refugio. Estaba triste por no haber encontrado a Frank.
Ya era media noche aproximadamente cuando el capitán escucho el mismo ruido que oyó Frank el día anterior. Igual que Frank, el capitán fue a ver de dónde procedía. Al llegar al barranco vio a alguien que se acercaba y se escondió detrás de un arbusto. Esa persona se acercó al barranco y del fondo del barranco salieron varias piedras flotantes. Ese alguien fue de piedra en piedra hasta llegar a la cascada, la cual se abrió en dos para dejar pasar a este individuo a la cueva que había detrás. El capitán rápidamente hizo lo mismo. No se lo podía creer. ¿Qué estaba pasando?. El capitán entro en la cueva. Había dos caminos, pero, ¿por cual ir...?