La Satisfacción De La Marca

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La asquerosa vida de Henry es inagotable, no lo dice en broma lo dice de verdad. El no puede morir, al menos una segunda vez, desde que le fue entregada la marca de la desdicha ya sabe que su vida es lo más cercano al infierno y más alejado a la realidad. Puede ahorcarte, envenenarte, cortarse el cuello con un cuchillo, ingerir gas, tirarse por el balcón, clavarse un paraguas en el cuello, atragantarse con la comida, caerse por las escaleras y romperse el cuello atropellarlo, o axfisiarse nunca morirá, dicho de otro modo es inmortal. Se mira en el espejo de su armario. Su marca tenía que estar precisamente en su cuello, y no era algo pequeño. Tenía la sombra de que alguien le hubiese extrangulado y, por suerte nadie más que el lo podía ver, cuando era pequeño y le apareció la marca se lo dije a mi padre y, como la gente lo que no ve no se lo cree, su padre le dijo que le creía, y el fue tan ingenuo de creer a su padre. Al día siguiente lo llevaron a un psicólogo, pero el ya no iba a caer en la estupidez de contarle que tiene una marca maldita y que no está loco. ¿Cuántas veces habrá escuchado un loquero que no está loco? Muchas. Fue por primera vez a los 7 años y al los 14 todavía le obligan a ir. Cuando lo llama su hermana para comer el baja al instante. Realmente tiene mucha hambre antes de nada comerá y después quizás se vaya a la biblioteca para leer libros sobre las marcas de nacimiento a ver si es solo eso, una marca de nacimiento.
Se sirve un poco de agua y bebe del vaso, cuando está tragando, nota que algo va mal, no respira. Y al no respirar, se atraganta. Cuando ya puede volver a respirar come lo mas rápido que puede y va a su cuarto. Esa vieja le dijo que si le pasaba eso alguna vez solo podía significar 2 cosas que otro marcado estaba cerca o que algún marcado está intentando matarse. En cualquier de los 2 casos alguien con la marca está cerca, piensa en un sitio del cual pueda ver venir al marcado. El parque Romina Pérez sería un sitio, cierra los ojos, piensa en el parque y al abrirlos aparece en el centro del parque. Cuando comenzó a caminar se paro en seco, no podía respirar. Por la falta de oxígeno se mareo y callo al suelo la gente que lo vio no se acerco a ayudarlo a ponerse de pie, simplemente se rieron y siguieron su camino. Que egocéntrica es la gente, se esconde detrás de arbusto para poder planear lo que hará cuando sepa quién es.
Puede ver una chica sentada en un banco, unas mujeres haciendo footing, unos niños pequños jugando en los columpios y un anciano dando de comer a las palomas. Le llama la atención la chica que está sentada en el banco, se levata y se acerca a las señoras del footing y después de hablar la señora se cae y comienza a sentir espasmos y al poco dejó de moverse y la chica asustada salió corriendo, pero llegó a verle el brazo : solo tenía sangre, no tenía ni huesos, ni carne estaba hecho solo de sangre. La había encontrado, esa chica tenía una marca igual que el. Igual que el ella estaba muerta.

La marca de la desesperación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora