La Chica que trabaja Por vivir

1 0 0
                                    

Padre está muy asustado de lo que pueda hacer, no lo quiere admitir, pero es así, me dijo que no tendría que ir nunca más al psicólogo. Y como hoy no había clase a primera pues iría a vagabundear por ahí. Rin me dijo que fuese con ella y los demás a comer churros. No es algo que pase todos los días, por eso accedí. Todos me ignoraron menos Rin, pero solo por el principio. Después se olvidó de mí y estuve solo. Lo gracioso es que solo pasaron 15 minutos y ya nadie me veía, me había convertido en alguien invisible.No me disgustaba pero tampoco me alegraba. Solo era una persona mas en un bar de una calle de la cual el nombre no recordaba, prefería irme. Vagaría por las calles como he hecho años atrás... El viento chocaba en mi cara como si de un cristal se tratase. Una chica que llevaba un carrito de bebes se la veía un poco agotada, o mejor dicho parecía que se fuese a quedar dormida en cualquier momento.Me daba un poco de angustia verla así, yo tuve que cuidar a mi hermana pues mi padre entro en una severa depresión por la muerte de mi madre. De repente la chica se desplomo en el suelo, fui corriendo a socorrerla le toque la frente, estaba ardiendo. fui a por hielo a un bar cercano y la tumbe en un banco. De repente los bebes empezaron a llorar, no podía dejarlos solos, pero tampoco era cuestión de dejar a esa chica enfermar allí. saque un pañuelo y me lo ate de tal manera que tenia en el pecho a un bebe y así podía coger el otro en mis brazos, aun así les toque la frente y ellos también ardían. Decidí llevármelos a casa. A estas horas no habría nadie. Pasaron 5 minutos y la chica despertó.

-¿Qué me ha pasado?¿Donde estoy?¿Y quien eres tu?

-Te has desplomado en el suelo y te he traído a mi casa. Tranquila los críos están bien, tienen fiebre pero ya les esta bajando

-Gracias, no se ni tu nombre pero muchas gracias

-Ese ha sido un fallo mio, soy Henry, y no te preocupes. Se lo difícil que es cuidar niños, pero si tienes fiebre tampoco es cuestión de cuidar críos, no solo por el hecho de que les puedas contagiar sino por el hecho de que los estas poniendo en peligro. Valla nunca pensé en decirle eso a una chica que es mas mayor que yo

-Ah que das por hecho que soy mas mayor que tu, es la primera vez que me llaman vieja por la cara

-Perdona

-Que tontito eres, soy Kate, y de verdad muchas gracias. ¡Uh!- se empezó a poner roja y a tambalearse

-Descansa, yo he de volver a mi instituto y tu tienes que dormir para recuperarte, los niños... No te preocupes yo me he encargado, los he dejado en una guardería

-Menos mal..., siento las molestias que te estoy causando - dijo para después desplomarse en el sofá.

La fiebre de Kate era muy rara, la temperatura le iba y venia. Y a los niños si que se le había quitado. Pero no tenia pinta de que se le fuese a quitar pronto, estaba muy caliente, así que empecé a desabrocharle los botones de la camisa, me empecé a poner rojo, ya había visto a mis hermanas mayores así pero ella era... distinta.No entendía en que sentido era distinta, decidí que para que pudiese respirar mejor lo mejor era quitarle la camisa, evite mirarle el pecho aunque para conseguirlo me tuve que reprimir, ella es muy guapa y tiene un físico que nadie en su sano juicio evitaría hacer''eso''con ella. Si no fuese por la diferencia de edad y que a mi me gusta otra ella seria mi primera opción.De repente sentí como mi visión se volvía en negro , poco a poco note como mi cuerpo iba perdiendo fuerzas, y me caí dándome un golpe en la cabeza y me desmaye

-¿Dónde estoy?

Estaba en un sitio donde no había luces, de repente se encendió un foco y apareció un chico de mas o menos mi edad, parecía una persona normal excepto por sus ojos rojos y unos pequeños pero afilados colmillos que salían de su boca

La marca de la desesperación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora