Una amistad maldita

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Esa chica había roto las reglas no  escritas de la clase. Se había acercado a mi. Toda la clase estaba mirándonos a la chica y a mi. Se sentó y me habló, ¿cuanto tiempo hacía que nadie le había hablado? Mucho probablemente.
-¿Estas segura? Aún puedes irte
-Si estoy segura, quiero sentarme contigo.
-Soy Henry
-Yo Eva
-Oye, ¿que te ha pasado en el brazo?
Llevaba una venda alrededor del brazo derecho. Eva me miró de una forma muy rara, parecía que le hubiera dicho que un elfo estaba volando delante de ella(yo y mis ejemplos),  me miró fijamente a la cara, sin embargo de mi cara paso a mirarme a mi cuello. Se acerco a mi y note como se me empezó a poner roja la cara. Sentí mi respiración en mi barbilla y sus ojos en mi cuello.
-¿Y a ti en el cuello?
Lentamente se alejo de mí, no se si notaria mi incomodidad o, quizás porque la clase entera tenía sus ojos puestos en nosotros
-Ven conmigo cuando acaben las clases.
-Ehh ¿no puedes decírmelo ahora?
-No, hay demasiada gente... Mirándonos
Tenía razón había mucha gente de mi clase, y de otras también, que nos miraba.poco tiempo después llegó el profesor que nos dijo que sería nuestro tutor. Note que ese chico era muy tímido, pero bastante listo. Si me acercaba a él se sonroja a y ponía rígido.
-Pst Eva
- ¿En? ¿Qué pasa?
-Ya han acabado las clases
Realmente habían pasado muy rápido las clases. No me había ni dado cuenta. Por fin había llegado el momento que tanto había estado esperando. Pero... Como no algo interrumpió ese momento. Era mi móvil. Al ver esa llamada mi cara cambió drásticamente, venía del médico.
-¿Si?
-Si, ¿la señorita Eva Sierra?
-Si ¿que le pasa a mi padre?
-No se preocupe, esta bien. Si me lo permite decir ha tenido mucha suerte de sobrevivir. ¿Podría decirme que le ha pasado?
- Pues no lo sé. Cuando me desperté ya estaba así. ¿Puede decirme el diagnóstico, por favor?
-Si se ha dislocado el hombro, tiene el labio partido. No podrá ver con el ojo derecho durante un tiempo y tendrá que ir en silla de ruedas una temporada.
-Gracias cuando le darán en alta.
-Lo más probable es que se lo den mañana.
-Muchas gracias. En un rato me pasaré a hacerle una visita.
-De acuerdo, adiós.
Colge sin despedirme. Me sentí aliviada por que mi padre estaba bien. No lo pensé dos veces y llamé a la compañía de mi padre, al parecer ellos ya estaban al corriente sobre lo de mi padre. Supuse que mi madre igual, la branca que me tocaría por haberle ocultado la situación de papá sería enorme. Pero por el momento decidí centrarme en ese chaval.
-Perdón eran del hospital mi padre ha esta mejor y puede que mañana ya le den el alta.
-Me alegro. ¿Queda alguien en la clase?
-No. Cuéntame. ¿Que sabes de lo que me pasa en el brazo.?, y bueno ya puestos ¿que te oasa en el cuello?
-Lo primero que te tengo que decir es una pregunta. ¿Tenías una especie de...?
-Marca. Si, esta hecha a base de cristales y no puedo sacar ninguno de ellos.
-Lo de mi cuello es algo parecido a lo de tu brazo.
-¿Como de parecido?
-Pues... Porque los 2 tenemos una marca de la desesperación
-¿Una que?
-Marca de la desesperación. ¿Alguien más a parte de mi ha visto esa sangre?
-No, es más casi que me pongo a bailar de la alegría cuando me lo has dicho.
-Solo los que tenemos la marca física la podemos ver
-¿Marca física?
-Si, todo el mundo antes o después cae bajo su influencia. La gente que se suicida, que sufre de mucho estrés, o que directamente están locos, están en el flujo de su efecto. Pero solo hay 7 personas que la tenemos fisicamente.
-Me estas diciendo que tu y yo tenemos esas... Marcas
-Si.
-vamos a casa
-Si, pero hay otra cosa que quizás sí quisieses saber.
-¿Que?
-Tu brazo... Esta muerto
Deje de hacer como si ese tema no fuese conmigo. Acababa de decir que mi brazo estaba muerto.
-¿Que quieres decir?
-No sólo tu brazo, tu estás muerta

La marca de la desesperación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora