Capítulo 1 - El encuentro

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Los documentos cayeron sobre su escritorio con un sonido brusco. Su jefe no lo miró, simplemente siguió su camino con la orden silenciosa de "empieza de una vez".

Seokjin suspiró y frotó sus palmas en sus ojos como si con ese gesto pudiera apartar el cansancio y el estrés. Apenas le dió una mirada a los documentos y supo de inmediato que contenían la información de una víctima más

Era la número cuatro en la semana que aparecía con surcos profundos con la apariencia de rasguños hechos por una bestia. Eran marcas tan profundas que permitían el libre fluir de la sangre por ellas. Las víctimas se desangraban hasta morir y para cuando eran encontradas, era demasiado tarde.

Curiosamente, no habían podido encontrar ni una pizca de ADN que diera algún indicio del culpable. Y a medida que más cadáveres eran encontrados, más se infiltraba el pánico en la ciudad y más regaños y resoplidos se ganaba de su jefe.
Además de eso, las víctimas no tenían un patrón en especial. No eran solo mujeres, ni solo hombres.

Y las marcas ... ¿Cómo podía un asesino realizar tales marcas?

Tenía visitas de los familiares que exigían soluciones inmediatas y los ojos de media ciudad puestos sobre él

Sí, era uno de los mejores detectives de la ciudad, pero jamás se había enfrentado a un gatito asesino que dejaba tales marcas. ¿Tendría que investigar los diferentes tipos de animales que dejaban rasguños de ese tipo?

Y luego decirle a la madre que sollozaba en su escritorio "Encontré al culpable. Hay un tigre que se pasea por entre nosotros con poderes invisibles y desgarra personas al azar. Si lo encontramos lo asignaremos a un zoológico específico o podemos regresarlo a su hábitat y su hija habrá sido vengada"

Definitivamente... No

Además un tigre por más grande que fuera no dejaba un rasguño de tal grosor. Sumándole el hecho de que un animal así habría sido visto sin mayor problema

Con más problemas que soluciones, se sumergió en su trabajo hasta que los demás escritorios fueron vaciados por sus compañeros y pronto, la única luz titilante era la de su oficina. El reloj marcaba la una de la madrugada y Seokjin sintió los calambres azotar su espalda al separarse de la silla (aunque acolchada) de su escritorio

Quería descansar pero no podía, no mientras el asesino estaba cerca de su próxima víctima.
Por supuesto no esperaba dormirse una hora sobre los documentos. Para cuando despertó alterado eran las dos de la madrugada y no había avanzado demasiado

Suspiró con cansancio y con un chasquido molesto se levantó, se colocó la chaqueta de su traje y aflojó su corbata.

—"¿Avanzó en el caso señor Kim?"— Él guardía lo miró burlón y con decepción. Seokjin se sintió juzgado.

—"Eso es confidencial"— Seokjin se negó a añadir más palabras a su respuesta, aunque estuvo tentado de decirle que él tomara el maldito caso en vez de solo apoyarse ridículamente contra la pared durante horas , sintiendose poderoso por cargar un arma en el cinturón que a duras penas soportaba su enorme panza cervecera

Ocultó su rencor y se recordó mentalmente que no debía golpear al guardia con su maletín

Las calles desoladas y cubiertas del frío infernal de la madrugada, lo acompañaron en su viaje hasta su casa. Aparcó su auto en el garaje y entonces escucho el conocido sonido de una cámara disparando un flash.

Reporteros, siempre pendientes de su horario laboral para informar cualquier idiotez a la prensa "El detective Kim Seokjin llegó a las tres de la mañana a su casa, por lo que debió estar pendiente del caso hasta altas horas de la noche o posiblemente estuvo emborrachándose mientras los familiares de las víctimas sufren la perdida"

Un Demonio Encantador - [Namjin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora