Capítulo 8 - Besó

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Seokjin levantó la ropa del suelo, aquella que tenía Namjoon la noche anterior y la metió en la cesta de la ropa que apoyaba contra su cintura. Observó atentamente su estructura y notó que estaba algo rota y que tenía un suave olor cautivador

La colonia de Namjoon

Lo cual lo hizo preguntarse ¿Los demonios usaban perfume?

Observó de reojo a Jimin, quién exploraba la habitación recogiendo lo que estuviera fuera de lugar, pero cuándo encontraba otra cosa más, dejaba en el suelo la que sostenía anteriormente y sostenía la nueva. Por lo que, su ayuda no era mucha.

Pero al ver que no le prestaba atención, acercó disimuladamente la prenda hacía su rostro hasta inhalar levemente la colonia de Namjoon. Cerró los ojos y suspiró, maldición, se sentía extraño haciendo esto pero él desgraciado olía muy bien

—Señor Kim

—¡¿Sí?! ¡¿Qué?! ¡¿Qué yo qué?!— Exclamó, asustado de haber sido encontrado en una acción tan desconcertante y se giró con los ojos abiertos de par en par mientras estrujaba la camisa entre sus dedos. Pero al mirar al pequeño, Jimin no lo observaba

—Esto es de Yoongi— Dijo Jimin , sosteniendo entre sus manitos una camisita de pijama del pequeño. Seokjin se acercó para lanzarla a la cesta pero Jimin la abrazó a su pecho y negó.

—¿No quieres dármela?

—Huele a Yoongi— Jimin sonrió —Además, Yoongi tiene mi ropa, puedo tener algo de él.

Seokjin no dijo nada porque justo hace unos segundos él estaba olfateando la camisa de Namjoon, pero nadie tenía que enterarse de eso, lo enterraría en lo más profundo de su mente, sí o sí.

Al salir de la habitación y caminar por el pasillo, se asomó a su habitación para observar a Hoseok , quién seguía desmayado y dormía profundamente. Él pobre haría muchas preguntas al despertar y sabía que huiría con su hijo en brazos mientras le lanzaba agua bendita.

Seokjin siguió hasta las escaleras y al llegar al primer piso, se dirigió a la cocina con el pequeño Jimin. Y ahí, sentado sobre la lavadora del fondo se encontraba Namjoon, balanceando los pies como un niño y sonriéndole ampliamente mientras se comía las galletas que había preparado Jungkook

Jungkook tenía un delantal amarrado en sus caderas y con las mejillas enrojecidas seguía preparando las galletas, intentando ignorar a Taehyung quién se cernía sobre su espalda, fingiendo observar.

Taehyung resultó ser el mejor amigo de Namjoon y como si los demonios no tuvieran alguna ocupación habían permanecido rondando por la casa mientras Jungkook y Seokjin se encargaban de limpiar antes de salir a trabajar en la noche , pues no querían ser tan obvios cuando aún fuera de día y menos si un demonio de hielo estaría por ahí.

—Bájate de la lavadora— Ordenó

—Dame un beso y lo hago.

Abrió la boca sorprendido y lo miró con odio, pero él pequeño Jimin río suavemente y se tapó la boca con sus manitos.

—¿Un beso? ¿Así?— Jimin unió sus labios y mandó un suave besito hacia ellos

Namjoon sonrió con maldad—Mmmm bueno es que el beso que le quiero dar a Seokjin va con len….

—¡Cállate!— Colocó sus manos sobre los labios del infeliz y lo miró con molestia —Eres un sucio.

—Sí— Declaró sin vergüenza cuando Seokjin apartó sus manos de sus labios.

—¿Cómo se da un beso?— Jimin tocó sus propios labios confundido

—Mmm excelente pregunta ¿te parece si le damos una demostración?

Un Demonio Encantador - [Namjin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora