Capítulo 13 - Eternidad

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Seokjin era un detective de 28 años que defendía la ciudad. Creía en la ciencia, la investigación y la metodología. No creía en cuentos fantásticos ni en fuerzas superiores. Tenía una gran fortuna a sus espaldas y él deber de darle honor a su familia

Él era un demonio de fuego con un hijo adorable. Era burlón y valiente, pero se llevaba las almas de los humanos y los veía como insectos fáciles de aplastar

Era imposible que ambos fuéran destinados pues el simple hecho de amarse era prohibido , por no decir imposible.

Y aún así, lo quería.

Para ser detective debía tener la mente abierta y una fuerte convicción. Por supuesto, al principio lo había deslocado muchísimo el asunto pero justo ahora , al mirar los orbes rojizos que lo observaban con miedo y deseo, no le importó nada más que el deseo de complacerlo.

Porqué había descubierto que más allá de su naturaleza demoniaca, él también tenía sentimientos , miedos y sueños. Éran más parecidos de lo que pensában y los sentimientos que lo habían invadido al verlo herido y tembloroso, habían sido suficientes para darse cuenta de cuánto lo amaba.

Se había enamorado de un demonio

Seokjin llevó sus manos a sus mejillas y las acarició, extasiado al ver como Namjoon cerraba sus ojos y se apoyaba en sus caricias.

—Entonces...quiero ser tuyo.

Y sus palabras fueron la firma de un contrato eterno en el que sus almas se enlazaban para siempre.

Namjoon chasqueo sus dedos y la ropa desapareció. Seokjin río y enrojeció por la acción repentina, incluso trató de cubrir sus partes íntimas pero Namjoon chasqueo los dedos de nuevo y sus muñecas fueron apresadas con una soga de fuego sobre su cabeza.

Su corazón latio desesperado y se sintió expuesto. Sus orbes rojizos recorrieron su cuerpo desnudo y sonrió con satisfacción

Sus dedos apretaron las pantorrillas de Seokjin y guió sus piernas hasta que sus rodillas rozaron su pecho. El movimiento expuso su entrada y con una sonrisa burlona se inclinó, penetrando con su lengua y chupando la estrella rosada.

Seokjin se arqueó, inclinó la cabeza y gimió extasiado. Susurró su nombre tantas veces como le fué posible. Cada toque de su húmeda lengua contra su piel sensible fué el inicio de un sin fin de corrientes temblorosas en su cuerpo. Sus colmillos rasguñaban con burla la piel delicada de sus muslos y de su falo. Sus dedos apretaban su carne y dejaban marcas rojizas a su paso

Recorrió su alrededor varias veces hasta que comenzó a dilatarlo. Besó y chupó, escupiendo algunas veces para después ingresar su lengua y moverla en circulos dentro de él

Y entonces, Seokjin sintió que su abdomen ardía en niveles imposibles de resistir. Perdió la respiración por un momento y no fué capaz de observar más que los ojos de Namjoon

Él estaba calmado y lo observaba con cariño sin dejar de lamer. Jamás había presenciado una imagen tan erótica como lo era ver a Namjoon prepararlo.

Jaló sus muñecas , intentando soltarse de los lazos de fuego que lo retenían. —Quiero tocarte

Namjoon negó y se apoyó sobre él con sus manos a los lados de su cabeza. —Aún no mi amor— Unió su frente con la de Jin y su glande se abrió paso entre su piernas.

Fué un ardor exquisito y Seokjin gimió exigiendo más de él, más de sus besos y de su cariño.

Pronto empezaron las embestidas y Namjoon fué constante con sus movimientos, golpeando en el punto exacto de su intimidad.

Sus labios besaron cada rincón de su cuello , de su rostro y de sus labios. La sensación lo superó por completo y Seokjin alcanzó los límites del éxtasis bajo su toque.

Y entonces de la espalda de Namjoon nacieron unas enormes alas oscuras cubiertas de plumas con bordes rojizos que parecían arder. Sus labios pronunciaron palabras que no comprendió hasta que sintió un ardor extraño en su cuello, uno que parecía dibujar una marca.

Y entonces, Namjoon mordió justo en el centro de ella. Dolió como nunca y sus lágrimas resbalaron por sus mejillas. Seokjin sintió que se desmayaría pero comenzó a sentir una necesidad asfixiante y movió su pelvis buscando más contacto. Solo necesitaba más de él, más de su polla entrando en su interior y casi parecía salvaje en su urgencia por ser follado.

Sus manos fueron liberadas y
sus dedos apretaron las sábanas. Sus labios emitieron gemidos necesitados y entrecortados que Namjoon silenció con sus besos.

—Te ves tan hermoso como lo imaginé

Esto era diferente a todas las relaciones sexuales que Seokjin había experimentado. El fuego y la lujuria alcanzaban niveles desorbitantes que lo sumergieron en el pecado de su acto sexual

Namjoon lo elevó unos centímetros sobre el colchón y lo abrazó. Seokjin rodeó su cadera con sus desnudas piernas y él siguió moviendo su pelvis, penetrandolo con fuerza y posesividad mientras sus alas lo rodeaban, cubriendo su espalda en un abrazo

Sus labios murmuraron palabras en idiomas que no comprendió pero que por el tono que usaba, casi meloso y tierno, parecían ser de cariño y amor. Seokjin se dedicó a seguir las curvas de su cuerpo, la suavidad de su piel y lo firme de sus brazos

Un orgasmo tras otro lo golpeaba pero Namjoon no se detenía. Pareció tomarlo una vez por cada idioma que murmuró hasta que Seokjin sintió su ojo derecho arder

Se nublo por un momento y luego fué capaz de ver nuevamente. Jamás estuvo preparado para todo el ritual que él realizó pero no me importó, porque la confianza que le tenía era la suficiente para permitírselo.

Ser un destinado de un demonio superaba cualquier otra unión. Simbolizaba la confianza más fuerte y amorosa posible. Significaba ser tomado en todos los idiomas que conoció, que vió y que vivió. Vió lo que él había visto, la guerra y el avanze de la sociedad

Y notó a una mujer de largos cabellos plateados y ojos azules como el cielo

Estaba demasiado atontado para cuando sintió la suavidad de las sábanas en su espalda. Fué ubicado en la cama y abrazado por un demonio que se había infiltrado en su casa, en su vida y en su corazón

Su interior se sintió pegajoso por las eyaculaciones de Namjoon y se sintió orgulloso. Cómo si él evidente deseo que él sentía por él fuera el mejor alago que le habían dado.

Observó la imagen sobre su mesa de noche y en el vidrio de la fotografía, notó que su ojo derecho era de color rojo.

El color de los ojos de Namjoon

—Me pertenecerás en todas tus vidas, Seokjin— Murmuró contra su oído y besó la marca, orgulloso y feliz

Seokjin se durmió en la calidez de sus brazos sintiéndose acompañado y pleno. Algo que no se  había dado cuenta que necesitaba.


Editado ✔️Nuevo capítulo bebés

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Nuevo capítulo bebés. ¡Ya están unidos!

¿Quien es Lilie? ¿Cómo se ganara nuestro odio eterno?

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Un Demonio Encantador - [Namjin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora