Tara
"Las personas que no preguntan por sus antepasados, nunca estarán completos”
Casi no puede dormir, mi cabeza no dejaba de repetir una y otra vez mi desafortunado encuentro con Hades y es que lo último que esperaba era encontrármelo en la gala y menos que me interceptara como lo hizo.
El beso fue espectacular pero me tomó completamente por sorpresa nunca había besado a alguien pero estaba segura que él lo hacía de maravilla, una extraña sensación recorrió todo mi cuerpo y todos mis sentidos parecían haberme abandonado deje que él hiciera lo que quisiera conmigo pero qué tonta, pensé. Ni siquiera lo conozco pero ¿qué mala persona salva a un desconocido? nadie, pensé.
La alarma me sacó de mis pensamientos me levanté y rebusque en el armario al final me decidí por un vestido suelto negro con lunares y unas vans
Salí de mi cuarto con dirección al cuarto de Mara pero cuando llegué a las escaleras un ruido a mi espalda me hizo voltear me una Mara despeinada descalza y con una gran camiseta salía del cuarto de Nathan.
_¿Dormiste bien? - preguntó soltando una carcajada
Mara dio un salto por el susto dejando caer su vestido y zapatos
_Puedo explicarte-dice deprisa
_Mara creo que todo esta más que claro- digo asiendo una ademán con las manos
_ Lo siento - dice agachado la cabeza
_¿Por qué? - digo acercándome a ella y tomándola por las manos- sé que estás muy enamorada de mi hermano y no soy quién para juzgarte
_Gracias - dice dándome una sincera sonrisa - tengo que contarte tanto -dice dejando salir un suspiro
_ Bueno el viaje para ver a Hermes es largo así que ve cámbiate y te espero en el coche
_Te veo ahí en diez minutos
Caminé hasta mi cuarto y busqué en el cajón la carta que le escribe a mi madre, no era larga ni sentida sólo le explicaba quién era y qué quería hacerle unas preguntas, una vez que guarde la carta en mi bolso baje al garaje, John estaba firme Y pulcro como siempre junto al coche.
_Buen día
_Buen día ¿cómo amaneciste?
_No dormí muy bien - digo sincera
_ Tal vez es porque todavía no te acostumbras al cambio de horario- me encogí de hombros y dije _tal vez
_Hola-dice Mara entrando al garaje
_Hola-responde John
_¿Nos vamos? - pregunto
_Claro
Camino al negocio de Hermes Mara me contó que se fue con mi hermano de la gala y que se besaron, vi de reojo como John apretaba el volante con fuerza y la verdad me dio algo de pena se notaba a leguas que está súper ligado con Mara pero en el corazón no se manda y lastimosamente Mara se enamoró del estúpido de mi hermano. Cuando Mara término de contarme sobre su mágica noche yo le conté sobre mi encuentro con Hades vi cómo se tensaba para luego decirme que me alejara de él porque no era buena persona mi cabeza daba vueltas porque un lado de mí me decía que me alejara del extraño misterioso pero el otro lado me decía que lo buscará. De repente el auto se detuvo y note que habíamos llegado, un enorme cartel que decía "Envíos Expréss" apareció en mi vista, bajamos del coche y entramos, el lugar estaba lleno de personas unos cerraban sobres, muchos otros acomodado en cajas. Mara toco la campanita del mostrador y un hombre de unos treinta y tantos apareció, traía un traje azul marino y una pistola de cinta en la otra mano.
_ Bienvenidas a Envíos Expréss soy Hermes dueño de esta gran empresa en qué puedo ayudarlas
_Uff, sabes para que venimos- responde Mara con fastidio
_ Qué maleducada te has vuelto pequeño rayo de sol - dice divertido - ven aquí y dale a tu tío Hermes un abrazo
_No eres mi tío - dice Mara - eres muy viejo para eso
Hermes frunció el ceño y dijo_ Pues me conservo muy bien rayito de sol y si mal no recuerdo cuando me llamaste para pedirme este favor me llamaste Tiito de mi corazón- Mara niega con la cabeza divertida y rodea el mostrador, extiende sus brazos para qué Hermes la estreche en un fuerte abrazo.
_Tío te presento a Tara
_Un gusto - digo extendiéndole mi mano, el parece no reaccionar y lo único que hace es mirarme fijo a los ojos
_No puede ser-dice en un susurro - esos ojos, tienen un azul tan intenso como el que sólo he visto una vez
_Es hija de Nyx- dice Mara
_ Es imposible Nyx hace años que está recluida en lo más profundo del tártaro Hades no la ha dejado salir
_ No sé la historia pero ella tiene uno de los collares de dones- dice Mara
_ Por eso vinimos, necesito hablar con ella- digo deprisa
_ Eso es imposible Hades a reforzado la seguridad en el Inframundo, alguien que no tienen identificado ha entrado dos veces sin ser detectado, está furioso
_Creo que he sido yo-digo bajo
_¿Cómo es posible? - pregunta
_No lo sé, solo aparecía en un gran pasillo con antorchas vi a Cerbero y también el flegetonte
_ Esto no tiene sentido cómo entraste sin siquiera notarlo
_ Yo estaba en el jardín de la casa y de pronto estaba en ese lugar
_ Bueno tal vez Nyx pueda explicarnos - dice Mara
_ Esto es peligroso Hades no va a dejar que ella entre aunque sea la hija de Nyx
_ Por eso queremos que tú le des una carta
_Oh claro que no, Hades revisa todo lo que entra si me descubre voy a estar en graves problemas aparte ya les dije que Nyx hace años está recluida nadie la ha visto más que sus hijos
Un ápice de celos me atravesó ¿Porque con ellos sí convivió y conmigo no? De todas formas no es sorpresa para mí cuando Mara me dijo quién era mi madre investigue sobre ella, tiene muchos hijos Hemera, Erebo, Hipnos , Thanatos, Styx, Nemesis y las furias había más pero ellos eran de los más importantes en la mitología griega.
_ Por favor es muy importante que hable con ella - digo haciendo un puchero
_ Está bien no prometo nada, más tarde tengo que llevar unas fustas al Inframundo cuando la lleve intentaré llevar la carta también
_ En verdad te lo agradezco
_ No hay de que al fin y al cabo somos familia ven aquí- dice abriendo sus brazos camine con recelo hacia el Hermes tomó mi mano y me jaló hacia el dándome un fuerte abrazo.
Era raro para mí de pronto tener tanta gente que me daba afecto pero era agradable también no sentirme sola por primera vez en mi vida...
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Ardiendo en el infierno |1|
FantasyTara Angeolopoulos acaba de llegar a Grecia, su padre a muerto dejándole una pequeña herencia. Aunque Tara no le importa en lo más mínimo, nunca lo conoció ni tuvo relación con el ya que fue dejada en un orfanato a la edad de tres años y adoptada po...