Ardiendo en el infierno |1|

Capítulo 30

Hades

“Tú eres el ángel que calma mis demonios y yo el demonio que saca a jugar los tuyos"

Hace días que estoy encerrado en mi cuarto el vino de Dionisio cada vez me hace menos efecto por primera vez en mi vida me siento miserable y vamos soy Hades mi trabajo es hacer miserable a los demás no a mí.

Me lo advirtió, me dijo que no despertara el demonio sino quería conocer su infierno. pues eso ocurrió desperte su infierno, el dolor que soy capaz de provocar no se compara con el que ella me está provocando a mí, el corazón lo tengo de adorno solo late para mantenerme con vida. Nunca noté hasta que la conocí que quiero lo que todo el mundo quiere, quiero un amor que me consuma, quiero pasión, aventura y inclusive un poco de peligro.

Ella me arrebató la esperanza de algo bueno en mí nunca pensé en sentir tanto dolor pero lo hago ella me destrozó, verla en los brazos de alguien más me asqueo estuvo conmigo sólo para estar lista para él, ese maldito hijo de perra parece querer arruinarme lo peor de todo era que a pesar de verla con el estúpido de Jey la seguía queriendo. Todo fue un error desde el principio nunca tuve que haberla salvado del coche, haber dejado que la atropellaran se hubiera evitado muchos problemas, un golpeteo insistente en la puerta me sacó de mis pensamientos Caronte entró y automáticamente le arroje mi vaso _¡DIJE QUE NADIE ME MOLESTARA! - grito furioso

_Lo siento señor-dice agachado la cabeza- Pero nos están atacando Hipnos y Jey están cuidando la entrada Thanatos está cuidando el río de fuego para que no se escapen las almas y los otros súbditos están en las diferentes partes del inframundo pero estamos perdiendo

_¡¿Y ahora me avisas?! - digo corriendo a la puerta - eres un inepto

Salgo del cuarto y los pasillos eran un caos empleados corrían otros yacían en el suelo cubierto de sangre más otros que luchaban. Abrí mis alas y volé por encima del inframundo y  la imagen no era nada que no haya visto antes aunque me preocupaba.


No pensé que esta situación se me saldría tanto de las manos Zeus no bromeaba, son miles, trato de pensar una estrategia para ganar pero es difícil cuando no sabes las debilidades de tu oponente o mejor dicho no sabes quién es tu oponente.

Paré en seco al ver a Tara en los campos del pecado discutiendo con Perséfone, Tara le gritaba algo cuando Perséfone la levanto del suelo, una enredadera la atrapó no podía moverse baje en picada y me puse delante de Tara

_Hades es ella, ella quiere mi collar - grita Tara y yo giro mi cabeza mirando el incrédulo

_Oh vamos espósito ¿tan tonta me creíste? hace años que planeo mi venganza pensabas que tantos años de maltratos y destratos quedarían sin castigo voy a reinar y tú serás mi esclavo te torturare por siglos-dice riendo

_ Estás loca si en serio piensas que puedes ganar, para todo esto o terminarás mal- muevo mis manos formando una bola de fuego para atacar pero ella es más rápida

_Tóra prókeitai na koimitheíte- dice soplando un polvo amarillo en mi cara empecé a toser, el aire me faltaba pasé mis manos por mi cuello como si eso me ayudara pero no lo hacía mi vista se volvió borrosa y lo último que escuché fue el desgarrador grito de Tara llamándome.

Tara

Horas antes

Habían pasado varios días desde que Hades me había visto con Jey, estaba acostada en mi cama mirando el techo cuando mi puerta se abrió de golpe dejando ver Jey y Mara

_¿Que sucede? - preguntó preocupada

_El Inframundo está bajo ataque - dice Jey

_ Papá me avisó que el Olimpo también está complicado, pero a diferencia del inframundo ellos van ganando--dice Mara

_ Tenemos que ir nos van a necesitar- dice Jey

_ No puedo sólo sería un estorbo no sé manejar mis poderes sería una carga

_ Tienes que confiar en ti- dice Mara

_ Yo confío en ti, Hades no podrá hacerlo sin ti - dice Jey

_ Ellos son demasiados el poder de Hades no bastará

_Está bien -digo no muy convencida

_ Yo iré con Hipnos para cerrar el portal ya que a diferencia de nosotros los súbditos normales no pueden teletransportarse tu ve y busca a Hades

_Ok - cierro los ojos y maldigo porque imaginé el Inframundo en general y no a Hades abro los ojos y estoy en el prado donde comí la manzana por primera vez, camino entre los arbustos y escuchó a lo lejos los gritos de desesperación y el sonido de espadas chocando me detengo cuando escuchó una voz a mi espalda

_ Creí decirte que te alejarás- me volteo despacio y vio a Perséfone

_ No me dejó intimidar por tan poca cosa - digo segura aunque me muero de miedo

_ Bueno ya que estás aquí me encargaré de hacer el trabajo que mis hombres no pudieron terminar, dame el collar y saldrás viva de aquí

_ Estás demente si piensas que te voy a dar mi collar sin pelear

Se ríe _ ¿Pelear? pero si tú no me llegas ni a los talones

_No me interesa no te daré mi collar

_ Lo obtendré después te mataré y luego iré por el idiota de Hades

_¡NO TE ATREVAS A TOCARLO! - grito acercándome, Perséfone baja sus manos y luego la sube, un montón de plantas emergen del suelo atrapándome, me muevo desesperada  por que no podía dejar que tomará mí collar, mi trabajo era protegerlo aunque muriera en el intento, si ella lo tomaba Hades estaría en peligro y no podía permitirlo...