Capítulo 7: Fiesta.

3.3K 348 117
                                    

Fuegos artificiales adornaban el cielo nocturno cuando colgando del brazo de Aladdin y con el genio a su lado llegó a los jardines del palacio, donde la fiesta a la que los había invitado el Sultán estaba en su apogeo, mesas llenas de comida, sirv...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Fuegos artificiales adornaban el cielo nocturno cuando colgando del brazo de Aladdin y con el genio a su lado llegó a los jardines del palacio, donde la fiesta a la que los había invitado el Sultán estaba en su apogeo, mesas llenas de comida, sirvientes cargando bandejas con bebidas y los invitados bailando y charlando por el lugar, pasándola en grande.

Sonrió maravillada, nunca había visto un ambiente tan festivo y elegante.

— No te preocupes —comenzó el genio, notando lo nervioso que se veía Aladdin— aún no estás fuera del juego, solo haz lo que normalmente harías en una fiesta.

— No quieres que haga eso... —dijo Hazel— él nunca ha estado en una fiesta.

— ¿Qué? —se alarmó el hombre— vuelve a tu habitación entonces, no arruinarás nuestra noche.

Aladdin hizo una mueca, ligeramente ofendido.

— Oh, vamos, genio —sonrió Hazie, colgándose del brazo del hombre— sé que es bruto, pero si no lo dejas aprender nunca mejorará.

— Estoy aquí... —murmuró Al, llevándose una mano al cuello, incómodo, mas su atención y la de sus amigos de quebró, yendo ahora a la figura de un recién llegado.

— Príncipe Alí —Hazel arrugó la nariz al ver a Jafar— ¿Puedo hablar con usted? En privado. Esto no le concierne a su sirviente. Ni a su hermana...

El genio asintió, tomando disimuladamente la mano de Hazel entre la suya para sacarla de allí, pues ella no parecía tener intención de moverse, su mirada fija en la figura del hombre que le desagradaba profundamente. E iba a irse, estaba a punto de voltear cuando la voz de Jafar llegó a sus oídos.

— Espero que pueda guardarme un baile, princesa Zel.

Su sonrisa la irritaba pero no iba a demostrarlo. Sonrió cínica y antes de marcharse junto al genio respondió— Por supuesto, pero debo advertirle, en Ababua es la mujer quien guía. Espero que eso no sea demasiado para usted.

Se alejaron solo un poco, ninguno confiaba en Jafar y Aladdin no era el más brillante así que se negaban a dejarlos completamente solos.

— ¿Estás bien? —preguntó Genio, mirándola preocupado.

— Claro. ¿Por qué no lo estaría?

— Sé que él es aterrador pero te pones muy nerviosa cuando aparece —notó el hombre, refiriéndose a cada vez que Jafar y la chica estaban en la misma habitación— ¿Algo que deba saber?

arabian nights ○ aladdinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora