THIEF OF LOVE

CAPÍTULO 07 - VAYA SORPRESA

—Oye vos, ese es mi auto.

Hice andar las ruedas hacia su dirección para ver quién era, actuaba de manera sospechosa y eso no me daba buena espina. En lo que me acercaba sus manos se alejaron de la manilla y vi algo brillar antes de meterse en sus bolsillos.

—Oye.

—Pensaba que no iba a verte hoy, ya que es mi descanso.

—La pelotuda entrometida —me relajé en el asiento al ver el rostro de mi niñera bajo esa gorra.

—¿Qué haces aquí Seal?

—Esa es mi pregunta, ¿Qué haces con mi auto?

Alzó las cejas —No sabía que manejas.

—¿Por qué soy un discapacitado con medio cuerpo muerto? —sonreí.

—Si, exactamente. Con tu condición es difícil creer que puedas manejar.

—Qué decepcionante, que vista más general tienes y una pésima imaginación.

—¿Imaginación? ¿Para qué imaginación? —se apoyó en el auto.

—Un auto se puede construir de cualquier manera, incluso es posible manejar aún en mi condición —acentúo la última palabra a propósito.

—Entonces explícame cómo haces para que esta belleza avance.

—No.

Frunció el ceño ante mi respuesta —¿Por?

—Vos no merecés que te diga cómo funciona mi auto —me acerqué a mi auto para irme del lugar.

—¿Qué? ¿Estás resentido? —soltó una risa socarrona —Enserio te ofendiste por lo que dije.

—La verdad me da igual el comentario de vos—subí a mi auto, me acomodé y procedí a arrancar el auto para salir del lugar.

—Sin duda es para discapacitados. No tiene pedales man —prácticamente tenía su cabeza metida por la ventana. empecé a cerrarla.

—Sal de mi auto.

—No estoy dentro.

—Sos pelotuda, me refiero a tu cabeza.

—Antes muéstrame cómo lo haces.

—No —empecé a cerrar la ventana para que se fuera.

—Eres un enojón Seal —dijo un poco molesta.

—Y tu una piba entrometida, esfúmate —entonces emprendí camino.

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Como bien dije "Hoy es mi día de descanso", así que a disfrutarlo como se debe y con un poco de adrenalina.

—¡Emilia! —escuche una voz masculina.

Volteo a ver el dueño de la voz y no era nada más y nada menos que Nate. —¿Y tú?

—Vengo a recoger, ya que pobrecita la niña no tiene auto —Lo miro grueso.

—De primeras, el niño aquí eres tú  —me cruzo de brazos.

—En edad, ¿Y en madurez? —rodé los ojos y caminé en dirección al paradero de buses. — ¡Oe! ¿A dónde vas?

—A donde no te importa, pelotudo. — se me pegaron las palabras de Seal. Cabron.

—¿Irás a las carreras, verdad? Te llevo —sería un viaje gratis y además a ese tipo no puedo negarle nada.

— Ya, dale —me acerqué a su carro y subí en el copiloto.

—Eres una aprovechada.

—Es un viaje gratis, quien lo negaría. Asi que apura, no quiero que ningún vecino me vea. — después de todo sigue saliendo el robo en las noticias.

💋💄💋💄💋

Ni bien llegamos, los autos estaban formándose cerca del punto de partida. La música se podía escuchar a todo volumen, y las personas gritaban diciendo por quién apostaron.

Nate se estacionó al costado de una moto que me resultaba muy conocida. En eso, alguien se acerca al lado y abre mi puerta.

—Al fin llegaste.

—Sam...

Me tiende la mano para ayudarme a bajar y la tomo sin dudarlo, cuando lo tengo frente a mi lo abrazo fuertemente.

—Tenías razón en todo lo que dijiste. —suelto un quejido de tristeza.

—No me alegra tener la razón esta vez, pero ya aprendiste de lo sucedido. — me da palmaditas en la cabeza, siempre me ha tratado como una niña y eso que solo me lleva un año.

—¿Hoy vas a correr?

Niega con la cabeza. —Solo vine acompañar a mi hermano y su grupo de amigos para que no hagan una tontería. —sonreí. —Nate me contó que la otra vez te vio con Harry.

—No quisiera hablar de ello ahora Sam. Hoy vine para olvidarme de muchas cosas al menos por unas cuantas horas. —me encogí de brazos.

El me dio una sonrisa y me ofreció el brazo, siempre me he preguntado porque Sam tiene una conducta del siglo XIX.

—Y dime, ¿cómo va la primera ronda? —le pregunté mientras caminábamos hacia un grupo de apostadores.

—Está un poco rígida entre dos chicos, la verdad uno de ellos me sorprendió un poco dado a su condición.

—¿Condición? —pregunte extrañada.

—Mira es el que está primero de llegar. —voltee hacia el marco de llegada y un carro azul llegaba a gran velocidad.

—¿Acaso es..? —antes de que pudiera terminar mis palabras, una gran cantidad de polvo se levantó de la tierra. —Tmr, quien fue el cabrón...

Mire hacia el auto frente a mi y si a mi también me hubiera sorprendido.