Fanfic Ranma 1/2: La Confesión De Ranma

El Viaje De Ranma

El día que Ranma recibió la llamada misteriosa, el motivo de su alegría inicial era clara, pues el guía de jusenkyo le dijo a Ranma que había una oportunidad para levantar la maldición.

-Ranma, soy yo el guía de jusenkyo, hay algo muy importante que quiero decirte, pero en vista de los problemas que podría ocasionar, necesito que seas muy cuidadoso con esta información.
-eh? Esta bien.
-Tal vez haya una forma de levantar la maldición de estanque del hombre ahogado.
-¿que lo dice en cerio? Pregunto Ranma con emoción.
-escuchame con atención, comenzando un relato en tono sombrío el guía continuó. Existe una leyenda sobre una montaña al sur de China, se dice que en esa montaña se encuentra el Espírito de una sacerdotisa que puede conceder un deceo cada 50 años, a la persona que logre completar un riguroso entrenamiento y sea digno del deseo de la sacerdotisa.
-¿estas bromeando? ¡Ese deceo es mio!
-pero Ranma debes ser muy cuidadoso, es un entrenamiento que no cualquiera puede completar además de que este dura todo un año y para aquellos que logre completar el entrenamiento pero no resulten dignos de él la maldición quedará activada permanentemente.
-¿que quieres decír?, Si resultó no ser digno... ¿Me quedaré como una chica para siempre?
-Asi es, debes saber que de todos tu eres el único que podría completar el entrenamiento, pero va bajo tu propio riesgo y debes darte prisa el año del deceo empezará en un mes.
-¡debes estar bromeando!

Ranma estaba decidido a volver, por lo que no ser digno y quedarce como un chica para siempre no era una opción. Así Ranma partió en rumbo a las mochañas en busca de su última oportunidad de ser un hombre completo para Akane, aun que esto la separara de ella por tanto tiempo.

Ranma tardo semamas en llegará a China, cansado, con hambre y arrastrándose con palo para mantenerse en pié encontró el lugar, lo miraba lleno de emoción, tanto que que la ver un letrero con la imagen de la sacerdotisa grito con las manos en alto "¡llegueee! Y en seguida se desmayo.

Despertó en la casa de una anciana que movía la leña de la chimenea con un palo.

-al fin despertaste muchacho.
-¿que pasó?... ¿Quien es usted?, preguntó ranma mientras se llevaba una mano a la cabeza.
-te encontré tirado en el suela, mi bubu te trajo hasta aquí.
-¿bubu? ¿Que es eso?
-¡no que! ¡Quién! Ella es bubu, dijo la anciana señalando con el palo hacia la puerta a úna vaca más grande de lo normal que comía en el patio. Ella te trajo aquí muestra respeto muchacho grosero.
-como sea señora, le agradezco pero tengo que irme, tengo algo muy importante que hacer, dijo Ranma mientra se levantaba.
-¿algo que hacer? No creo que haya algo más importante que no morir, ¿ya te viste? estas en los huesos, come algo antes de irte.

El estómago de Ranma gruñó justo en el momento en que la señora le sacó un plato para servirle algo de sopa, y sin pensarlo se sentó de nuevo.
La sopa tenía aspecto agradable pero al probarla sintio un sabor muy familiar, uno que no le causaba tanta gracias, pues le recordaba mucho a la comida de Akane.

-¿que pasa muchacho?
-nada, dijo ranma apenado, es solo que el sabor me recuerda a alguien, y rio nerviosamente, sin mas, Ranma comió de un sorbo la sopa y con una cara de enfermedad dijo:

-definitivamente sabe igual que la de ella. Y continuó, bueno, muchas gracia por la comida pero tengo que irme.
-¿a donde vas con tanta prisa muchacho?
-no le diga a nadie, pero debo encontrar a una sacerdotisa, ¿sabrá algo al respecto?
-ah sí, esa vieja leyenda sobre el espíritu de una sacerdotisa que cumple deceos, ¡puras patraña!
-Entonces si la conoce ¿sabe dónde debo ir?
-la tumba de la sacerdotisa está en la cueva subiendo esta colina, pero aún faltan dos días para que comience el año del entrenamiento.
-esta bien esperare allá. Dijo ranma mientras se dirigía hacia la puerta.
-puedes esperar aquí, me hacen falta un par de brazos jóvenes como los tuyos, buenos para trabajar.

Ranma se vio reacio de aceptar la propuesta al inicio, más porque que tendría que comer esa cosa horrible otra vez, pero aceptó al ver que ella necesitaba ayuda y allí espero durante esos dos días.