Fanfic Ranma 1/2: La Confesión De Ranma

La Confesión De Ranma

Ranma terminaba de contar la historia, a la familia Tendo y su papá, todos asombrados por lo que el decía hicieron un silencio incómodo.

-Entonces, ¿ahora eres normal? Pregunto Nabiki.
-Si, ya no convertiré en mujer, dijo Ranma con tranquilidad.
-!Eres un mal agradecido Ranma! Grito Genma mientras se lanzaba a darle un poñetazo a Ranma, él lo esquivo haciendo que Genma rombiera el piso.
-¡espera! ¡¿Porque me atacas?!,
-¡como pudiste no desirme nada Ranma!
-¡aún si hubieras ido nunca habrías completado el entrenamiento!
-deje de pelear Sr. Saotome, dijo el Sr. Tendo interrumpiendo la pelea, lo importante es que Ranma pudo deshacerse de la maldición y ahora no hay impedimento para casarce con mi Akane, hay que prepara la boda para esta tarde, antes de que se escape de nuevo. Dicho esto Akane, quien no había soltado una palabra desde que su familia llegó, vio a Ranma con cara de preocupación y espectativa. Ranma sintió la mirada de Akane y entendió lo que pasaba.

-¡me casaré¡. Afirmó, deteniendo el ruido y el drama que hacía su padre y provocando la mirada atónita de todos. Me casaré pero antes... Ranma tomó a Akane del brazo, y la cargo como si fuera una princesa.

-¡Ranma!, Grito Akane, mientras este se la llevaba entre brazos. Todos estaban desconcertados pero sabían que todo estaría bien.
-¡vuelvan antes de la cena!, les grito Kasumi.
-¡vaya! esto se puso interesante. Comentó Nabiki.

El papá de Ranma lloraba diciendo que su hijo se había convertido en todo un hombre y el papá de Akane lloraba junto a él diciendo que su hija porfin se casaría.
-debemos apresurarnos y tener todo listo para la boda antes de que vuelvan. Dijo Kasumi dirigiéndose  hacia la cosína.

Ranma llevaba a Akane en brazos, ella lo vía muy cambiado pero se sentía segura y feliz de verlo de nuevo.

-ya casi llegamos, dijo Ranma. Llevando a Akane a un risco a las afueras del pueblo, llegaron y Ranma tomó Akane de la mano la llevó pasando unos arbustos diciendo:

-Aquí es.

Akane se acercó y vio una hermosa vista del pueblo en el amanecer con tantos colores que era difícil creer que una vista así estuviera todo este tiempo tan cerca.

-es hermoso Ranma, dijo conmovida y con tranquilidad.
-Akane, los siento... Soltó Ranma sin ningún aviso, Akane lo volteo a ver con sorpresa, sin saber que significaba ese "lo siento". Y continuó, Akane la abuela dijo que mis mayores debilidades eran mi egoísmo y mi orgullo y creo que no he sido mas egoísta y orgulloso con nadie mas que contigo... expresó mientras veia el amanecer, la volteo a ver y siguio, Akane y era ese egoísmo que al inicio no me dejó darme cuenta y ese orgullo el no me ha dejado decírtelo, Akane se comenzaba a llenar de una emoción indescriptible, mariposas reboloteban en su estómago y se incrementaron cuando Ranma tomó su mano.

-Akane te Amo, desde hace mucho tiempo.

Los ojos de Akane se llenaron de lágrimas, estaba conmovida y sorprendida de la tranquilidad con la que Ranma había confesado su amor, pero no dejó que eso la contuviera por mucho tiempo de inmediato lo abrazo diciendo su nombre.

-Ranma, he esperado tanto para escucharlo... dijo abrazandolo y con lágrimas en sus ojos.
-Akane además, aprendí a cosinar así que no tendrémos que comer tu horrible comida, yo puedo hacer para los dos. Dijo Ranma en tono tierno pero a la vez burlon. De inmediato Akane abrió lo ojos con expresión de enojo y le lanzó un golpe.

-¡Tenías que arruinarlo!, Grito, mientras Ranma saltaba para esquivar su puño quedando de tras de ella, cuando Akane volteo rápidamente Ranma la tomó del brazo, jalando la hacia él, puso su otra mano sobre su mejilla y la beso, un beso corto e inocente, cuando se alejaron entre ellos se sonrojaron y volvieron a besarce esta es vez un beso más largo y adulto, mientras Ranma soltaba su brazo y tomaba su cintura.

-Tu cabello se ve lindo así, le dijo Ranma a Akane cuando el beso terminó.
-Ranma ¡basta!, dijo Akane sonrojandose y soltando un golpe en el estómago de Ranma, haciendo que este se doblará de dolor y sacándole todo el aire, mientras que ella volteaba su cara para el otro lado avergonzada.