hit and run ▭ karma akabane

six

||LIKE CANDY: CHAPTER SIX, CAN'T HELP FALLING IN LOVE||

CON LOS exámenes finales del tercer trimestre a la vuelta de la esquina, Koro-sensei había ideado un plan de estudio individualizado para cada uno de sus alumnos, les colocó una bandana con la asignatura que debían repasar y comenzó a clonarse. Natsuki se acomodó la banana de ciencias en la cabeza y continuó escuchando a Koro-sensei atentamente.

Entonces, Koro-sensei se deformó frente a ella, haciéndole soltar una exclamación sorprendida. No había sido la única, pues todos los clones tenían la misma forma, se giraron hacia Karma, que alzaba un cuchillo anti-sensei hacia la cabeza de su profesor.

— No es momento para intentos de asesinato, tener que esquivarte arruinará mi imagen residual.

— Siempre me quitáis la diversión.— Sin mirarlo, Natsuki soltó una risita por lo bajo. Karma la miró con una sonrisa.

— Karma, céntrate en lo que te digo, podrás mirar a Natsuki todo lo que quieras cuando llegue el descanso.— Lo miró sorprendido, se sonrojó al instante, frunció el ceño y volvió a alzar el cuchillo.

— ¡Es usted un metido!

La pelinegra observó la escena con atención, se apoyó en el respaldo de su silla y se cruzó de brazos.

— Koro-sensei.— Llamó Natsuki ignorando a Karma,— los clones están muy bien y son muy útiles, pero, ¿No se quedará muy cansado después de todo este esfuerzo?

— No te preocupes, tengo un clon descansando ahí fuera.— La azabache miró por la ventana.

— ¿Y eso le ayuda en algo?

Natsuki y Nagisa compartieron una mirada cómplice y asintieron estando de acuerdo.

Ese aumento de poder solo significaba que se estaba preparando para destruir La Tierra el próximo marzo. Pero había algo en lo que toda la clase estaba de acuerdo, de cara a los exámenes, Koro-sensei era el mejor profesor.

[...]

AL DÍA siguiente, el número de clones que Koro-sensei utilizó fue el doble que el día anterior, sin duda alguna, acabaría muy cansado y esa sería una buena oportunidad para intentar asesinarlo o al menos eso fue lo que pensó Natsuki.

Y estaba en lo cierto, porque en cuanto sonó el timbre el sensei se desplomó en la silla del profesor con la cara roja por el cansancio mientras se daba aire con un abanico de papel.

La clase al completo se reunió frente al profesor entonces Okajima preguntó:— ¿Por qué se está tomando tantos esfuerzos por enseñarnos?

Koro-sensei rio:— Lo único que quiero es mejorar vuestras notas, si eso ocurre...— Su cara se tornó rosa y todos rodaron los ojos al pensar qué fantasías estaría teniendo su profesor.

Yada y Mimura comenzaron a hablar:

— Bueno, lo de estudiar está muy bien...

— ...Pero si le matamos obtendremos diez mil millones yenes.

— Y con ese dinero,— continuó Nakamura— no nos hará falta sacar buenas notas.

Koro-sensei estaba sorprendido y decepcionado ante las palabras de sus alumnos, por lo que les obligó a salir al patio trasero junto a los dos senseis restantes. Natsuki se sentó en la escalinata de piedra, justo delante de Karasuma e Irina. Apoyó su codo en la rodilla y luego su mentón en su puño cerrado, observando atenta lo que hacía el octópodo.

— Profesora Irina,— Comenzó el sensei, posó sus diminutos ojos en la azabache antes de ignorarla y proseguir.— Como asesina profesional, quiero que me responda.