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La batalla estaba tan cerca que casi podía tocarla con una mano. Aún así, me quedaba la tarea de llevar a Bella al campamento donde estaría segura con Edward. O eso esperaba, porque sino realmente le patearía el trasero al vampiro. Jacob había insistido en me acompañaría, por lo que ni siquiera había intentado persuadirlo. Era realmente imposible.
Ambos caminamos en silencio hacia el claro en el que sería donde tendría lugar la batalla. Allí estaban Bella y Edward. Por lo que tenía entendido, la humana había dejado su rastro con su sangre y era el momento de que este se cortara con nuestro olor.
—Quiero que tengan la mente clara.—le decía Bella a Edward
—¿Quién no tiene la mente clara?—preguntó Jacob cuando llegamos a su lado.
Bella miró al suelo.—No, nadie.
—Alice dijo que habrá una tormenta.—nos dijo Edward, mirando a ambos con sus ojos dorados.
—Si, la sentimos.—murmuró Jacob.
Me apresuré a añadir.—Deberíamos irnos. Ya.
Miré a mi lobo y él a mi cuando vimos que la pareja delante nuestra se iba a despedir. Jake tomó mi mano y me dio un apretón cariñoso, sonriéndome levemente.
—Te veré en un par de horas.—le dijo Edward a Bella.
Oí los pasos del vampiro hacia la humana y vi de reojo como le daba un beso en la frente. No creía que lo sintiera mucho, ya que Bella llevaba un gorro de lana en la cabeza.
Edward se separó de Bella y nos lanzó una mirada. Asentí, haciendo que suspiraba. Jacob y yo miramos como se iba, para luego girarnos hacia la humana.
—¿Pasa algo?—le preguntó Jake a Bella.
—Pensé que solo iría con Liz.—murmuró la humana, mirándome brevemente.
—Iremos nosotras solas.—hablé, mirando con el ceño fruncido a mi lobo.—Él nos seguirá en forma lobuna para comunicarse con la manada y Edward.
Bella soltó un largo suspiro, que hizo que la mirara con el ceño fruncido. —Bells, ¿Qué ocurre?
—Unos vampiros quieren matarme.—dijo, intentando hacer una broma.
