Peter tenía una fama entre mujeres y hombres de ser el amante perfecto. En la mayoría de los eventos solía recibir miles de invitaciones indecentes. Hasta el punto de tener sus noches ocupadas. Los rumores eran tantos que habían llegado a oídos de Quentin. Este se preocupaba cada vez más por aquel joven que había conocido.
- Peter, voy a trabajar con Stephen Sstrange, es el mejor neurocirujano que existe y su opinión será más que de ayuda para entender algunas cosas sobre Edith - este hablaba con notable entusiasmo por ello, mientras que Peter estaba sentado revisando unos documentos, pero lo último le hizo reaccionar de la siguiente manera
- Quentin... Para entender a una mujer no necesitas a un neurocirujano... Necesitas a dos, un equipo de psicólogos y psiquiatras y posiblemente a la marina por si algo sale mal
- Jajajaja Peter... No me estas poniendo atención. Edith es el nombre de mi proyecto - le tomo por los hombros - aunuen no me sorprende, de un tiempo para acá no me pones atención
- Lo siento Quentin, estoy revisando cosas importantes.
- Peter tu siempre estas revisando cosas importantes
- Pues tengo cosas que hacer, es mi trabajo - Quentin aprovecho los rumores sobre Peter y comenzó a besar su cuello
- Por qué no, dejas eso, te invito al cine, luego a cenar y al último hacemos lo que tu quieras
- Me está provocando? - contestó irónico
- Solo si usted así lo quiere
- Que te parece si descartamos cine y cena y mejor hacemos lo que quiero - aflojó su corbata y dejo sus papeles aún lado
- Me parece excelente - se detubo y giro la silla de Peter hacia el, poniéndose enésima de este
- Quentin... Siéntate en la mesa - le miró a los ojos y lo detuvo
- Que?
- Que te sientes en la mesa - Quentin hizo caso, pero estaba desconcertado.
Peter se puso de pie, enfrente de él. Le tomó de la cintura y beso su cuello
- Peter... Peter - inmediatamente las caricias en la espalda baja de Quentin le hicieron temblar un poco
- Quentin... Es la primera vez que...
- No... Pero... Hace años que no soy, que no estoy así - Una vez más vio tristeza en eso ojos... Inmediatamente pensó en Bucky, al parecer Beck sería un buen placebo
- Oye - le acarició la cara - Vamos mejor a mi habitación, mereces mucho más que un acaoston en el laboratorio
- Eso crees?
- Lo mereces todo - dijo agachado la cabeza
- Te merezco a ti - Quentin lo abrazo - Esta bien, vamos a tu habitación
Salieron del laboratorio y Quentin tomó la mano de Peter... Era una sensación perdida para el pero lo hizo sentir bien, a Quentin no le importaba que loz vieran así. Entraron al elevador y Quentin se pego más a Peter
- Quieto, espera a que lleguemos a mi habitación
- Es que... Quiero abrazarte - se sonrojo un poco y Peter decidió romper la distancia entre ambos abrazando a Quentin, quien recargo su cabeza en el hombro de Peter
- Me sorprende que detrás de esa facha de tipo rudo seas tan cariñoso
- Y a mi me sorprende que logras sacar eso de mi Peter - el ascensor se abrió y Quentin lo llevo al cuarto.
- Ponte cómodo - Peter dejó su teléfono en el buro y se quito el saco
Quentin se quito la bata y cruzó sus manos
- Y ahora? - preguntó nervioso, Peter no pudo evitar sonreír y contestar en tono burlon
- Mira, ahora me siento a lado tuyo, te quito la camisa, tenemos sexo y luego regresamos al laboratorio - le desabrocho un botón y Quentin lo detuvo
- Estas bien?
- A que te refieres Quentin?
- Desde lo de Bucky e esperado para estar contigo, se olle muchos rumores Peter, pero a mi no me importan, quiero que la vez que estemos juntos te pueda decir "te amo" sin temor a despertarme y encontrar una nota y una rosa en el buro - Peter se sorprendió
- Si sabes eso... Por que lo intentas? Yo ya entregue mi corazón a un hombre y no me fue bien, no quisiera entregarlo de nuevo y salir mas lastimado.
- Peter no, yo jamás podría... Yo muero por gritarle al mundo que eres mi pareja, que duermo acurrucado en tus brazos y que noten que en mi piel llevo tu dulce olor a jengibre. A mi también me lastimaron Peter, creí que no volvería a amar, pero te amo - tomo los hombros de Peter y cubrió su rostro con su pecho.
Peter no sabía que decir pero su lado bueno le ganó esta vez y abrazo a quentin
- Oye... Hoy solo recosté monos aquí, tu y yo, solos, apartados del mundo, mañana hablamos de eso - le susurro y lo acarició para recostar lo en la cama.
- Peter.... De verdad me gustas
- Y tu a mi - le dio un beso en la cabeza y Quentin reaccionó mirando a Peter
- No sabes la felicidad que me da oír eso
- Me imagino - sonrió un poco. Quentin lo miro y tímidamente se hacerco para darle un beso corto, luego otro un poco más largo y así hasta que estaba encima de Peter besándola apasionadamente. Peter no podía esperar más así que intento desvestir a Quentin quien hizo lo mismo, sus movimientos eran torpes por la rapidez con la que ambos queria actuar.
Peter de encontró con un fornido cuerpo cubierto de bello, mientras que Quentin tenía un joven y definido cuerpo entre sus manos el cual deseaba con fervor.
De inmediato las caricias en el cuerpo de Peter se hicieron más cálidas. Por algunos segundos el aroma de Quentin logró envolverlo en una fantasía. Sin control se entrego a él, algo que el pensaba, no volvería a suceder. Quentin fue bajando los besos y Peter se dejó consumir por completo.
- Peter... Creí que tu... Que tu lo harías - dijo Quentin sonrojado
- Yo igual pensé que podría, pero no... Quentin acuéstate - dijo el muchacho mientras tomaba un poco de control de su cuerpo -
- Bien - aquel hombre se acostó sin apartar los ojos de los del menor. Peter se puso encima de él sintiendo aquel calor familiar que hacía un tiempo no sentía, mientras que Quentin se quedaba sin palabras por la acción de Peter.
De inmediato Peter se comenzó a mover, no sin antes poner las manos de Quentin en su cintura para que este tuviera el control. El mayor apretó aquella fuerte cintura y se hacerco al oído de Peter.
- Entregate, deja que tu cuerpo se acostumbre a mí calor Peter - Le susurro de manera tierna y al mismo tiempo ronca. Aquella larga barba le hacía cosquillas a Peter, auque estaba consiente de que no sólo era la barba
- Tu... No existe nada entre nosotros y estas logrando tanto... - se aferro a su espalda para tener mejor apollo y lograr que los movimientos entre ambos fueran más bruscos y fuertes. Dicha acción arrebato grandes gemidos del menor que estaba encantado por el aroma de Quentin.
- Mírame... Mírame Peter y grita mi nombre - su respiración se entre cortaba y decidió provocar a Peter lamiendo su cuello y soplandole
- Ahhh Quentin, Quentin... Quen...Tin- Peter ya no pensaba en nada más que en esos brazos fuertes que le estaban aprisiona do la calma, los pensamientos. De vez en vez jalaba del cabello de Quentin quien le mordía y lo clavaba más fuerte arrebatan doble hasta la última sílaba de su nombre.El perfume y las caricias fueron lo necesario para calmar la necesidad de ambos, que de forma pecaminosa lograron tocar el cielo por un buen tiempo.
Al terminar, Peter callo rendido ante los brazos de Quentin, sintiendo un suabe olor a Mantequilla dulce que convinado con el suyo era algo divino... Era más sutil y dulce que el olor a ginebra con gengibre por lo que le relajo más y sin previo aviso ambos se quedaron dormidos entre las sábanas.
Cuando quentin despertó corroborando que todo había pasado pensó
"que puedo hacer, si tan solo verte me hace enloquecer"Se lavanto con cuidado y se vistió, hizo algunas llamadas y arreglo algunas cosas. Haría que Peter se enamorara de él así como lo hizo de Bucky.
"eres tu, lo que me tiene extasiado, por que negar que estoy de ti enamorado. De tu dulce alma. De esos ojos Cafés de extraño fulgor, que me dominan e incitan a mi amor. Eres un encanto, eres mi ilusión. Cuando la luz del sol se esté apagando, yo te estaré esperando. En donde las gardenias se aprovechan de tu belleza"
A un lado de aquella nota había una pequeña gardenia.
Peter al ver eso no pudo evitar pensar
" ahhh es tan tierno y está flor es tan linda pero...¿De dónde diablos sacó una gardenia?
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Ginebra Con Jengibre
Randomla vida es un va y viene de eventos sin explicación, todos se resumen como casualidades pero... Peter no las veía así, para el todas eran... causalidades