Desayuno

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La alarma suena de nuevo. Levantarme va en contra de mi voluntad, más sin embargo mi consciencia sabe que si yo no lo hago, nadie en esta casa hará sus deberes correspondientes hoy. Me miro al espejo, sin duda alguna el maquillaje es una gran herramienta para la mujer.

Me doy un baño, hace frío, preparo el agua hirviendo. Ambiento la ducha con algo de música. Cuando termino, me apresuro a vestirme, elijo algo adecuado al clima allá afuera. Despierto a mi mamá, tiene que ir a trabajar, muy apenas tiene tiempo para arreglarse ella sola, por eso yo la ayudo con Erick.

Mientras enjabono a mi hermano, recuerdo que solo él entraba a clases. ¡Podía dormir un poco más!. ¿Por que soy tan distraída?. Hago el desayuno para ambos, como es su primer día de clases, le preparé waffles, le encantan los waffles.

Me senté en la mesa con mis waffles y noté que Erick ya había acabado los suyos.

–Erick...¿Acabaste tus waffles?

–Claro, para eso están,¿No?

–Pues...si, pero, fue rápido...¿Quieres que prepare más?—Le pregunté, sabiendo que no se iba a negar.

–No, ¡gracias!— Contestó sorprendiéndome con su respuesta

–Esta bien, termino y nos vamos, aún es temprano, ve a lavarte los dientes.

Erick obedece, y ansioso se va corriendo al baño. Cuando termino de comer, veo los colores de Erick sobre el piso.

–¡Erick!, Ven a recoger tus colores.

–¡Ups!, Ya voy— Contesta algo apenado

Él los recoge, los mete en su lapicera para después tomarme de la mano.

– Vamonos — Me dice apresurandome

En el camino, pisando hojas que solían pertenecer a los árboles, le pregunté la razón de su entusiasmo por ir a estudiar.

–¿Por qué te emocionas?, Sólo irás a estudiar.

–No solo voy a estudiar Renata...

–Ah,¿no?... Entonces, ¿a qué vas a la escuela?— Pregunto con curiosidad.

– Yo me emociono por qué de nuevo veré a mis compañeros. ¡Les mostraré mis zapatos nuevos que mi mamá me regaló en navidad!

Los zapatos por los cuales mi madre estuvo ahorrando 5 meses. Esos zapatos eran lo único que Erick quería, no quería juguetes, o un móvil... él quería esos zapatos.

– Ya veo por qué tanta emoción

– Mi mamá es la mejor, la quiero mucho.

El sigue viendo alrededor, me hace un comentario sobre un gato que andaba husmeando por ahí, pero no le presto atención. Llegamos a la escuela y muy apenas se despidió de mi.

¿Que voy a hacer en todo el día?

La Traición De LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora