Ya había caído la noche, Erick está recién acostado, y mi mamá debería de estar descansando, siempre termina agotada regresando de su trabajo. ¿Y yo?, No podía dormir. Aún no entiendo que es lo que busca de mi. No sé si confiar en él y dejarlo entrar a mi vida. Si el es el diablo, y conoce a mi papá...eso significa que mi padre está en el infierno, de otro modo no podría ser. Si mi papá estuviera en el cielo, "Descansando en paz" , no lo molestaría y lo traería de vuelta aquí. Mi padre está en el infierno, está sufriendo. Debo traerlo aquí, lo más pronto posible.
Me recuesto mirando hacia mi ventana. La luz de la luna alumbra mi rostro confundido.
–Dios, lo que haré no es lo correcto, pero tú entiendes mis razones... además, me pusiste en el camino de tu hijo, ¿Que es lo que tengo que hacer?¿Y si mi misión es que Lucifer y la Detective estén juntos de nuevo?, No creo que sea yo la que deba estar con el. Soy muy chica para el. Aunque Chloe también lo es. Lucifer existe desde el inicio de los tiempos. Pero...¿Me esperará toda la vida?. No, no puede ser así, si el tendría que estar conmigo debería ser mortal. Tengo que dormir. Tengo que dejar de pensar en el. Tengo que dejar que las cosas fluyan.
A la mañana siguiente me desperté sin ánimos de hacer algo. Lamentablemente la escuela esperaba. Me levanto y aplico la rutina de cada mañana. Cuando Erick y yo salíamos de casa, recordé que había olvidado mi teléfono, así que regrese por el. Le pedí a Erick que se quedará en la entrada, para no perder el tiempo.
Tomé mi celular lo más rápido posible, mire la hora y ya era muy tarde. Regrese a la entrada y ya no estaba Erick.
–¡Erick!— Grité— Ya es tarde, no estoy jugando.Escuché que alguien tocó el claxon. Adivinen quien era. Lucifer.
–Mi estrella de la mañana, sube antes de que se haga más tarde...No podía rechazarlo, ya estaba decidida a llevarme bien con el. Me iba a esforzar por cumplir lo que quiere.
– Ya voy Lucy— Contesto mientras cierro la puerta con llave
Me subo a su convertible negro. Erick estaba muy feliz ahí. El otro día Erick me contó que este auto le gustaba más el convertible que la camioneta.
– Se me ocurrió pasar por ti, ya que nuestro destino es el mismo.
– Y aunque no lo fuera, aún así lo hubieras hecho
– Tienes razón.— dice mientras ríe.
Llegamos a dejar a Erick. Él se va muy feliz. Supongo que es por que sus amigos lo vieron bajarse de ahí. Lo miro alejarse sintiendose todo un galán.
–¿A que hora tienes tu primera clase?– A las 8:30 a.m.
– Y...¿ que harás mientras?
– Desayunar, supongo...ah, también tengo que imprimir unas cosas
– Vamos a desayunar, yo invito.
–Esta bien, pero tengo que imprimir algo.
– No te preocupes por eso
– Claro que si, tu no me vas a mantener.
– ¿Y si lo hiciera a cambio de algo?
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La Traición De Lucifer
RandomConocerlo fue lo peor que me pudo haber pasado en la vida.