La Traición De Lucifer

Lucifer prepara el desayuno

Los rayos del sol apuntan directamente a mi rostro provocando que me despierte. Me paso una mano por el pelo, y tomo mi móvil. No sé por qué lo hago, lo primero que hago al despertar, es revisar mis redes sociales. Pero uno de mis cinco sentidos captó algo que le llamó la atención. Un olor muy rico, como a...¡Hot cakes!

Me levanto en seguida y me doy cuenta que traía la misma ropa de ayer, así que me veo al espejo, estoy horrible. Decido irme a bañar. Pero alguien toca a mí puerta.

–¿Hija?— Pregunto mi mamá detrás de la puerta

–Aqui estoyyy, espera que me quiero bañar

Mi mamá entra a mi cuarto cuidando mucho sus pasos

–¿Que te pasa?—le pregunté al ver su actitud tan rara

–Erick está en una piyamada

–Mama, dime algo que no sepa y no me quites mi tiempo

–No entiendes, ¿Hueles eso?

– Si, ya vi que...ohhh ya entendí...ay mamá te amo

–¿Que?¿Por qué?— me pregunto como si no supiera de lo que hablaba

– Me preparaste Hot cakes cuando no estaba Erick para demostrarme tu afecto, gracias, solo me baño y bajo, ¿Si?

–Renata, yo no he bajado, hay alguien en la cocina, Recién me levanté.

Sólo una persona se me pudo venir a la mente y fue la que estuvo anoche en mi cama.

–Lucifer

–¿Tu maestro?

–No, Emm...si, quiero decir si, el se quedó cuidándonos a ambas anoche

–En todo caso bajo ya mismo, ay, mira como estoy, voy a arreglarme...

–Mama,no

–Hija, no siempre te cruzas con alguien así

–No es para tanto, Dan está mejor

–Lo arruine, arruine todo con el

–Ay mamá, tranquila, ya se le pasará...

–Y mientras se le pasa... Jejeje, iré abajo, adiós hija, tardate bañándote porfavor

–Ay mamá, no, respeta la casa

–Ush, te comportas como...

–¿Como que?

–Ya me voy, ya bañate

–Cobarde

No me dio tiempo ni de parpadear cuando me soltó una bofetada

–Cuida tus palabras Renata, respetame que soy tu madre

–Auch, oye ¿que te pasa?, Si aquí alguien ocupa el rollo de madre soy yo. Quién se está comportando como una niña? Tu. Yo no. Adios.

Me salí enojadisima de mi alcoba, ella no tenía derecho de darme una cachetada. Baje rápidamente y ni siquiera mire a Lucifer, salí de la casa. Huí.

– Renata, ¿A donde vas?

–Lejos—dije sin siquiera voltear a mirarlo

Escucho como corre tras de mí, así que empecé a acelerar mi paso. Pero el me alcanza y me toma del brazo

–Oye, ¿Que paso?, ¿Todo bien?

–Mi madre. Ella se quiere acostar contigo.

–No hay problema con eso, si quieres con mucho gusto lo hago...

–No lucifer, si hay problema...

–Oh, tiene alguna enfermedad de transmisión sexual?, No te preocupes, al ser un ser celestial no puedo contagiarme

–¿Que?, No, yo no quiero que lo hagas, realmente me dolería y ni siquiera sé por qué...

–Si dices que no sientes nada por mi... Debe de ser por el respeto a tu padre de parte de tu madre...

–Tal vez

–Bueno, deberías regresar a tu casa, convivir con tu mamá. Aparte...¡Prepare Hot cakes

–Esta bien, vamos

Lucifer y yo regresamos a la casa y mi mama nos esperaba en la sala.

–Lo siento hija, yo nunca quise...

–No importa mamá, solo, hay que estar en paz

–¿Quién quiere Hot cakes?—Preguntó Lucifer con una enorme sonrisa

–Nosotras—dijo mi mamá como niña pequeña

Mi mamá y yo tomamos asiento y nos dejamos consentir por Lucifer, mientras mi mamá "entrevista" a Lucifer.

–Entonces, ¿Te llamás Lucifer?, ¿O solo te dicen así por ser un diablillo?

–¡Mamá!

–No, Está bien Renata, tu mamá solo quiere quitarse las dudas, y como maestro, tengo que resolver sus dudas,¿no?

– ¿Y que me vas a enseñar Maestro?—dijo mi mamá mientras se mordía los labios.

–Basta, hasta aquí llegue. No lo soporto mas. Me voy.

–Renata espera, todavía no das ni un bocado

–Dejala que se vaya, mejor para nosotros

–¿Que?. Que cínica eres, no te voy a dar el gusto.

Pensé en quedarme, pero quería ver qué tanto podía confiar en lucifer, se que está mal ponerlo a prueba, pero solo así podría llevarlo siempre a casa sin problemas.

–No, me voy, hagan lo que quieran. Me voy. Tengo que preparar unas cosas para mi beca. Hasta luego.

–¿Tu beca?—Pregunto mi mamá

–Tengo que ir la próxima semana a México, a un concurso de distintas materias. Me ayudara, si gano, aumentarán la paga

–Hija, pero que buenas noticias

–Me voy, adiós.

Desarreglada, dejándolos en casa. Dudando si mi decisión había sido la correcta, emprendí mi camino sin destino