El tipo de la cafetería

221 15 2
                                    

Fin de semana. Nada que hacer más que tareas que ya había terminado. Me dirijo hasta una cafetería a la cual nunca había ido y ya que era nueva decidí ver qué tal estaba el servicio.

Entre y vi a un tipo muy apuesto. Tenía pelo negro muy bien peinado, vestía con un pantalón de mezclilla y una camiseta, sus ojos eran cafés, pero lo que más me llamó la atención fueron sus largas pestañas.  Mi instinto me llevo a sentarme junto a él en la barra.

–Buenos dias— lo saludé cordialmente

–Buenos días...¿Eres nueva por aquí?

–Si, yo...nunca había venido aquí jaja

–Y, ¿Ya sabes que vas a ordenar?

–No la verdad no tengo ni idea, ¿Que me recomiendas?

–¿Bebida fría o caliente?

–Prefiero fría

–mmm... Te recomiendo el frappé del día...creo que te gustará...

–Entonces eso pediré

–¿Cuantos años tienes?

–¿Eso importa?

–Pagare tu cuenta

–Gracias, aún así no te diré mi edad por pagar mi cuenta...

–¿Puedo saber tu nombre?

–Solo si me dices el tuyo primero

–De acuerdo. Soy Álvaro, ¿Con quién tengo el gusto?—Me dijo extendiendome su mano

–Renata—Sonreí dándole la mano

El mezero me pidió mi orden y yo le dije que pediría el frappé del día. Más tarde me lo trajo, y seguí mi platica con Álvaro.

–¿Estudias?—Me preguntó

–Si, estoy en segundo semestre de preparatoria. ¿Tu? ¿A que te dedicas?

–¿Ves está cafetería?

–Obvio

–Es mía.

–JAJAJAJAJA, ya bien, ¿A que te dedicas?

–¿No me crees?

–ay, pues claro que no jaja

–Ven, acompañame

Álvaro me toma de la mano, para entrar a la cocina, pero cuando el abrió la puerta, alguien más tomo mi otra muñeca.
–Diablos, sabía que no eras el dueño de esta cafetería

Pensé que era un guardia o algo asi, pero...

–Mi estrella de la mañana, ¿Que estás haciendo?, Tenemos que irnos ahora

–¿Lucifer?

–Disculpa, no estoy entendiendo—dijo Álvaro confundido.

–No es nada, Lucifer ya se iba.

–Mucho gusto...¿Lucifer?, Así te llamás o es solo un apodo entre Renata y tu?—Le extendió la mano a Lucifer para saludarlo

Lucifer solo lo ignoró, y me empezó a jalonear hacia su coche

–¿Que haces lucifer?, ¡Suéltame!

–No ahora, Renata, tienes que venir...

–¿Y si no quiero?, No me puedes obligar.

–Claro que si

–Dejela en paz, o tendré que llamar a mis guaruras.

–Quiero ver cómo resulta eso amigo, pero primero tengo que llevarme a Renata de aquí.

Álvaro en un movimiento rápido logra separarme de Lucifer.

–Te dije que la dejaras en paz—Le dijo Álvaro a Lucifer.

–¿Que es lo que más deseas?—Lucifer le pregunto a Álvaro

–Ser más rico de lo que ya soy

–Ambiocioso, me gusta. Bueno ten, te dejo un par de billetes que a mí me sobran, para ya sabes. Poner más negocios y...

–No te llevarás tan fácil a Renata

–¿Quién eres?—Le preguntó Lucifer a Álvaro

–No dejaré que te lleves a la chica por dinero, ella vale mucho más que eso...

–¿Que?, Lo se...yo...espera...¿Sabes quién es Renata en realidad?—pregunto Lucifer refiriéndose a si sabía que yo era un milagro de Dios.

–Ella no se puede vender por dinero. No es un objeto. No la denigres así

Aún sorprendida por toda esta escena, decidí que la mejor forma de parar la pelea era irme por mi propia cuenta.

–Alvaro, te agradezco mucho, pero creo que lo mejor sería irme—Lucifer le sonríe en forma burlona

–No te vayas con él.

–¿Que?,¿Quién dijo que me iré con el?, Me iré yo por mi propia cuenta, a un lugar...muy lejos de él. —A lucifer se le borro la sonrisa

–Prometeme que nos volveremos a encontrar.—Dandome una tarjeta con su número

–Claro que si, te llamaré. Hasta luego!

Salí de la tienda y Lucifer se quedó dentro, no volteé y empecé a caminar sin rumbo. Hasta que decidí ir a mi casa.

La Traición De LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora