El inútil no puede ser tan inútil.

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Llegamos a mi casa, mi mamá está con un cigarrillo en la mano.
– Lucifer creo que deberías irte

– ¿Tu mamá está bien?— Me pregunta

– Yo, no lo se, pero es mejor que te vayas

– ¿Y dejarte con esto sola?, No. Si en parte la culpa es mía después de todo, ¿No es así?— metiendo sus manos en los bolsillos del pantalón y sonriendo entra a la casa

– Hija, ya volviste, y tú maestro también...¿Quieren algo de tomar?

– Mamá, es algo tarde, ¿Estas bien?

– No, si, todo está bien, quiero decir...es tarde, pero estoy bien...

– Señora, míreme, tome asiento, yo me quedaré aquí con usted, mientras su hija— Me voltea a ver— se va a descansar. Soy Lucifer Estrella de la mañana, mucho gusto Irene.— Saludando de mano

– ¿Como es que sabe mi nombre?

– Lo mismo me pregun...

– me lo dijo Renata, ella no para de hablar de usted, lo maravillosa que es...— Lucifer habla antes de que yo terminé mi oración.

– Claro, yo le conté sobre ti. Bueno, mamá ¿Quieres que te deje a solas con Lucifer?

–No veo por qué no— Voltea sonriendo hacia el

– Está bien, diviértanse...Lucifer, Te estoy viendo

– Ay hija, Vete sin preocuparte, es más...no te quieres ir a quedar con tu amiguita de al lado?

– No mamá.

– Lucifer, no será necesario, no haremos tanto ruido

Ambos ríen. Me siento humillada. De cualquier forma no quiero que Lucifer este con mi mamá. Y menos si mi mamá está alcoholizada. No me quiero dormir para después descubrir que estén haciendo algo que no me gustaría que pasara. Entró al cuarto de mi Mamá. Tengo que encontrar el teléfono de Dan. El debe tener las respuestas que necesito. 
Después de un largo rato de buscarlo tratando de no desacomodar algo lo encuentro pegado detrás de un pequeño espejo. Venía en un post It amarillo.

Le tomé foto, y lo agregué a mis contactos. Estaba decidido. Me comunicaría con el. Lo que no sabía era cuando. Así que decidí marcarle justo en ese momento, era algo tarde, pero sabia que él aún no estaba dormido. O al menos eso esperaba. Luego de dos tonos, Dan tomó la llamada

–¿Hola?

– ¿Dan?

–¿Quien habla?

– Yo... Te necesito, necesito saber dónde está ubicada la oficina de la policía de los Ángeles

– Es algo tarde, estaba por dormir, ¿me podrías decir tu nombre?

– Mañana te volveré a marcar a las 12, espero que aceptes mi llamada.

– Pero, ¿quien eres?

– ¿Recuerdas a Charlotte Richards?

– ¿Que tiene que ver ella aquí?

– Espero no cuelgues mi llamada mañana.

– Un segundo...

Colgé. Había jugado con la mente de Dan, sabiendo su pasado, se que si mencionaba a Charlotte se iba a interesar. Si le preguntaba directamente en donde era que vivía Chloe, jamás me iba a decir, ni a volver a tomar la llamada. Pregunte algo más casual. Un lugar donde "casualmente" puedo encontrar a Chloe.

– Hola, mi pequeña Estrella de la mañana. —cargando a mi mamá

– Lucifer ...¿Que haces aquí?

– Hola, tu mamá está ebria por un inútil.

– Mi padre no es ningún inútil

– Me refería a Dan, tontita

–ah, si...Dan, claro

Pues inútil, inútil no era...de algo me tenía que servir

– ¿Me vas a ayudar?

–ah, si claro, yo... Sólo ven, acuestala aquí.

– Me quedaré aquí.

– No, no, y  no. De ninguna manera.

– Solo quiero ayudar.

– Te quedas en la habitación de Erick

– O...podría quedarme contigo en la tuya.

–¿Que?

– Vamos, tu mamá no está consciente, podría pasar un caos aquí, y ella seguiría durmiendo.

– De ninguna manera me acostaré contigo.

– Está bien, no quieres tener algo romántico conmigo, pero tampoco algo sexy...dime ¿Que es lo que deseas?

– Yo... Quiero todo contigo

– Ahí está, ambas cosas.

– a ver lucifer, ya no vuelvas a usar ese truquito conmigo, ¿está bien?... A lo que me refería es... quiero todo contigo o si no nada, por qué si no lo es...

– a ver... Mi Estrella de la mañana... Jamás te he dado sobras de mi tiempo, toda esta semana te la he dedicado a ti. Y aún así...¿Quieres mas?

– Tienes razón... Vamos a mi cuarto

– Vamos a tu cuarto...

La Traición De LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora