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(Tn_) Kamado

La selección llevaba de iniciada un par de días, para ser más específica cuatro días...

Había encontrado a varios demonios que no representaron gran peligro, sin embargo desde hace un par de horas estaba luchando contra unos dos demonios, a uno de ellos pude matarlo, pero el otro era más fuerte y me encontraba huyendo de él, lo distraeria hasta poder matarlo...

Ese era mi plan, que por cierto se vio interrumpido por un ataque dirigido hacia mi, logré esquivarlo, pero noté que parecía una especie de flecha de color verde, voltee hacia el lugar de donde provenía, allí ví a un hombre, con solo una pequeña mirada podía distinguir que era un demonio, uno fuerte y no era el mismo que venía siguiendome.

- Buen trabajo pequeño -dijo acariciando la cabeza del demonio que me seguía- ¿Y tu hermano? -Pregunto y el demonio me señaló- oh ya veo... Tu lo mataste, aspirante -dijo y soltó una risa amarga- te felicito, normalmente ellos matan a todos los que entran a esta zona -

Solamente con haberlo visto unos segundo podía notar que ese era un demonio que había matado a cientos de personas, bueno no se si tantas, pero si a muchas, tome mi espada preparada para cualquier cosa que viniera.

- ¡Oh un pasador de estrellas! -Exclamó señalando el adorno en mi cabello- si, recuerdo bien que hace unos siete años asesine a una muchacha que llevaba ese mismo pasador, no dejaba de retorcerse y pedir piedad dijo restándole importancia a lo que contaba, ¿cómo podía ser tan indiferente ante la vida de una persona?- será divertido verte gritar a ti también, señorita aspirante... -

Cuando dijo eso desapareció de un momento a otro y sin que me diera cuenta el más pequeño me tomo impidiendome que me moviera y recibí un golpe en el estómago por parte del más grande.

Apenas logré reaccionar, tome impulso y eché mi torso hacia atrás obligando al pequeño a soltarme y pateando al grande.

Primero me desharia del pequeño y luego del otro.

Tomé al pequeño del brazo y lo lancé hacia un árbol y empecé a seguirlo, lo que lo obligó a meterse entre los árboles, yo seguía persiguiendolo, pero en un punto, él se volteó y trató de atacarme, eso me sorprendió y salté para poder esquivarlo, la posición en en que habíamos quedado me permitiría perfectamente cortar la cabeza del demonio con una de las posturas de la respiración de la luna.

Yo: ¡Primera postura: Luna oscura - Santuario oscuro! *Exclamé y con un corte vertical corte su cuerpo en dos, desde la clavícula hasta el torso* bien... Ahora a por el otro...

Regresé al lugar donde estaba antes, pero al hacerlo me lleve la sorpresa de que el demonio no estaba, ¿alguien más lo habría matado? No... No creo... ¿Huyo? No, mejor dicho se esconden para poder emboscarme... Maldición, si bajo la guardia me matará.

Recordé el último entrenamiento que hice con Tsukino-san y decidí implementarlo; cerré mis ojos y me concentre en lo que sucedía a mi alrededor, escuchaba pisadas no muy lejos y el olor a cadáver que el demonio se cargaba no estaba muy lejos, salté al sentir como algo se acercaba y miré al demonio que tenía algo de sangre en su mano, ¿me había cortado? Con una mano palpe mi costado dándome cuenta que tenía un corte superficial y una parte de mi kimono se había roto, lo que me hizo fruncir el ceño.

Necesito acabar rápido con esto...

- ¿Qué tal? La señorita aspirante no es tan ruda después de todo... -Dijo y lamió la sangre de sus dedos- ¡Oh tu sangre es deliciosa! ¡Si así sabe tu sangre, seguro tu carne será aún mejor! -Gritó emocionado y yo solo apreté el mango de la espada- ¡Vamos! ¡Dame tu cuerpo para comerte! -

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, ¿por que tenía que decirlo con esa expresión tan desagradable?

Por un momento perdí de vista al demonio, pero al poder reaccionar pude ver una silueta acercándose a mi, me moví un poco a la izquierda por lo que solo sentí una rozadura en mi mejilla, la cual empezó a sangrar, recibí múltiples golpes de ese demonio hasta el punto en que me obligó a soltar la espada y me hizo caer al piso... Maldición no puedo mover uno de mis brazos...

Como pude empecé a arrastrarme hacia la espada y la tomé justo antes de tener que moverme, pues el demonio me atacó de nuevo. A duras penas me levanté y tomé posición, debía acabar esto ahora.

Yo: Sexta postura: Luna solitaria en la noche Avīci... *Dije y lance una gran cantidad de cortes formando una especie de vórtice, logrando debilitarlo fuertemente*

Si mis cálculos no fallan... Deben faltar sólo unos minutos para que amanezca... Quizás logré distraerlo lo suficiente como para que se termine evaporando por el sol.

- ¡Maldita niña! -Gritó enojado y me atacó de nuevo haciéndome algunos cortes mientras que se recuperaba lentamente- heriste mi precioso rostro, que grosera... Quizás yo deba herirte a ti -

Maldición...

El demonio empezó a acercarse a mi y me golpeó, yo había soltado mi espada así que no podía defenderme... El pasador que Tsukino-san me dió se cayó y el haori que llevaba estaba vuelto en harapos con algunas manchas de sangre.

Mientras que el demonio me golpeaba, logré acercarme a donde estaba mi espada y la tomé, clavando la mitad de esta en el pecho del demonio.

Sólo debía mantenerlo dos minutos mientras terminaba de amanecer...

- ¡Ya quítate niña idiota! -Exclamó y trató de sacar la espada, pero yo me rehusaba a soltarla-

Sólo un minuto... Ya empezaba a ver los rayos del sol.

- Molestia... Gruñó y me pegó un puñetazo en la cara obligándome a soltar la espada-

Pero cuando iba a atacarme nuevamente, se hizo de día y empezó a quemarse hasta que finalmente se redujo a cenizas.

Tomé la espada y seguí mi camino hasta que a lo lejos ví el resplandor morado de las glicinias, ¡bien! No están muy lejos, si sigo por este rumbo debería llegar antes de que el quinto día terminé.

Kizuna 《 Giyuu Tomioka Y Tu 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora