El público la había amado. Vitoreaban, gritaban y aplaudían solo para ella y su excelsa actuación tras el fin del primer acto. Christine sonreía radiantemente con los brazos extendidos hacia las personas, con su corazón latiendo al ritmo de un galope veloz, el sudor sobre sus brazos y la dicha recorriéndola de pies a cabeza.
A pesar de los nervios iniciales que amenazaban con borrar de su memoria todo lo que había leído en el libreto, ella se superó a sí misma y le dio una patada a su TDAH, musitando cada línea con maestría y elegancia, interpretando correctamente las emociones como debían ser. Simplemente no cabía más alegría en ella, y estaba muy emocionada por fangirlear con Jeremy con respecto a su logro. Puede que ya se hubiera calmado y dejado atrás por hoy el extraño asunto del cual hablaban antes.
Ingresó a través del telón, con la mirada aún perdida sobre la gente. –¡¿Me vieron allá afuera, chicos?! ¡La audiencia me amó! –No escuchó respuesta alguna. Le pareció raro, ya que desde el escenario que estaba escuchando un escándalo bastante ruidoso de dudosa procedencia, y no pudo intervenir. Volteó, encontrándose horrorizada con que todo el elenco, los encargados de la utilería y las luces, incluso el señor Reyes y alumnos que nada tenían que ver con la obra, yacían inconscientes derrapados en el suelo. –¿Chicos?... ¡¿Chicos?!
Instantáneamente corrió hacia la persona más cercana, zarandeándola para despertarla, y así fue pasando de una persona a la otra sin que diera resultado. Todos se habían desmayado y no despertaban, ni siquiera Jeremy a quien había propinado cuatro bofetadas, zarandeos y gritos, se dignaba en siquiera moverse o dar señales de vida.
Se levantó asustada ¿Qué estaba ocurriendo? No podía ser una broma, ni siquiera a sus compañeros se les daba tan bien la actuación ¡Además había chicos que no participaban de la obra! ¡Hasta algunos maestros estaban ahí!
–A-Ah... ¡Ayuda, ayúdenme, por favor! –Gritó horrorizada, casi al borde del llanto. Y es que no entendía qué ocurría, y no sabía si los aludidos estaban muertos. –¡Por favor, están...! –Para su desfortunio, la gente creía que ese pánico no era más que una actuación más. Eso frustró a Christine, sin embargo supo cómo callarlos y hacerse entender. –¡No! ¡No aplaudan! ¡No estoy actuando! ¡Todo el elenco se ha desmayado! ¡TODA LA ESCUELA SE HA DESMAYADO! ¡LLAMEN AL 911!
Así fue como todo el mundo pasó de estar en silencio a murmurar, y algunos adultos a gritar por sus hijos mientras que los demás hacían caso a Christine y llamaban a la ambulancia.
Todo lo que siguió a ello fue un completo caos. Ambulancias iban y venían a la escuela buscando por cantidades a los estudiantes y maestros que encontraban inconscientes. Todos se preguntaban los unos a los otros a qué se debía esto, también había padres angustiados colgándose de los paramédicos para obtener respuestas que ellos no tenían. Ella en cambio se había quedado lo más serena que podía, intentando ayudar en todo lo posible a los médicos para identificar a los estudiantes que no reconocían y no traían a sus padres consigo.
Afortunadamente solo eran los estudiantes de tercer año en adelante los que estaban ahí, y es más, de ese año solo había algunos al igual que con quinto año. Solo cuarto año estaba completamente presente esa noche, junto a los maestros encargados como la señorita Sawyer, la enfermera, la señorita McNamara, la señorita Heron, etc.
Ella también quería ir al hospital a cerciorarse de que Jeremy estaba bien, pero no la iban a dejar subir a la ambulancia por falta de espacio. Para su fortuna, sí podría ir, conoció rato después a alguien que podría llevarla.
–¡Esperen, esperen...! ¡Mínimo díganme qué le pasó a mi hijo! ¡¿Él está bien?!
Miró a la dirección de donde provenían los gritos, era un señor en bata, aunque con pantalones, siguiendo a un par de paramédicos que llevaban a uno de los chicos en la camilla. Era... ¿Jeremy? Entonces... ¡Ese era el señor Heere! No sabía que los padres de Jeremy iban a asistir a la obra, de haberlo sabido le hubiese encantado presentarse.
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«Be more GAY» [Boyfriends Au]
Fanfiction«Jeremy Heere es un idiota promedio de la escuela secundaria. Día tras día, busca la forma de confesarle su amor a su mejor amigo Michael Mell, el chico que cree nunca poder tener, y toma nota de cada pequeña humillación que viene hacia él. Hasta qu...