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Ya pasados varios minutos de bromas y carcajadas que regresaban en cuanto se iban, como un ciclo vicioso. Ambos jovencitos dejaron de hablar, y solo contemplaron el techo de color marfil.

—Hwanwoong...

—¿Qué pasa?

—¿Es normal que me ría tanto? ¿Incluso si soy un demonio?

Ninguno estaba cerca del otro, ni tampoco estaban mirándose fijamente, ni mucho menos parecía que hubiese alguien más en ese cuarto; y a pesar de todo eso, se sentía muy real todo lo que hablaban.

—Bueno —se quedó pensativo el más bajo—, eres un demonio. Pero antes algunos de ellos eran personas, y otros ángeles ¿no? Supongo que sí, es normal. No he visto series de demonios que no puedan reír —sonrió cálidamente al techo.

No supo por cuánto tiempo estuvo en completo silencio, pero se sentía tan en paz que dejó pasar el sol, las nubes e incluso el timbre del celular. Pues solo se levantó cuando el último rayo de sol se despedía, y justo cuando su estómago hizo un pequeño anuncio de hambre.

En cuanto se levantó sin mucho esfuerzo, vio que el otro hombre a su lado, estaba plenamente dormido y que aun con todo lo ya dicho, a primera vista se veía como un chico normal y no como un ser que lo intentaba incitar a cosas malas.

Sonrió en cuanto vio que se movió ligeramente como un gatito molesto, y se fue directamente a la cocina. Sacó unos ramen de la refrigeradora, y los puso a calentar en el microondas.

Prendió las luces de todo el departamento excepto las de la sala y se sentó a ver la televisión en el otro sofá que se hallaba frente al objeto mencionado.

Mientras veía un programa aburrido de caza fantasmas, se puso a pensar en todas las cosas que le habían llegado a pasar en tan poco tiempo. Y, sobre todo, que no sabría cómo debía arreglárselas cuando estaba conviviendo con un demonio.

Estuvo pensando eso buen tiempo, hasta que sintió una nueva vibración en el suelo. Se agachó para revisar, contemplando que era su celular. No sabía cómo habia llegado ahí, pero estaba feliz de tenerlo de vuelta.

Revisó tan rápido como pudo; tenía mensajes de Seoho, así como varias llamadas perdidas y algunos mensajes de voz disculpándose por no contestar en el momento. Hwanwoong le escribió que no se preocupara, que ya tenía todo bajo control pero que al día siguiente fuera a su departamento para mostrarle algo.

𝐁𝐢𝐭𝐞 𝐌𝐞 #RedMoon2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora