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Dieron de alta a Elena del hospital a la mañana siguiente, la llevaron al departamento ¿Sería duro para ella olvidar? Sin duda.

Regresar al lugar donde perdiste tu vida, perdiste tu sonrisa era duro y todo los recursos se venían a la mente de esa noche donde todos sus sueños, donde todas sus ilusiones se fueron.

Entraron al departamento y Héctor acompaño a Elena a su habitación, la recostó en la cama y acomodo todo bien para que estuviera tranquila.

Héctor salió de la habitación de Elena con mucho cuidado para no despertarla, miro a los chicos que estaban preparando el desayuno y se acercó con ellos.

— Fuí un estúpido al pedirle un tiempo para mí cuando ella necesita más que nunca que la ayude a superar todo esto — dijo Héctor con frustración

— Claro que no, bueno, un poquito pero es normal que pienses así en estos momentos, es difícil tener la mente limpia cuando en tu alma solo hay dolor y oscuridad — dijo Claudio poniendo una mano en la espalda de Héctor

— Necesito saber lo que pasó con Cobra, él solo me dijo que discutió con Elena pero ¿Por qué se puso tan mal?— dijo Héctor con lágrimas en sus ojos

Emilia miro confundida a Héctor y después a Claudio —¿Cobra y Elena discutieron?— dijo Emilia confundida

— Si, fue mucho antes que pasara todo esto — dijo Héctor

— Martina debe saber algo pero no quiero que recuerde lo otro — dijo Claudio

— Tranquilo papi, intento olvidar lo que pasó con mi tía nena pero es imposible, si puedo ayudar en algo lo haré — dijo Martina detrás de ellos

Claudio y Héctor voltearon a ver a Martina y Emilia se acercó a ella
—¿Que haces despierta Martina?— dijo amable

— No podía dormir mami, tenía muchas pesadillas así que mejor quería ir con mi tía Elena para abrazarla pero escuche que hablaban del señor que vino con mi tía el otro día — dijo Martina

—¿Que paso exactamente Martina?— pregunto Emilia confundida

— Pues mi tía abrió la puerta y ese señor comenzó a reclamarle de que por qué lo había olvidado y que por qué se había embarazado, mi tía le dijo que se fuera pero ese señor insistió en quedarse y comenzó a gritarle a mi tía, después salieron y escuché los gritos de mi tía que le decía a ese señor que mi tío Héctor era mejor que él — dijo Martina y Héctor sonrió — cuando por fin pensé que se había acabado, el señor le gritó a mi tía que compadecía mucho de mi primita que falleció, por qué le había tocado una madre como mi tía y después le dijo que esperaba que nunca naciera, mi tía entro llorando y lo único que hice fue abrazarla — dijo Martina con lágrimas en sus pequeños ojos

— Martina ¿Después notaste algo raro en tu tía?— dijo Emilia

— Hicimos galletas pero mientras las hacíamos, mire que mi tía masajeaba su vientre y hacia caras como de dolor o disgusto, le pregunte que tenía y ella me decía que nada, que todo estaba bien, se fue a la habitación unos minutos y después regreso — dijo Martina

—¿Y después no recuerdas que pasó?— dijo Héctor

— Pues yo me quedé dormida después de comer galletas y cuando desperté fue por el grito de mi tía Elena que venía del baño y también estaba llorando. Cuando entre mi tía no reaccionaba y había sangre por toda la tina — dijo Martina llorando — no sabía que hacer, hubiera querido salvar a mi primita — dijo llorando

— Hiciste lo que pudiste Martu, ahora ti primita está bien, ya no está sufriendo, lo único que necesitamos es que ya no le recuerdes a tu tía Elena a la bebé y que cuides mucho de ella — dijo Emilia sonriendo

— Necesitamos que la quieras mucho y le tengas mucha paciencia, que la apapaches y animes — dijo Macarena

—¿Puedo ir con ella?— pregunto Martina con una sonrisa en su cara

— Claro — dijo Héctor

Martina corrió al cuarto de Elena, Emilia abrió la puerta y vio como Martina corrió a la cama de Elena y se acostó junto a ella, ella la abrazo con una sonrisa y se quedaron dormidas juntas.

— Espero que Elena se ponga bien — dijo Bárbara sonriendo tristemente

— Cuando pase el duelo, estaba pensando llevarla a México nuevamente — dijo Héctor triste

— No es necesario regresar si no quieres Héctor, aquí esta tu vida y la de Elena — dijo Claudio

— Eso digo yo y así lo creía pero se que muy dentro, Elena extraña a su madre y a sus hermanos, también extraña ir a México y abrazar a su familia, creo que es momento de regresar, al cabo ya terminamos los estudios — dijo Héctor sonriendo

—¿Harías ese sacrificio por mi hermana?— dijo Claudio confundido

Héctor sonrió y negó divertido
— Hay Claudio, haría eso y muchas cosas más por tu hermana — dijo Héctor con una sonrisa

Claudio sonrió al igual que Emilia, Maca y Bárbara, los cuatro se unieron en un abrazo grupal que fue interrumpido por el timbre de la puerta.

—¿No esperamos a nadie cierto?— dijo Emilia confundida

— Creo que no — dijo Héctor confundido

— les dije que la vida es mejor con amigos no? Quiero que le saquen una sonrisa a Elena y es por eso que traje a algunos amigos — dijo Claudio con una sonrisa

—¿A quien trajiste Claudio?— dijo Emilia confundida

Claudio se acercó a la puerta y la abrió, entro un niño corriendo de al menos 10 años, buscando por todas partes, después entraron Diego, Aris y Temo.

—¿Y Martina?— dijo Arqui

—¡Aris, Temo y Diego! Que gusto verlos — grito Emilia de la felicidad

Tenía muchísimo tiempo que no veía a sus amigos, casi tres años que dejó de verlos y ahora tenerlos enfrente de ella la llenaba de felicidad.

Emilia abrazo a los tres chicos al igual que Claudio, Aris se presento con Maca y Bárbara, después se acercó con Héctor y lo abrazo, lo imitaron Temo y Diego.

— Supe lo que pasó con Elena y Claudio nos llamó para que vinieramos — dijo Aris triste

— Está realmente mal, todo esto es mucho para ella y para nosotros es triste — dijo Emilia triste

— Miren chicos él es Héctor, esposo de Elena — dijo Claudio — ella es Macarena mi hermana y ella es Barbara, su novia — dijo

— Mucho gusto yo soy Cuactemoc López pero me pueden decir Temo — dijo Temo muy amable y se acercó a Héctor — lamento demasiado su perdida, quiero que sepas que los apoyo 100% — dijo y abrazo a Héctor

— Yo soy Aristóteles Córcega pero me pueden decir Aris, lamento mucho su perdida, Elena es una increíble chica y no se merecía esto — dijo Aris abrazando a Héctor

— Yo soy Diego Ortega pero me pueden decir Diego o Diegonchas, como gusten y realmente lamento la perdida de ambos, es demasiado fuerte todo lo que pasó y en un tiempo tan precoz — dijo Diego abrazando a Héctor

Pues llegó Aristemo y Diegonchas ¿Creen que Elena se mejore?

Aprender a Quererte T3   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora