112 horas desaparecidas
- Elena tiene incrustado un chip en su arete al igual que un micrófono en su collar, espero que Leonardo no sw los quite - dijo Héctor tecleando en la computadora
-¿Por qué mi hermana tiene esas cosas? ¿No confías en ella o que?- dijo Claudio confundido
- Confío demasiado en tu hermana, solo fue por su seguridad, México no es para nada seguro y quería dejarla estar libre caminando por las calles de la ciudad pero con seguridad - dijo Héctor
- Paulina no me habló, no sé si las cosas estén bien allá y no puedo hacer nada, no se cómo está Emilia - dijo Claudio desesperado
-¿Tu crees que yo estoy muy bien sabiendo que mi esposa está en el mismo lugar que tu novia con el psicópata de mi hermano?- dijo Héctor
- Pues no pero tú sabes que Leonardo no tocaría a Elena pero se que a Emilia si - dijo Claudio frustrado
- Te equivocas Claudio, Leonardo y yo terminamos muy mal y es capaz de vengarse de mí sabiendo cuánto amo a Elena - dijo Héctor bajando la cabeza
- Es momento de meter al clan Rubio en esto, no pienso quedarme de brazos cruzados mientras mi novia y mi hermana están con ese psicópata - dijo Claudio enojado
Salió de la casa y Héctor intento detenerlo, Claudio tomo el coche y fue demasiado tarde, él se fue rumbo a la hacienda Rubio.
(...)
- Mira quién está acá, se que mi hermano estará tan preocupado por tí - dijo Leonardo con una sonrisa enorme
A Elena la había metido en una habitación muy oscura, separada de Emilia y solo tenía un colchón viejo para dormir.
-¿Dónde está Emilia? Se que la tienes aquí - dijo Elena con odio
- Emilia está de maravilla, es más, está satisfecha, le he dado lo que tú hermanito no le dió nunca - dijo Leonardo con una sonrisa malvada
- Maldito infeliz - Elena se abalanzó para golpearlo mientras lloraba pero Leonardo fue más fuerte que ella y la tomo de las manos y la acostó debajo de ella -¿Que le hiciste? - dijo sin dejar de llorar
- Hemos echó el amor desde que llegó y ella no ha puesto resistencia, creo que es el efecto de la anestesia que le he puesto... sí es eso pero no te preocupes, que también tengo tiempo para tí - dijo Leonardo sínico
- No te atrevas a tocarme estúpido - dijo Elena entre dientes con demasiado odio
Leonardo comenzó a desabrochar lentamente los botones de la blusa de Elena mientras ella intentaba safarse del agarre de Leonardo.
-¿Como deberíamos empezar? Te acuerdas cuando lo hicimos en la sala de mi casa y el tiempo que le vimos la cara al estúpido de mi hermano, creo que no te extrañará demasiado, es más no lo extrañarás después de lo que haremos - dijo Leonardo con una sonrisa
Comenzó a besar a Elena con fuerza mientras ella pataleaba y golpeaba de Leonardo pero era en vano, él era más fuerte que ella y es que las fuerzas de Elena habían desvanecido en esos días.
Paulina entro a la habitación de Elena y quitó a Leonardo de encima de Elena, fue cuando ella corrió al otro extremo de la habitación.
- Eres un invecil, no puedes tener sexo con ella idiota, tenemos que hacer sufrir a tu hermano y a Claudio, no tener sexo con las rehenes - dijo Paulina enojada
-¿Que quieres Paulina? Así es como yo haré sufrir a esos inveciles y tú? Parece que estás de su lado - dijo Leonardo acercándose a Paulina
Paulina miro nerviosa a Elena y ella le hizo señas - No, solo venía a avisarte que llegaron unos hombres que quieren verte - dijo
Leonardo miro a Elena y después a Paulina - Vigila bien a esta chica, ahora vuelvo - dijo Leonardo
Leonardo salió de la habitación y cerró la puerta con llave, Elena dejo salir todo el aire que tenía adentro y se acercó a Paulina.
-¿Estás bien?- pregunto Paulina confundida
- Si, gracias enserio, me salvaste, no se cómo haz soportado a ese idiota - dijo Elena con asco
- Por mi abuelo lo hacía, sentía que todo ese sufrimiento me lo merecía por hacer todo esto - dijo Paulina con la mirada abajo
- Nadie se merece esto Paulina por muy mal que haya echo - dijo Elena sonriendo triste
- Bueno pero cambiando de tema - dijo con una sonrisa - Te traje algo - Paulina le entrego un sobre a Elena - Me lo encontré en las cosas de Emilia, las que le quitaron cuando llegó aquí y pues como decía tu nombre, quería entregartelo, por cierto, felicidades -
Elena tomó el sobre con una sonrisa
- Por favor no le digas a Héctor, quiero decirle yo cuando salga de aquí - dijo Elena con una sonrisa- No te preocupes, ahora abrochate los botones y hay que empezar con la segunda parte del plan - dijo Paulina con una sonrisa
- Pero debemos encontrar a Emilia primero - dijo Elena
- Emilia yo sé dónde está pero es el cuarto más vigilado - dijo Paulina
(...)
- Claudio, debemos esperar a que las autoridades procedan en el plan de rescate - dijo León preocupado
- León, si Machu estuviera allí y también tu mamá o tu hermano ¿Harías hasta lo imposible por rescatarlos?- dijo Claudio desesperado
- Si, daría mi vida por ellos - dijo León
- Pues lo mismo siento ahora, mi novia, la madre de mi hija y también mi hermana están allá con ese tipo que les puede hacer daño en cuestión de tiempo - dijo Claudio frustrado
- Hay que seguir el plan Claudio, a estas alturas deben estar en el segundo paso - dijo Héctor preocupado y no tan convencido
-¡ES TU ESPOSA HÉCTOR! No hay tiempo, está allá con el psicópata de tu hermano y mi novia también - dijo Claudio desesperado
- Está bien Claudio, te ayudaré a salvar a Elena y a Emilia pero ¿Si entiendes las consecuencias de meter al clan de mi padre en esto? Va a ver sangre regada y muchos cuerpos - dijo León
- Me arriesgaré - dijo Claudio con la cabeza abajo
- Igual yo, todo por sacar a Elena de allí, por eso no quería que fuera pero nadie les gana a los Meyer ¡Carajo!- dijo Héctor frustrado