𝕋3𝕏ℂ38: El futuro de los Meyer

522 41 5
                                    

1 semana después...

— Su casa esta aún en las condiciones correctas para que regresen — dijo Rosario con una sonrisa

Emilia y Claudio se miraron con una sonrisa — Nosotros no la necesitamos, en si queríamos darsela a Elena y a Héctor — dijo Emilia con una sonrisa

Elena miro a Emilia confundida
— No, no esa casa se las regale yo a ustedes, bueno en sí, era de Claudio y mía pero les regale mi parte, no se aceptan devoluciones — dijo Elena riendo

— Pero ustedes necesitan espacio como pareja — dijo Claudio

— Y ustedes necesitan más espacio, tienen una nena y se que Martina querrá tener una habitación así como la que tenía en Nueva York — dijo Elena

— Claro que sí, ya papi ya no peleen tanto, si ninguno la quiere, yo me quedo con ella — dijo Martina sonriendo

Todos comenzaron a reír
— Enserio Claudio, Emilia quédense con la casa, mi papá antes de que me viniera a México me ofreció las llaves de su casa — dijo Héctor

— Entonces ¿No vivirán acá?— dijo Rosario confundido

— Claro que no, no quiero que te sientas incomoda y también quiero que tengas espacio, necesitan espacio tanto tú cómo Santiago — dijo Elena

— Pero te irás muy lejos y no me vendrás a visitar tan seguido — dijo Rosario 

— No se preocupe Señora Meyer....

— Aaa no, Rosario, todavía no me queda eso de Señora — dijo Rosario riendo

— Muy bien Rosario, la casa de mi padre queda a unas cuantas casas de aquí así que no se preocupe por qué Elena no la venga a visitar, que de aquí no la va a sacar — dijo Héctor riendo

— Más te vale — dijo Rosario riendo

—¿Y que ha pasado contigo Patrick?¿Que nos puedes contar de tu vida?— dijo Elena riendo

— Mmm, nada — dijo Patrick sin expresión alguna

—¿Tienes novia?— dijo Martina sonriendo y Claudio escupió el jugo que estaba tomando

Comenzaron a reír de la cara de Claudio y de las preguntas de Martina
— Si Martina — dijo Patrick sonriendo

— No te merece— dijo Martina haciendo pucheros y cruzando los brazos

—¿Como que tienes novia? Solo quiero que te cuides y que no te vayan a romper el corazón — dijo Rosario

— Mamá no vamos a empezar con lo mismo por favor — dijo Patrick

— Y a todo esto ¿Dónde está Kevin?— dijo Elena confundida

— Tu hermano se fue a Colombia junto a Jessica — dijo Rosario con una sonrisa

— Kevin es todo un empresario, se encargo de la empresa de papá en la ausencia de vos y extendió la compañía hasta Colombia, es por eso que se fue para allá — dijo Patrick

— Y hablando de eso — dijo Santiago — acá nos hace falta un presidente en la compañía de México, tanto Rosario como yo, no tenemos las fuerzas suficientes para seguir al mando de la compañía — dijo con una sonrisa

— Es por eso que queremos que tú Héctor estés al frente de la compañía — dijo Rosario con una sonrisa 

—¿Yo? Pero si nos acabamos de conocer además aqui está Claudio — dijo Héctor confundido

— No Héctor, yo estoy bien así, lo mío nunca fue liderar la empresa más tu si tienes esa vocación de hacerlo, lo mío es la música — dijo Claudio sonriendo

— Creeme que si no viera lo que veo en tí Héctor, no te pondría en la empresa pero este pequeño tiempo que llevas con nosotros me he dado cuenta que Elena no pudo haber escogido a nadie mejor que tú — dijo Rosario con una sonrisa 

—¿Ves que no soy la única que me doy cuenta? Tienes un gran corazón Héctor, no saliste para nada parecido a tu madre, ni a Leonardo, saliste idéntico a Ricardo, igual de noble — dijo Elena con una sonrisa 

Héctor sonrió y volteo a ver a Rosario y a Santiago
—¿Entonces que dices campeón?— dijo Claudio palmeando su espalda

— Que será un honor cubrirlos — dijo Héctor sonriendo

— Y como Sub Presidente quiero que estés tú Emilia — dijo Rosario sonriendo

—¡Felicidades Elena...espera ¿Que?— dijo Emilia confundida

— Que estarás como Sub presidenta de la compañía Emilia — dijo Santiago riendo

—¿Es broma cierto? Aquí está Elena, ella sabe más de esto que yo, yo no soy capaz para este mando — dijo Emilia

— No es broma Emi, a mi me habían preguntado y lo que dije que la mejor opción para este mando eres tú — dijo Elena sonriendo

— Pero yo no sé nada de esto, además tú eras la que te encargabas de los negocios de los Meyer, tú sabes más que yo así que es tu puesto — dijo Emilia entre miedosa

— Era mi puesto, en tiempo pasado, se que tú puedes Emilia, yo necesito dedicarme a mí después de tantos problemas en mi vida — dijo Elena sonriendo

— Está bien pero...con una condición — dijo Emilia

—¿Cuál?— dijo Santiago

— Elena tendrá que darme un tutorial por qué no quiero cagarla — dijo Emilia riendo

Todos rieron y Elena asintió

(…)

— Bienvenida a nuestra guarida, nadie podrá encontrarnos acá — dijo Leonardo con una sonrisa malvada

— Ya hemos llegado demasiado lejos Leo, deberíamos dejarlo aquí, nos van a descubrir  — dijo Paulina

— Haber corazón, nadie acá nos va a descubrir — dijo Leonardo poniendo una mano en la mejilla de Paulina — Solo confía en mí — dijo

Leonardo comenzó a besar a Paulina ferozmente, la aventó en la cama y comenzó a quitar sus prendas mientras seguía besandola, ella solo guardaba silencio y sus lágrimas escurrían por sus mejillas.

(…)

— Enserio no me gusta para nada ser la nueva sub-presidenta de la empresa Meyer, yo no sé nada de eso Claudio — dijo Emilia frustrada

— Ya amor, cálmate un poco, no es para tanto, solo el futuro de los Meyer está en sus manos — dijo Claudio riendo

— Te odio — dijo Emilia abriendo la puerta de su antigua casa

Emilia y Claudio entraron con todas las maletas, Emilia se quedó parada en la puerta mirando su casa, estaba idéntica a como la había dejado.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y Claudio la abrazo por la cintura
— Usted anda muy sensible — dijo Claudio riendo

— Es que se me metió una basurita al ojo, solamente — dijo Emilia limpiando sus lágrimas

— Oye — dijo Claudio depositando besos en los hombros de Emilia

—¿Que pasa? — dijo Emilia

— Pues no está la nena acá y tenía la grandiosa idea de re-ignagurar está pequeña casa con una increíble noche ¿No sé si le parece?— dijo Claudio sonriendo

— A mí me parece perfecto — dijo Emilia sonriendo

Claudio sonrió para después cargar a Emilia, ambos se conducieron a su habitación, se recostaron y comenzaron a deshacerse de toda su ropa.

Y esa noche, nuevamente se hicieron uno


Aprender a Quererte T3   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora