1

1.8K 77 84
                                    

—Ah, esto es estresante. —dijo Tony, deslizando la pantalla mientras descartaba opciones.

No pedía mucho la verdad, quería un apartamento que le quede cerca a la universidad y que sea espacioso para todas sus cosas puedan entrar. Pero todos los que encontraba en ese sitio web no terminaban de convencerlo; hasta que uno de los anuncios llamó logró captar su atención:

"Busco compañero de piso para compartir gastos. El apartamento está ubicado cerca a la universidad y el centro comercial."

Vio el nombre del anunciante, Steve Rogers, y se le hizo conocido, le pareció haberlo visto en la lista de ingresantes de la universidad; así que, decidió llamar.

—Hola, ¿Con quién hablo? —Una voz áspera y profunda se escuchó por la bocina.

—Sí, hola; —carraspeó —; vi tu anuncio en internet y estoy interesado en el apartamento.

—Um, claro, puedes acercarte a la dirección que se indica para que lo veas.

—¿Esta tarde? –preguntó.

—Sí, e-esta bien.

Tony colgó el teléfono pareciéndole divertido el repentino nerviosismo del chico. Se recostó en su silla y suspiró, por su voz, parecía alguien agradable, y sin darse cuenta empezó a sentirse ansioso por el hecho de conocerlo.

_______________________________

Steve se acababa de sentar a desayunar. El día anterior había sido muy cansado, un trabajo de tiempo completo más sus estudios resultaban muy agotador para él, pero necesitaba el dinero, al menos hasta encontrar un compañero de piso.

Iba a morder su sandwich cuando el teléfono timbró, prácticamente saltó de su silla y se lanzó sobre el.

—Hola, ¿Con quién hablo?

(...)

Al colgar el teléfono se sentó sobre el sofá, no entendía porque se había puesto nervioso y hasta había tartamudeado cuando aquel muchacho le dijo que iría.

Era su voz.

Estaba seguro que la había escuchado antes, tal vez en la universidad o en la calle.

Tal vez en un sueño.

Pero sea como sea tenía que seguir con su día, se puso de pie, palpó sus mejillas y terminó su desayuno.

________________________________

Esa tarde:

—Ok, ¿Que rayos te pasa? Solo toca la maldita puerta… —dijo el castaño, mientras su puño se debatía sobre la madera de la puerta del apartamento de Steve. 

Eran casi las 5 de la tarde. Steve lo había estado esperando, impaciente, pero conforme pasaban los minutos creyó que ya no llegaría, así que se dio un baño, se puso un buzo holgado, y como todas las tardes se dispuso a salir a recoger su correspondencia, toalla colgada sobre su torso desnudo, por el cual aún chorreaban algunas gotas de agua.

Pero algo lo interrumpió cuando abrió la puerta.

Y ese algo era Tony, quién aún tenía el puño levantado.

—Oh por…—Sus ojos corrieron de sus pectorales húmedos a sus ojos azules, sin poder evitarlo los labios del castaño se separaron un poco.

 Sí, el rubio lo había dejado boquiabierto. 

Viviendo con mi Crush! (Stony) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora