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—Dime que me tienes buenas noticias. —Tony se sentó frente al pelinegro, dejando la bandeja con su almuerzo a un lado, en lo último que pensaba en ese momento era en comer. 

—No exactamente. —Stephen se veía de verdad angustiado. 

—Ya, suéltalo. —Sus pies tamborileando en el piso. 

—Tengo una amiga de tercer año que la conoce, consiguió su número ayer y la llamó, por cierto, se llama Sharon. 

—¿Parece que me interesa saber su nombre? Ve al grano. 

—Son pareja. 

°°°

Steve salió corriendo del aula ni bien escuchó el timbre de receso. Tenía que encontrar a Tony. 

Sharon le había contado esa mañana sobre la extraña llamada que recibió el día anterior y su pequeña mentira al afirmar que eran novios. 

Al principio Steve no le había dado demasiada importancia, pudo haber sido cualquiera, y en realidad las habladurías no le importaban. 

Pero entonces, como iluminación divina, pensó en Tony. 

No, no, no, por ningún motivo él tenía que escuchar eso, le daba igual lo que creyesen los demás. Pero es que Tony no pertenecía al montón e intuía que de cierta forma lo lastimaría, ese presentimiento le pinchaba en el pecho. 

Buscó primero en los pasillos, le dio una mirada rápida a los baños y luego bajó al cafetín, había recordado que almorzaría con Stephen. 

Los vio en una de las mesas de al fondo, Tony acababa de sentarse y parecía ansioso. 

Se fue acercando despacio, escondiéndose entre los alumnos que transitaban por ahí a esa hora. 

No entendió lo que decían, sus voces se mezclaban entre el bullicio, pero lo que sí logró captar es como las facciones de Tony se tensaron y sus ojos se cristalizaron, se quedó inmóvil por unos segundos. Entonces quiso acercarse pero Stephen se le había adelantado, se movió al lado de Tony y lo rodeó con un brazo, intercambiaron un par de palabras más, ahora el castaño sonreía. 

¿Qué había pasado? ¿Qué escuchó Tony qué hizo que reaccionara así? ¿Acaso podría ser por lo de Sharon? Las preguntas se aglomeraron en la cabeza de Steve mientras veía lleno de rabia e impotencia como SU Tony se alejaba con ese usurpador. Debió haber sido él quién esté a su lado. 

°°°

—Tony, ¿estás bien? —preguntó Stephen al ver que su amigo no reaccionó ante la noticia. 

—Sí, sí, yo… Me lo esperaba. —Trató de sonreír, pero sólo logró una mueca forzada, se maldijo al sentir como sus ojos se aguaban, "¿por qué?", se preguntaba, hacía lo posible por mantenerse fuerte. 

Stephen no esperó más, se paró y fue a sentarse junto a Tony, lo rodeó de un hombro dándole pequeñas palmaditas. 

—Tranquilo, no pasa nada. —Le dijo, como si estuviese tratando de tranquilizar a un niño pequeño. 

Tony respiró profundo, ¿de verdad le había afectado tanto? No podía creerlo, rió de pura incredulidad. 

—¿Qué te parece si nos saltamos las siguientes dos clases y buscamos algún lugar bonito para almorzar? La comida de aquí es un asco. —Le propuso a Stephen con una amplia sonrisa falsa. 

—¿Que me escape contigo? Ni siquiera tienes que preguntar. —Los ojos se le encendieron, y saltó del asiento cual resorte. Su entusiasmo enterneció a Tony, y ahora sí sonrió de verdad mientras lo seguía fuera del cafetín. 

°°°

Steve apretó los puños, caminaba por los pasillos de un lado a otro, cual fiera enjaulada preparándose para atacar. 

Presenciar aquella escena lo había puesto de malas y de verdad necesitaba calmarse, así que se encerró en un salón vacío a dibujar, perdiendo su siguiente clase, lo que valió la pena pues después de un par de horas ya se encontraba más relajado. 

Y se hubiese mantenido así si no fuese por Sharon. 

—¿Dónde estuviste? No te vi en estadística. —Le interrogó la rubia, acomodándose a su lado para recibir su última clase del día. 

Steve se removió incómodo en su lugar. 

—Me sentí un poco mal, así que preferí no entrar. 

—Oh bueno, ¿ya escuchaste lo que se está diciendo del chico nuevo? Ya sabes, el hijo de Howard Stark. —Steve le prestó atención de inmediato —. Tengo varias amistades de primer año, y andan diciendo que ya se consiguió pareja, lo ven con el mismo chico siempre, y hoy se desaparecieron después del almuerzo. Yo imagino que debe ser cierto pues varias de mis amigas pusieron sus ojos en él desde el primer día pero fueron rechazadas olímpicamente. Hoy lo vi y sí es bastante atractivo, es una pena que tenga otras preferencias, pero eso no le quita que sea un buen partido.

Sharon siguió hablando pero Steve ya no escuchaba, su mente sólo había captado las palabras "consiguió pareja" y "desaparecieron después del almuerzo" 

El profesor entró en ese momento y todos guardaron silencio. 

—Hey, ¿No vas a decir nada? —susurró Sharon inclinándose un poco sobre él. 

—No tendría por qué importarme su vida, y a ti tampoco. 

—No es que me importe, solo son chismes. —Se encogió de hombros, Steve no le dijo nada más y ella no insistió, le asustó un poco la expresión enfadada de su amigo.

Ahora el cambio era obvio, ella sabía que algo había cambiado en Steve. Estaba claro que no era el mismo. 

Miró sobre su hombro con curiosidad, desde el día anterior Steve pasaba mucho tiempo garabateando en ese cuaderno de pasta negra que nunca soltaba, logró ver el boceto de lo que parecía una persona antes de que él lo escondiera. 

Ya averiguaría de qué se trataba. 

~~~

Tony no regresó al apartamento hasta pasadas las 5, estaba cansado y un poco mareado como producto de haber compartido unos cuantos cócteles con Stephen. Oh sí, alcohol para el mal de amor. 

Dejó sus cosas sobre el sofá y arrastró sus pies hasta su habitación, cerró la puerta con seguro una vez adentro, pues lo último que quería ese día era ver a Steve, se quitó la chamarra y la correa del pantalón aventandolas en la cama. 

Pero entonces se dio cuenta de que no estaba solo y ahogó un grito cuando lo vio sentado sobre su cama. 

—¡Mierda! Steve, ¿Acaso quieres matarme? —Tony se llevó ambas manos al pecho. 

Steve, sin decir nada, se puso de pie y se acercó a Tony de forma amenazadora. 

—¿Dónde estabas? —preguntó, muy cerca al rostro del castaño, tanto que tuvo que retroceder un par de pasos. 

—Me demoré un poco en la universidad. —mintió, sintiéndose demasiado intimidado por Steve. 

—¿De verdad? Porque a mi me contaron otra historia. —Avanzó más, acorralando a Tony contra la puerta. 

Tony parpadeo rápido, ¿Acaso se trataba de una alucinación? Definitivamente tenía que dejar de beber tanto. 

—No sé de qué hablas y… ¿que rayos haces en mi habitación? —recuperó el control de su cuerpo y quiso escabullirse por un lado, pero Steve fue más rápido y apoyó ambas manos sobre la madera de la puerta, impidiendo que Tony se moviera. 

—Vine a reclamar lo que es mío. 

No hubo tiempo para más, Tony sintió los labios fríos de Steve sobre los suyos, una ola de calor le atravesó el cuerpo cuando sintió su lengua abriéndose paso en su boca. Sus brazos reaccionaron y lo rodearon del cuello, pegándolo más a su cuerpo. Steve hizo lo suyo con las manos, que comenzaron a acariciarlo con desesperación. 

Ambos comenzaron a perder el control. 

Viviendo con mi Crush! (Stony) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora