4.

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—Nat, te digo que está bien.

—¿En serio?, ¿el consentido de Howard Stark se conformó con un piso compartido? Perdón pero no puedo creerte.

—No fue fácil encontrar algo que me quedara cerca a la universidad. — Tony se removió en la cama, sostenía la bocina del teléfono entre su hombro y su mejilla mientras se limaba las uñas.

—Tienes un auto, la distancia no me parece un problema.

—¿Segura que no estás celosa porque no acepté vivir contigo?

—¡Ja! Bájate de tu nube Stark, solo te ofrecí mi casa porque te vi desesperado.

—Fingiré que te creo y… por cierto, supongo que vendrás a visitarme, quiero que conozcas a Steve.

—¿Al rubio musculoso que te dejó sin habla? Estaría más que encantada.

—N-No me dejó sin habla. —susurró —. Solo me sorprendí de verlo sin camisa.

—¿Y de qué tamaño fue el charco de baba que dejaste?

—¡Natasha!

—Iré esta tarde, estoy ansiosa por conocer a tu galán.

—Que no es mi… —Pero Nat ya había colgado —… galán. —Completó en un suspiro, colgando también el teléfono.

Ese día estaba resultando bastante extraño para él, después del desayuno y de una pequeña conversación con Steve que se resumió en un: "Gracias por la comida, iré a seguir acomodando mis cosas." y un "De acuerdo", como respuesta del rubio; Tony se había dedicado a desempacar y acomodar su habitación, intercambiando en ocasiones miraditas con Steve.

Todo aquello era nuevo para él, y no solo hablando del lugar, sino también de lo que empezaba a sentir, ¿Por qué ese cosquilleo en los brazos cada que sus miradas se cruzaban? ¿Por qué las palmas de sus manos sudaban y sus piernas flaqueban cada que sentía al rubio cerca?

"Ah de ser la emoción por mi nuevo hogar" pensó.

Pero no estaba del todo convencido, así que cerca al medio día y habiendo terminado de acomodar sus cosas llamó a Natasha, su mejor amiga desde que tenía memoria.

Hablaron largo y tendido acerca de aquel muchacho de zafiros en los ojos, pero en vez de calmar su ansiedad sólo la alimentó, dejando a Tony más confundido que antes.

De pronto una voz que ya conocía muy bien lo sacó de sus pensamientos. Tony caminó con sigilo hacia la habitación contigua, que era la de Steve, y pegó su oído a la puerta, curioso por saber con quién hablaba.

—Pues es más bajito que yo, pero eso solo lo hace ver adorable… Sí, es bastante apuesto… ¿¡Qué!? Claro que no, solo dije que tiene bonitos ojos… Oh vamos, es una cualidad digna de admirar.

¿Estaría hablando de él? Tony se apoyó más en la madera haciendo que está rechinara. Steve dejó de hablar de inmediato.

Minutos antes.

—¿Buck? 

—Hasta que te dignas en contestarme, mal amigo.

—Perdoname, estuve algo… ocupado.

—Ajá, déjame adivinar, ¿Con tu nuevo "compañero"?

—Pues… sí, trato de hacer que se sienta cómodo.

—¿Y como es él? ¿Alto?

—Pues es más bajito que yo, pero eso solo lo hace ver adorable.

—¿Guapo?

—Sí, es bastante apuesto.

—¡Te gusta! Ayer mencionaste sus "preciosos ojos" y hoy dices que es un chiquito adorable, así te quería agarrar Rogers.

—¿¡Qué!? Claro que no, solo dije que tiene bonitos ojos.

—Te gusta.

—Oh vamos, es una cualidad digna de admirar. —Entonces un sonido en la puerta lo puso alerta —. Tengo que colgar, te espero esta tarde como quedamos.

—Ok tortolo, adiós.

Y colgó el teléfono, caminó hacia la puerta y la abrió con cuidado, pero no vio a nadie.

El temor se apoderó de él al pensar en la posibilidad de que Tony haya escuchado su conversación con Bucky.

¿Se habría dado cuenta que hablaban de él?

Esa misma tarde lo sabría.

Viviendo con mi Crush! (Stony) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora