Viviendo con mi Crush! (Stony)

16

—Esto es imposible ¿¡Anthony Stark!? —Exclamó Sharon horrorizada, mientras seguía pasando las hojas del cuaderno de Steve en la seguridad de su habitación —. Durmiendo, riendo, hablando, ¡hasta comiendo! No puede ser… —Cerró el cuaderno con notable furia, ya había visto suficiente. 

Y es que en aquellas hojas solo había dibujos del castaño, algunos bocetos de cuerpo completo y otros solo de su rostro o sus ojos. 

Ahora entendía el porqué del comportamiento tan frío y distante de Steve. 

Estaba enamorado, y no de ella precisamente. 

Se dejó caer sobre su cama, aún procesando lo que acababa de descubrir. ¿Cómo era posible si ni siquiera se conocían? A no ser… 

Steve le había comentado hace una semana que buscaba compañero de piso, pero esos últimos días ya no parecía preocupado por eso. 

¡Anthony está viviendo con él! Es la única explicación lógica para todos aquellos dibujos del castaño haciendo cosas cotidianas, ¿pero sólo eran eso? 

Tenía que hacer algo, no podía dejar que Steve se le fuera de las manos tan fácilmente. 

°°°

—… Ambos estamos de acuerdo en que se quieren, ¿Verdad? —La pelirroja se acomodó sobre el regazo de Bucky. 

—Es más que obvio. —La rodeó de la cintura. 

—Pero Tony no lo admitirá, es un cabeza dura. 

—Y Steve es demasiado tímido para tomar la iniciativa, aunque diga que lo hará le costará mucho. 

—Lo que necesitan es un pequeño empujón, y para eso estamos nosotros. 

—¿Quieres que los ayudemos? 

—Piénsalo, gracias a ellos nos conocimos, se los debemos. 

—Tienes razón, ¿y que haremos? 

—Tú conoces la rutina de Steve, y yo la de Tony. Empezaremos por ahí. 

—Umm… Creo que ya sé a lo que te refieres. —Ambos se miraron y sonrieron con complicidad. 

°°°

Esa tarde, después de que Nat y Bucky se fueron, Tony se acomodó en su cama, planeaba no salir de ahí hasta el día siguiente, se hizo con unas cuantas revistas de cultura pop, creyó que lo mantendrían ocupado al menos por un par de horas. 

Por su lado Steve estuvo yendo y viniendo de su habitación a la de Tony y viceversa, queriendo llamar a su puerta, pero sin poder hacerlo. 

Después de unos cuantos intentos fallidos se dio por vencido y habiendo ya caído la noche se sentó en la cocina. 

A Tony le daría hambre y en algún momento tenía que salir a buscar comida. 

Sí, mejor lo esperaría. 

7:00 p.m: El estómago de Tony empezó a reclamarle, y aunque trató de ignorar el hambre, le molestaba el ruido. Pero decidió esperar un poco más. 

7:40 p.m: Se asomó por la puerta de su habitación y cuando se aseguró de que estaba despejado salió, caminó con sigilo hasta la cocina y le dio un vistazo rápido, pero se retractó de entrar al instante cuando vio a Steve sentado, para suerte suya no lo había visto ya que tenía la cabeza gacha y apoyada sobre sus brazos. Volvió a su habitación. 

9:00 p.m: Pegó su oreja a la madera de la puerta en un intento desesperado por tener alguna señal de si Steve seguía deambulando por ahí o ya se había ido a dormir.