StripX. [LarryStylinson] ❤

Capítulo 2.

Harry salió del camerino ya cambiado, muy satisfecho con la actuación que había logrado hacer esa noche, y se encaminó a la barra, que hoy estaba ocupada por Louis.

—Hola, Lou —Sonrió el rizado— ¿Cómo vas? ¿Necesitas ayuda?

—Hazz —Saludó Louis— No, tranquilo, hoy la cosa está tranquila, y Brad ha estado ayudándome en la Happy Hour. ¿Sabes? He estado pensando. Creo que Brad pudo ser la persona con la que estuve en mi cumpleaños.

Harry suspiró cansado. Louis se había obsesionado con el tema. No hablaba de otra cosa desde que pasó aquello. Por una parte, Harry se sentía halagado por eso, porque quería decir que realmente le había gustado, que estaba removiendo cielo y tierra para encontrarlo a él, sin saber que ese él en realidad era Harry. Pero por otra parte, Harry estaba frustrado, porque de todas las posibilidades que Louis había barajado, en ninguna estaba él, porque no lo veía tan bueno como para haber sido él, porque sentía que si se lo decía, Louis lo odiaría, y Harry no estaba dispuesto a permitir eso.

—No lo creo, Louis, no creo que sea él.

—Bueno, ya no sé cómo más averiguarlo, la única opción que me queda es acostarme con cada uno de ellos, y así sabré quién es.

Harry frunció el ceño. No solamente tenía que aguantar ser para Louis el “hermano pequeño” que ahora también tendría que aguantar verlo ir a follarse a cada uno de los chicos que trabajaban allí.

Una voz conocida los interrumpió. Era Ross, un viejo amigo de Louis que frecuentaba el club y al que Harry había conocido tiempo atrás.

—Hola, Louis. Hola, guapo —Sonrió a Harry.

—Hola, Ross —Dijo Harry dándole un beso en la mejilla.

—Hey, Ross. Ahora vengo, tengo que atender a gente.

Louis se encaminó al otro lado de la barra, dejando solos a Harry y Ross.

—Y dime, Ross, ¿cómo has estado? —Preguntó Harry.

—Muy bien, muñeco, aunque apenas he tenido tiempo de pasar por aquí últimamente. A ti no te pregunto que cómo estás, porque ya veo que cada día estás más guapo —Dijo Ross guiñándole un ojo a Harry.

—Bueno Ross, tú siempre lo has sido —Rió el ojiverde.

—¿Y sigues pillado por ese chico misterioso del que nunca has querido decirme ni el nombre?

—Pues… A decir verdad sí, aunque creo que es hora de olvidarlo. Pienso que ya he esperado bastante.

—Estoy totalmente de acuerdo y… dispuesto a ayudarte, Harry —Ross esbozó una sonrisa pícara mientras pasaba el dedo por el torso de Harry, a través de los botones desabrochados de su camisa.

Harry sonrió y acercó a Ross hacia sí agarrándolo de la cintura.

—Es una pena, Ross —Susurró en su oído— Pero estoy en el club, eres cliente del club, y tendrías que contratarme para conseguir meterte en mi habitación.

Ross le regaló una media sonrisa y sacó su billetera del bolsillo para ponérsela en la mano a Harry.

—Puedes cobrarte tú mismo, bebé.

Harry sonrió y atrajo más aún hacia sí a Ross. Él sabía lo que hacía, Ross era guapo, tenía muchísimo dinero y podía conseguir en una sola noche un buen polvo y una buena paga extra. No iba a desaprovechar una oportunidad así. Y no podía estar toda la vida esperando a que Louis hiciera algo para estar con él.

Acercó su boca al cuello del rubio y depositó un beso húmedo allí. Harry estaba apoyado en la barra, con la boca en el cuello de Ross, que tenía la cabeza apoyada en el hombro de Harry. Su pelo rubio caía desordenado sobre su frente, y jadeó al notar los besos y mordidas de Harry en su cuello.