La Hija de Spider-man [EN EDICIÓN]

² 🕷😢🤐 (EDITADO)

El olor a limpieza golpeaba su nariz, su vista miraba a un punto fijo. Sus ojos ardían y se notaban enrojecidos. Daiana se encontraba dormida en sus brazos, la pequeña tenía vendas por su brazo izquierdo y parte de su espalda. Según los doctores le quedarían cicatrices.

Desde la ventana que daba a la habitación, en el pasillo se encontraba Tony Stark. El maryor contemplaba como Peter abrazaba tiernamente a la pequeña y de vez en cuando le daba miradas dulces. Tony reconoció los gestos de Peter, eran los mismos que él hacía cuando Morgan se lastimaba o se enfermaba.

Los sonidos de unos tacones golpeando el suelo lo sacó de sus pensamientos. Al voltearse se encontró con su esposa quien le regaló de esas mirada que dicen que todo estará bien.

— May se encuentra estable. Dicen que en pocos días le podrán dar de alta. — dijo Pepper con una voz calmada.

— Y la niña? — preguntó Tony.

— A ella sí la tendrán que dejar un poco más de tiempo. Su bracito está recibió las peores partes de las quemaduras.

— May sabe eso?

— No, eso me lo explicó el doctor que la está atendiendo... iré con ella para decirle, tú ve con ellos. — dijo la mujer para después darle un beso en la mejilla a su esposo y luego retirarse.

Tony sin aguantar más entró a la habitación.

— Hey Pet... — saluda mientras se sentaba en el sillón.

— No pude hacer nada...— susurró Peter sin mirar a su mentor.

— Peter, lograste salvar a la niña. Ahora mismo están investigando que fue lo que ocacionó la explosión. Tu no tienes culpa de nada. — habló de manera suave el mayor.

Peter miró a Tony con ojos cristalizados para luego ver a Daiana. Le besó la cabeza y luego posó su mejilla sobre esta.

Tony apoyó sus codos sobre sus rodillas y miró fijamente a Peter. Notó la angustia en sus ojos y el temblar de su mandíbula. Realmente estaba asustado.

— Amas a esa niña no? — preguntó el mayor aunque en el fondo sabía la respuesta.

— .. Más que mi vida.

...

Los días pasaron volando. Al final Tony casi obligó a los Parker a vivir en la torre por un tiempo, aunque solo lo logró con Peter y Daiana, ya que Happy convenció a May de vivir con él. Si bien la mujer aceptó, eso no le impidió visitar la torre casi que todos los días solo para ver a sus niños.

Pete y Daiana tenían un piso para solamente ellos dos y habían dos habitaciones, pero Dai no se quiso despegar de su padre. Constantemente se despertaba por las noches llorando y Peter sabía que era por lo del accidente.

Ahora mismo Daiana estaba sentada en el sillón de la sala. Traía puesto un vestido de manga larga negro, unas medias con unos zapatos del mismo color. May estaba vestida con el mismo color y se encontraba sentada a su lado. La mujer acariciaba con ternura el cabello castaño de la niña mientras le preguntaba si quería comer algo, recibiendo negaciones de cabeza.

Peter traía puesto un traje negro y su cabello estaba un poco desordenado. Salió de la habitación encontrándose con Daiana y May en el sofá, se acercó y se puso de cuclillas en frente a la niña.

— Dai.¿Aún te duele el brazo? — pregunta Peter mientras ponía sus manos sobre las rodillas de Daiana.

La pequeña solo asintió. Peter miró a May y la mujer solo logró darle una mirada preocupada. Ya van varios días que Daiana no hablaba para nada, solo se comunicaba con señas o movimientos de cabeza.

— ¿Quieres algo peque? — Daiana volvió a negar con la cabeza.

La psicóloga les había mencionado que eso podría pasar después de un evento traumático para un niño. Solo tendrían que esperar, pero espera una espera pesada.

Peter llevaba días sin escuchar la voz de su hija.
Solo silencio y eso le quemaba por dentro. Solo quería que la niña estuviese bien.

Una lágrima traicionera resbaló por su mejilla. La cual fue limpiada por Daiana. Peter sonrió como pudo y se sentó en el sofá para acercar la cabeza de Dai a su pecho, abrazando a la niña. Daiana correspondió abrazando con fuerza el torso de su padre. A May se le arrugó la cara por la tristeza, pero en vez de secar sus lágrimas secó las de sus sobrino. Peter la miraba como si quisiera pedirle ayuda, pero lo único que ella podría hacer era darle soporte.

Todo era cuestión de paciencia ahora.

Un poco corto pero espero que les esté gustando.

Nota de Joha del presente.

Si antes era corto... ahora más.