8💫

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La castaña peinaba su cabello pensando en las cosas que Bill le había dicho hacía unos dos dias, fueron palabras asquerosamente duras pero también y sinceras. Ella pudo quedarse en la burbuja siendo feliz a cada momento, sin embargo dejó eso por su hermano. ¿Cómo no hacerlo? Juntos ellos podían conquistar el mundo. ¡Juntos vencieron a Bill! Y eso que se convirtió en el ser más poderoso del universo.

Pero ellos pudieron con el porque estaban juntos.

Pero después no.

Dipper se quedo ahí en Gravity Falls y ella regresó a California, regreso sin su otra mitad y el mundo se volvió loco.

El aprendió millones de cosas nuevas y ella lloro millones de lagrimas diferentes.

Ahora su relación de hermanos se había roto y seguía rota. No era lo mismo un "Estoy para ti" que un abrazo luego de una pesadilla.

Mabel bajó al sótano, saludó a su tío Ford y caminó hasta donde estaba su hermano.

- Hey Dipp, vayamos al pueblo a hacer algo. - pidió ella provocando que el la mirara extrañado.

- ¿Como que?

- Lo que sea. Recuperemos un poco de tiempo.

Dipper sonrió ante eso, le agradaba esa idea. Busco su gorra y ambos salieron al pueblo, a buscar una actividad que hacer.

Los gemelos Pines eran observados por Bill desde su castillo en aquella dimensión de pesadilla, junto a su hermano Will que flotaba a su lado.

- ¿Por qué siempre la espías? - preguntó el triángulo azul.

- Analizó a mis enemigos.

Will decidió irse ya que sus amos lo estaban llamando, dejando al rubio solo en su inmenso castillo ¿Por qué veía tanto a su Estrella fugaz? Al principio la analizaba, mientras el estuvo atrapado alguien rompió a esa Estrella fugaz y la apago desde adentro.

Durante millones de años el se había encargado de quebrar sus estrellas fugaces, pero el no hizo nada en contra de esta Estrella, solo la hizo llorar... no soportó verla llorar sin que tuviese ganas de abrazarla. ¿Por qué?

El era el demonio más poderoso de esa dimensión, no debía sentir lástima por aquellos de su rueda del zodiaco. Quizás era su sabor a ángel.

- ¡Gane! - gritó Mabel dando uno que otro salto.

- ¡No es Justo! Hiciste trampa Mabel. - se quejó el de la gorra mientras su hermana hacía su baile de la victoria.

- Aprende a perder Brobro.

Dipper sonrió viendo eso, se sentía de doce años otra vez, incluso parecía que el tiempo no había pasado en lo absoluto.

- ¿Que pasa? - preguntó al ver cómo ella se detuvo y se quedó mirando a la nada un momento.

-Nada. - respondió con una sonrisa. - debo ir al baño.

Dipper asintió y vio a su hermana dirigirse a uno de los baños portátiles que había en la feria. La castaña ingresó a uno de ellos y dejó la puerta sin seguro. La puerta se abrió y el maligno ser ingresó.

Ella no se había quedado viendo a la nada, se había quedado viendo a Bill del otro lado de la feria.

- ¿Que haces aquí? - cuestionó viéndolo con su enorme sonrisa, sus colmillos brillaban al igual que sus prados ojos. Aquella llama azul iluminaba el pequeño espacio.

- Busco humanos idiotas para hacer tratos, lo normal. ¿Que tal tu, Estrellita? ¿Hiciste las pases con Pino? - Mabel se quedó en silencio y solo bajo la mirada. - tomare eso como un no.

Ella suspiró pues Bill tenía razón, aunque los mellizos pines estaban cada vez más unidos no habían hecho las pases por completo y a ella le dolía bastante el hecho de que no estaba tan Segura de que alguna vez volvieran a llevarse como antes.

- Déjame en paz. Lárgate. Te he dado todo lo que quieres una y otra vez, por favor... déjame. En. Paz. - dijo tocando el pecho del rubio. Era más para no caerse que por compasión o conexión.

- Estás en un error, aún no me das lo que quiero.

- ¿Que demonios quieres de mi? - grito molesta.

- Todo.

Mabel se sorprendió al escuchar ese susurro tan cerca de su rostro. Bill la tomó de la nuca enredando sus dedos en los cabellos castaños y volvió la distancia entre ellos nula.

Bill Cipher la estaba besando. Mabel lo empujó alejándolo de sus labios, los ojos marrones de la chica se fijaron en el dorado del demonio. Aún seguían muy cerca para su gusto. El sonrió.

Y esta vez ella fue quien lo besó, rodeando su cuello con sus brazos.

Mabel sintió la suavidad de los labios de aquel demonio, el beso era suave y lento hasta que el mordió sus labios haciendo que ella soltara un pequeño gemido, permitiéndole así introducir su lengua en la boca de la chica.

Las manos de Bill acariciaban los muslos de Mabel y aquel beso que iba subiendo cada vez más de tono.

Se separaron del beso. El con una sonrisa de superioridad y ella con la respiración entrecortada.

Un corto beso más.

Ahora uno en el cuello. Mientras el caminaba con ella en brazos, sin que Mabel se diera cuenta habían entrado a su dimensión.

Ahora estaban en una cama. Besándose ferozmente y la mente de Mabel le decía que debía parar aquello cuando Bill se alejó de sus labios.

- quiero todo de ti... y lo tomaré

Estrella Rota - Mabill Donde viven las historias. Descúbrelo ahora