06.

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Lucia Osorio.

Estábamos en el evento de "vuelta canela" la fundación en la que mi mamá y Juana estaban trabajando, ambas se veían tan felices de ver todo haya salido tan bien, y se veían preciosas con sus vestidos.

- Pero que preciosas -le decía Simón a su mamá y a la mía- y usted también Luci, que belleza. -dijo sonriendo-

-Muchas gracias Monchito -dije abrazándolo-

Alex estaba a mi lado y cuando me separé de Simón noté lo incómodo que estaba, y la verdad yo también lo estaba, aún no le había comentado lo de Martín, tenía planeado hacerlo hoy después del evento, lo último que quería era montar un show de esta clase en el evento.

-¿Podemos hablar? -dijo Alex en voz baja, y ya sé lo que sigue después de esto.-

Tomé su mano y lo llevé hasta un lugar donde hubiese poca gente.

-No me agrada mucho la idea de que tus amigos siempre te abracen y sean tan cariñosos. -dijo en un tono de voz suave-

-Siempre fui así Alex, son amigos de casi toda la vida, al menos Simón, lo conozco desde los ocho años-le respondí- es como un hermano.

-¿Y el hermano de Simón, él qué?

Entré un poco en pánico pero supe mantener el control y no mostrarlo, después de tantas presentaciones a diferentes empresas había aprendido a manejar aquello.

-¿Qué pasa con Martín? -dije haciéndome la desentendida.-

-Las sonrisas que te da, como te ve, no me digas que no sabes de que hablo porque yo estoy viendo las cosas. -sabía que estaba celoso, pero trataba de mantenerse en calma.-

-Alexander, por favor.

-No Lucia, me incomoda que tus amigos te anden ganas.

-No, no le andamos ganas, como usted dice, tampoco le mentiré diciendo que de los cuatro ninguno tuvo nada con ella, porque no es así, yo fui novio de Lucia, cuando ella tenía dieciséis y yo dieciocho, hace ya siete años, pero se equivoca al creer que "le ando ganas" -decía Isaza haciendo comillas con los dedos en la última frase- Lucia es una amiga que quiero mucho y que hoy en día no la veo en otro ámbito que no sea amistad. -hablaba mientras estaba detrás mío como si tuviera que protegerme.-

-Gracias Juan Pablo, pero esto lo tengo que arreglar yo. -dije sonriendo-

-Estamos para lo que necesites Luci. -dijo sonriendo y se fue.-

-Mire nada mas los shows que está empezando a montar Alexander, usted no es así, ahora ubíquese que estamos en el evento de mi mamá y de Juana, y no quiero arruinarles esto, después del evento tenemos que hablar. -dije finalmente y me fui dejándolo solo.-

Caminé hasta la mesa de las bebidas y tomé una copa.

-¿Todo bien? -me preguntó Villamil-

-Sí, sólo que es complicado, él no es así, no sé qué le pasa. -dije frustrada.-

-Bueno, está intimidado ante estos guapos colombianos -dijo riendo, haciendo que la tensión que sentía se disminuyera un poco- sé lo que pasó, sé lo de Martín, todos lo sabemos, porque aparte de que él llegó desesperado a contarnos, ustedes no paran de lanzarse miradas, y aunque usted lo disimula mucho mejor que Martín, si se es observador uno entiende que algo pasó o está pasando.

-Das miedo, pero bueno, si ya sabe las cosas ¿para que negarlas? No sabe lo mal que me siento Juan Pablo, no sé cómo decirle.

-¿Se sintió mal cuándo lo hizo? Quitando el morbo, no me interesa mucho si lo hicieron bien o no, pero ¿Cómo se sintió usted? -preguntó-

-Soy la peor persona del mundo, pero me sentí bien, tengo que ser sincera, creo que jamás dejaré de lado este sentimiento por él, Isaza fue mi primer novio, pero Martín fue mi primer amor. -dije para después beber el líquido de aquella copa.-

-¿Que sintió cuando vio a Martín después de tanto? -parecía estar muy metido en su papel de psicólogo-

-Lo primero que pensé fue en que está muy guapo, aún más de cuando lo vi por última vez, y luego rabia al recordar, y mi corazón se aceleró y miles de cosas en el estómago. -le respondí-

-¿Es lo mismo que siente con Alexander? -preguntó viéndome directamente a los ojos.-

-No -dije negando con la cabeza- son sentimientos diferentes.

-¿Y cuál es más fuerte, en cuanto a sentimientos, Alexander o Martín?

Me quedé en silencio analizando mi corazón, Juan Pablo esperaba mi respuesta mientras bebía el líquido de su copa.

-Martín. -respondí finalmente-

-Ahí está -dijo moviendo su copa- creo que no hay mucho que pensar.

-Oh no, pero no crea usted que por eso voy a caer en brazos de Martín nuevamente, así de fácil no. -le dije.-

-Mujer de carácter, eso es bueno-dijo sonriendo- pero un amor así no se olvida, no se va. -dijo cantando una estrofa de sus canciones.-

-Eso de ser músico es tener siempre algo bajo la manga. -dije riendo.-

Reímos y fuimos a dónde estaban los otros, estaban reunidos en un pequeño círculo, estábamos hablando y ellos se quedaron en silencio al escuchar como por medio de las grandes bocinas de aquel lugar sonaba una de sus canciones.

Soñé un verano que se hiciera eterno.
Desde el momento en que vi tu mirada.
Me derretiste con esa mirada.
Pero el verano se volvió un invierno.
Cuando vi que otros brazos te esperaban.
Me congelé mientras yo te esperaba.
Y ahora entiendo cual es mi papel.
Nos queremos cuando nadie ve.
Las balas perdidas de este amor, prefiero no verlas en mi piel.
Si me preguntan por ti.
Diré que es mentira que toda una vida he soñado contigo.
Yo sueño contigo.
Si me preguntan por ti.
Diré que no es cierto que duele por dentro que no estés conmigo.
Te quiero conmigo.

Mientras los cuatro cantaban, Martín no quitaba su vista de mí, parecía que aquella canción se estaba convirtiendo en nuestra canción, y que desde que se salió el álbum nunca había tenido una canción como tal que me definiera, pero creo que encontré mi bala perdida y por excelencia.

-Saben, creo que ya sé cuál es mi bala perdida por excelencia. -dije-

-¿Así? Eso es interesante-respondió Martín- sería bueno que nos dijeras cual es, porque ahora yo tengo la mía más que clara.

-No hay que pensar mucho, ahí se las dejo. -dije dándome la vuelta y yéndome a buscar a mi mamá.-

Tener de nuevo| Segunda temporada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora