Lucia Osorio.
Después de aquella comida estuvimos hablando de los giros que han dado nuestras vidas.
— Pero usted ha cambiado mucho Lucia, ahora es una mujer sumamente determinada. —me decía Villamil.—
—Gracias Villa, creo que siempre fui determinada pero tenía miedo de demostrarlo, ahora tengo claro que mi opinión a veces es más que suficiente. —dije—
—Lucia es muy buena en lo que hace, cuando trabajábamos en México hacía unas presentaciones increíbles y consiguió muy buenos contratos. —decía Mar—
Continuamos hablando y un rato después nos levantamos para irnos, caminaba junto a Mar para irnos a casa pero me detuve al sentir que alguien tomó mi brazo.
—Necesito que hablemos —habló Martín—
Me giré a ver a mi amiga y ella asintió.
—¿Isa podrías llevar a Mar a mi casa? Es que yo me tengo que quedar. —le dije a mi amigo.—
—Un gusto. —dijo sonriendo y viendo a Mar.—
Se subieron al auto y se fueron.
—Pero no aquí. —me dijo—
—Y donde sugiere.
—Yo tengo un departamento al que voy cuando no quiero desvelar me en casa. —me respondió—
Subimos a un taxi y fuimos a su departamento. Llegamos al edificio y entramos para subir hasta su piso.
—Pasa. —dijo abriendo la puerta y haciéndose a un lado.—
Entré y me senté en el sofá y él hizo lo mismo.
—Lucia creo que ya estamos grandes y somos dos personas maduras, y podemos hablar de ésta situación, yo sé que es la fecha en la que usted sigue creyendo que yo de verdad le fui infiel, pero no es así, le dije la verdad, ya no soporto la idea de que estés lejos de mí, de que no me hables. —dijo tomando mi mano—
—Martín, yo quiero creerle, de verdad, pero si llegara a creer o no, no significa que tiene la pista abierta para que usted y yo volvamos a tener algo, la cosa no es tan sencilla, mi dignidad está por encima de muchas cosas.
—Y entiendo, eres determinada, y no me molesta, me gusta ver la mujer que eres ahora, de verdad, ¿Cómo se tomó las cosas Alexander?
—Bien, mucho mejor de lo que esperé realmente, ya es un hombre maduro, tiene veinticinco, así que sabe como son las cosas. —dije sonriendo sin mostrar los dientes—
—Permítame decirle que usted con uniforme de trabajo se ve muy bien. —dijo guiñando su ojo—
Sonreí y negué con la cabeza. Él se acercó y besó mi mejilla y pasó su dedo pulgar por ella.
—Te admiro, usted ya es una profesional y yo sigo siendo el mismo inmaduro. —dijo—
—Me tocaba comportarme como una profesional porque era novia de mi jefe, y soy profesional en el trabajo, pero acá con usted, soy yo, aunque he cambiado, igualmente me siento en la libertad de poder ser yo misma sin ser juzgada. —
—Jamás la juzgaré Lucia, sabe que conmigo puede ser usted misma sin problemas. —dijo tomando mi mano—
Se acercó a mí y me besó, llevé mis manos atrás de nuca y el bajó sus manos hasta mi cintura, se sentía la necesidad y el deseo de ambos, bajó sus besos a mi cuello y clavícula sus manos empezaron a soltar los botones de mi camisa y las mías no dudaron en sacar la suya. Me tomó por las piernas y fuimos hasta la habitación y sacó mi falda, sus caricias en mis piernas y nuestros movimientos se robaron más de un jadeo y suspiro.
Sentirlo cerca nuevamente me brindaba el mayor de los placeres y tenía en cuenta que a él igual. Seguimos en lo nuestro y como acostumbramos en un pasado, guardando esos momentos solo para nosotros
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Tener de nuevo| Segunda temporada.
Fanficsi terminamos y nunca más volvimos a coincidir, es porque definitivamente nuestros mundos no debían estar juntos pero... ¿qué pasa si la vida nos atraviesa nuevamente en la vida del otro?