Lucia Osorio.
Tenía ya tres meses en Bogotá, me sentía feliz,y de cierta forma un poco libre, cuando viví en México también fui feliz, pero siempre me tuve que mantener encerrada.
Aunque con Alex siempre estuve bien, nunca me sentí completamente libre, ni con la libertad de ser yo misma, porque el hecho de que él haya sido mi jefe afectaba de cierta forma.
Y ahora aquí, en mi ciudad, trabajando para don Mauricio me sentía en familia, le conocía desde los doce años, y él y doña Clemencia eran amigos de mi madre, así que todo era más cómodo.
Con respecto a mi vida y demás todo iba bien, Mariana y Juan Pablo estaban cuadrándose y salían cada que podían, mi mamá más que feliz trabajando al lado de Juana, y eso me llenaba el corazón, y Martín, Martín buscando la forma de conquistarme nuevamente, y yo dispuesta a ello.
Solía mostrarse inseguro, no dejaba de repetir que él no había dejado de ser un adolescente y que yo ya era una mujer completa, pero yo realmente me sentía nuevamente como una adolescente dejándose conquistar.
Mi teléfono vibró y lo desbloqueé para ver la notificación.
Bachi.🐥
Hola preciosa, ya estoy en Tabogo, ¿Nos vemos en su departamento?✨
visto 3:17pm.Lucia O.
Hola, sí, puede llegar por ahí de las 5:20-30.❤
visto 3:18pm.Bachi.🐥
Bueno,nos vemos mía.😍
visto 3:19pm.Dejé mi teléfono a un lado y seguí concentrada en mi trabajo, seguí leyendo aquel informe y asegurándome de que aquel proveedor era el ideal para la empresa y no tener ningún tipo de problema.
Fui a la oficina de don Mauricio a dejar mi resumen de aquel informe y los puntos positivos y negativos que había encontrado.
—Listo, acá está —dije dejando el folder sobre la mesa— tiene varios puntos a favor.
— Muchas gracias Lu, y eso me gusta, que no temas dar sus puntos de vista de los ofertantes. —dijo amablemente—
Don Mauricio se puede decir que fue casi un padre, ahora de grande me enteré que muchas veces él y su esposa habían ayudado a mi mamá con cosas del colegio y dinero en ocasiones que mi madre no sabía como rendir su salario.
—Gracias. —dije sonriendo—
—Por si Damaris no le ha dicho, el 24 haremos una cena, nosotros, ustedes las Osorio, los Vargas, y este año se unen los Isaza, pasarlo en familia —hablaba mientras leía las hojas— como antes, como cuando ustedes eran niños.
"Estaba al lado de Martín mientras comíamos helado con fruta, era 24 de diciembre y estábamos en la espera de que fueran las 12 para abrir nuestros regalos.
Estábamos en casa de los Vargas y habíamos decidido reunirnos junto a la familia Villamil Cortés, porque si bien ya había sido costumbre entre los Vargas y nosotros, este año ellos se nos habían sumado.
Llegó el turno de abrir mi regalo, abrí mi caja que era un poco grande, contenía un par de tennis que me había regalado Juana, una pinta de ropa que me había regalado mi mamá y en el fondo un sobre que decía «de parte de: la familia Villamil Cortés.
Para: Luci.»
Eran las entradas para un concierto de le había pedido a mi madre pero que por razones económicas no podía comprarme.—mami, no puedo aceptarlo. —le comenté a mi madre en voz baja, o lo que yo creía que era voz baja—
—Nos haría sentir mal que la rechaces, linda, son dos entradas para que Martín o su mamá la acompañen —decía Doña Clemencia— sabemos que es la primera vez que pasamos navidad junto a ustedes, y que tal vez no hay tanta confianza, pero también sabemos que este año usted fue el mejor promedio de su clase y lo tiene más que merecido.
—Hágale Luci, yo fui el de la idea del regalo, y sería lindo que vaya. —comentaba el Juan Pablo Villamil de catorce años—
Y de ahí en adelante aquella familia se había vuelto parte de nosotros."
—Me alegra que estén retomando tradiciones. —dije sonriendo—
Salí de la oficina y volví a mi lugar, cuando el reloj marcó las cuatro de la tarde salí junto a mi amiga y fuimos a nuestro departamento.
—¿Pasarás navidad junto a nosotros? —le hablaba a mi amiga—
—Sí, Juan me acaba de decir que su familia se reunirá con la tuya. —dijo sonriendo—
—Que bien, ¿Se verá con Isaza hoy?
—Sí, y no pasaré la noche acá, por aquello. —dijo mientras se quitaba los tacones—
—Ay ¿Y que piensa hacer ésta noche? —dije moviendo mis cejas de arriba hacia abajo y ella se sonrojó—
—Cállate babosa. —dijo golpeando mi hombro—
Fue a darse una ducha y después de que salió hice lo mismo. Terminé de vestirme y peiné mi cabello, sonó la puerta.
—¡Solecito! —escuché la voz de mi amiga para tirarse sobre Juan Pablo y que él la recibiera con los brazos abiertos—
—Hola, preciosa. —apreció Martín detrás de Isaza y caminando hacia mí para besarme—
—Hola. —dije cuando nos separamos—
—Nos vamos, adiós Lu. —dijo mi amiga mientras salía tomada de la mano con Isaza—
—Eso dos ya son novios, se lo apuesto. —decía Martín—
—Y los novios más melosos. —dije riendo—
—Estoy emocionado por la cena de este año. —dijo tomando mi mano y caminado hacia el sofá, haciendo que me siente en sus piernas—
—Yo también, extrañé pasar navidad acá. —dije sonriendo—
—Hay algo que yo quiero decirle antes de que sea la cena. —dijo mientras tomaba mi mano—
Me sentía nerviosa, si era lo que yo tenía en mente no iba a dudar en acceder.
—Sabemos que no estuvimos bien durante un tiempo, pero que hablando solucionamos muchas cosas, no me voy a permitir dejarla ir otra vez, porque es la fecha y sigo manteniendo que mi mayor suerte ha sido re encontrarnos, y yo quiero saber si usted quiere volver a ser mi novia. —dijo mientras me veía, su mirada no daba más que rastros de amor—
— Martincho, mi Marto —dije poniendo mi mano en su mejilla— no hay nada que yo quiera más que volver a estar con usted.
—No sabes lo feliz que me hace tenerte de nuevo. —dijo sonriendo—
ESTÁS LEYENDO
Tener de nuevo| Segunda temporada.
Fanficsi terminamos y nunca más volvimos a coincidir, es porque definitivamente nuestros mundos no debían estar juntos pero... ¿qué pasa si la vida nos atraviesa nuevamente en la vida del otro?