Vuelve, A-Yuan

Una sonrisa brillante (3)

SiZhui no comprendía porqué estaba ahí y qué había pasado. No muy lejos vio a un niño siendo "sembrado" y eso en definitiva no era normal, pero aparentemente en ese momento, eso era una cálida normalidad.

Logro enfocar adecuadamente su vista hasta que reconoció que el niño que veía era él de pequeño y quién lo estaba "sembrando" era el Maestro Wei. Pero... ¿Cómo era posible eso?

((🏹))

JingYi y Jin Ling despertaron buscando encontrarse entre ellos. Se levantaron poco a poco, pues aún sentían su cuerpo un poco adormecido.

—Joven amante, ¿Y SiZhui?—pregunto JingYi mientras tendía su mano a Jin Ling para levantarse.

—¡Ahí está!-—dijo mientras los dos se ponían de pie y se acercaban hacía SiZhui quien yacía en el suelo a unos cuantos metros de ellos.

—SiZhui... SiZhui—pronunciaba JingYi mientras agitaba un poco a SiZhui intentando despertarlo. Jin Ling se empezó a preocupar, pues nunca había visto a SiZhui inconsciente y aunque solo fueran minutos el tiempo en que estaba inconsciente, sabía que no estaba bien.

—Jin Ling ... Manda la señal— empezó a temblar JingYi, mientras sentía su voz quebrarse.

Jin Ling con temblor en sus manos envío la señal. La situación era estresante para ellos pues el ver a su amigo tendido en el suelo sin reacción alguna no era normal, si, estaba inconsciente, pero a estás alturas ya tenía que haber despertado. Se habían asegurado de checar sus signos, el pequeño Lan aún respiraba y se encontraba estable pero no despertaba.

No tardó mucho para que Hanguang Jun y Wei Wuxian llegarán.

—Jin Ling ¿Qué pasó? ¿Dónde están A-Yuan y JingYi— pregunto Wei Wuxian agitado cuando llegó con los chicos. Jin Ling solo pudo señalar hacía una roca donde se encontraba JingYi con la mirada baja mientras sostenía a SiZhui. Rápidamente Wei Wuxian se acercó a JingYi e inspeccionó a SiZhui, no había nada raro como marcas de maldición o algo por el estilo.

—Calma JingYi—trato de tranquilizar Wei Ying a JingYi, mientras lo ayudaba a pararse, Lan Zhan se acercó a ellos llevando a Manzanita para que pudieran subir a SiZhui— JingYi ¿Qué pasó? ¿Cómo terminaron así?—Wei Wuxian se dirigía a ellos con calma, pues sabía que los menores no estaban del todo bien.

JingYi y Jing Lin trataban de contarle todo a Wei Wuxian, el porque estaban lastimados y la extraña aparición de la neblina junto a esa chica, ya que por suerte ellos también la habían logrado ver.

Wei Wuxian miro a Lan Zhan preocupado, puede que aquella chica fuera algún ghoul o incluso una persona viva que solo durmió a SiZhui y a los demás con la neblina, pero si ese fuera el caso SiZhui también habría tenido que despertar ya o los otros dos menores deberían seguir dormidos también.

Lan Wangji se encontraba preocupado, pero quería mantener la calma para no alterar a los demás discípulos, así que le dijo a Wei Ying que esperarán al día siguiente a esperar que SiZhui despertará.

((🏹))

SiZhui se acercó poco a poco entre la hierba para asegurarse que sus ojos no le estaban jugando una mala broma. Cada sensación se sentía tan real, tocar la hierba, el polvo entrando a sus heridas.
Se asomo entre unas plantas y vio como ese pequeño A-Yuan era levantado por quién recordaba era su tía Wen Qing, verla después de tanto lleno su corazón de felicidad y tristeza, sus recuerdos de ella eran vagos pero estaban presentes. Recordaba cuando regaño al maestro Wei por querer lo que el llamaba "sembrarlo", mientras lo levantaba para quitar el polvo de sus prendas, cuando le dió una fruta más porque el tenía hambre, cuando lo curaba porque se había enfermado, las miradas llenas de cariño que le dirigía a él. Su mente se vio invadida de recuerdos al ver a su adorada tía, quien ahora lastimosamente ya no podría regañarle pero tampoco darle cariño y también se sintió triste, porque ella no lo pudo ver crecer. Sus mejillas pronto empezaron a ser bañadas en lágrimas, mientras cubría su boca con sus manos para evitar dejar salir algún sonido.

También estaba tío cuarto y a lo lejos alcanzo a ver a su abuela. Los extrañaba, los extrañaba mucho. Su abuela solía jugar con el, todo el mundo lo consentía y amaba. Mientras más veía, SiZhui, sentía que se derrumbaba pero a la vez se sentía feliz de ver nuevamente a esas personas que habían compartido parte de su vida.

SiZhui después de ver aquella escena y tranquilizarse un poco supo que en definitiva no estaba bien, se alejo para examinar el lugar sin que nadie lo viera, pero no encontró nada. La noche caía y SiZhui no sabía que hacer.