Vuelve, A-Yuan

Una sonrisa brillante (2)

La brisa se sentía suave pero fría en el rostro y manos de SiZhui mientras subía junto con JingYi y Jin Ling una pequeña colina.

Minutos antes...

Después de llegar al pequeño bosque donde supuestamente había mucha energía resentida, Wei Wuxian había sugerido que el liderará un grupo y Lan Zhan otro, pero rápidamente JingYi y Jin Ling reclamaron que no estaban pequeños y que podían ir ellos solos junto a SiZhui.

Tras una larga discusión, al final Wei Wuxian acepto que los tres juniors fueran solos, con la condición de que ante cualquier situación peligrosa mandarán la señal, dos de los menores asintieron a regañadientes, mientras SiZhui agradecía con una sonrisa.

—A-Yuan, confío en que vas a guíar a estos pequeños revoltosos adecuadamente— dijo Wei Ying suavemente mientras acariciaba la cabeza de SiZhui quien asintió, esa sensación después de tanto era agradable y cálida.

Los juniors finalmente se despidieron de los mayores con una reverencia. Lan Wangji y Wei Wuxian guiaron cada uno a su grupo y también partieron a buscar.

Actualidad...
—Suban con cuidado chicos— dijo SiZhui mientras subían una pequeña colina, ¿Cómo habían llegado a eso? Bueno todo empezo porque JingYi y Jing Lin tuvieron un pequeño desacuerdo de quién iba hasta el último y quién iba en medio mientras avanzaban, pues ninguno de los dos quería ir al final, no es que temieran a los espíritus, claro que no ¿Verdad? Y aunque SiZhui insistió en que el iba al último de su pequeña fila para evitar más discusión, los otros dos tampoco querían ir adelante ya que eso significaría tener que liderar, al final su pequeña discusión llegó a empujoncitos hasta que JingYi y Jin Ling cayeron y terminaron rondando sobre la colina y en un intento de atraparlos SiZhui se fue con ellos. Todo un desastre.

Y ahí estaban nuevamente tratando de subir, sintiendo el aire frío calar en ellos, con su vestimenta llena de polvo y acompañados de unos cuantos raspones causados por la caída.

—¡Todo es tu culpa jóven amante!— grito JingYi, aunque estaba tratando de ayudar a Jin Ling a subir.

—¡Es la tuya, que te costaba irte hasta atrás! — contraatacó mientras tomaba la mano de SiZhui quien también lo ayudaba a subir.

Cuando los tres nuevamente estaban en la cima, una niebla espesa de color negro que antes de que cayeran no estaba, los empezó a rodear, como si estuviera esperando por ellos.

Los tres se pusieron alerta esperando algún otro movimiento inusual, hasta que empezaron a sentirse débiles y el sueño los vencía.

—N... No se duerman— decía SiZhui notando como poco a poco perdía el conocimiento.
Lo último que recordó haber visto era a JingYi y Jin Ling caer al suelo, mientras veía a una chica dirigirse hacía el, SiZhui se sorprendió al verla, no por el hecho de que estuviera allí con ellos, sino por su apariencia; la chica vestía con una túnica de color morado y negro, uno de sus ojos al igual era morado, así como parte de su cabello, además de que estaba llena de heridas por todas partes. La chica le dió una mirada triste y melancólica, y el finalmente se desmayó.

SiZhui despertó con un dolor de cabeza aún aturdido por lo que había pasado, abrió con lentitud sus ojos, los rayos de sol en ese momento molestaban un poco.

Se apoyo en su espada para poder levantarse lentamente pues sabía que le haría daño levantarse de golpe, abrió sus ojos totalmente, y... ¿Era de día? ¿Tanto tiempo estuvo inconsciente? Volteó hacia los lados en busca de alguno de sus amigos, pero no había señal de ninguno, en cambio mientras más analizaba el lugar donde estaba se le hizo familiar, muy familiar, ese lugar vagaba en sus recuerdos.

Era Túmulos Funerarios, pero no estaba como el lo recordaba cuando los habían raptado, en cambio veía pequeños campos dónde se asomaban rábanos, gente trabajando por doquier y también había un pequeño niño siendo ¿Sembrado?