𝑳𝒂 𝒄𝒂𝒓𝒕𝒂

198 11 5
                                    

  ◆═════════●★●═════════◆
ℰ𝒹𝓂𝓊𝓃𝒹...

Salgo enojado de la sala, me dispuse a ir con Peter y contarle que nuestros planes ya estaban siendo descubiertos y por obvias razones corríamos el riesgo de salir bastante mal.
Decidí tranquilizarme primero, camine en círculos pensando otras alternativas para salvar a mis hermanas y a Hermione, aunque había algo que el Rey Carlos no tenía y era determinación y furia por salvar no solo a su pueblo si no a sus seres queridos, pero aún había algo que me inquietaba pues sabía en el fondo de mi que ellas y Hermione ya no estaban tan seguras pues había una posibilidad de peligro en mis chicas.

- Peter... Yo... Sólo quiero pedirte disculpas, estoy con la soga al cuello y lo peor es que mi vida no es la corre peligro si no la de ellas - suspiro mientras siento como mis piernas se debilitan cada vez más cayendo al suelo lentamente.

- Ed, ya no se que hacer es mucha carga para mí - suspira y se tapa su cara con ambas manos mientras suelta un quejido.

- Tengo que ir a Hogwarts, necesito saber que están bien - me levanto de inmediato y tomo mi capa.

- Ed, no lo hagas, no es muy buena opción, ellos ya saben que ellas están bajo resguardo y al verte a ti saliendo a estás horas.... Es lógico que quieran seguirte y pondrás en peligro no solo la Lucy y Susan, si no a Hermione también - Me toma del hombro tratando de hacerme recapacitar.

 Es lógico que quieran seguirte y pondrás en peligro no solo la Lucy y Susan, si no a Hermione también - Me toma del hombro tratando de hacerme recapacitar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Peter de verdad no aguanto está angustia, no puedo - Suelto en llanto.

- Te entiendo pero eso es lo que quieren, vernos derrotados, tú mismo lo dijiste a seguir y pelear por ellas, por nosotros y por Narnia, ¿Como en los viejos tiempos? - me da la mano como signo de paz y hermandad entre nosotros.

Jamás había visto así de vulnerable a Peter, pues el siempre se mostraba como alguien fuerte y capaz de todo por defendernos, sabía que tenía una gran responsabilidad pero está vez lo vi tan el, como si se tratase de un niño buscando a su mamá cuando los relámpagos truenan fuera de su ventana.

Ambos nos quedamos sentados en el suelo, frente a la chimenea, hablando horas y horas de las batallas pasadas, tratando de tranquilizarnos mutuamente, necesitábamos estar bien, siempre hay una solución a todo problema y se muy bien que está vez sería así.

𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐟𝐮𝐢𝐬𝐭𝐞 𝐭𝐮́.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora