Hansel #1 Bonjour madame

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"Hago la masa, la meto en el horno, y ya son 500 panes que la gente me ha pagado. Hago la masa, la meto en el horno, y ya son 501 panes que la gente me ha pagado. Hago la masa, la meto en el horno, y ya son 502 panes que la gente me ha pagado".

"Que calentito se esta al lado del horno, y más ahora, con el frío que hace fuera. No entiendo por qué la gente sale fuera, para pasar frío muy inútilmente."

"La puerta de la panadería se abre, dejando pasar una brisa gélida que me eriza el bello del cuerpo. La mujer envuelta en una aura de frío es Beauty, al camarera del bar de enfrente "The poisoned apple". Viene cada mañana, antes de que abran, para comprar una ensaimada de crema para desayunar, supongo. Al cruzar la entrada, se despoja de su abrigo, dejándolo en el perchero. Al desacerse de el, muestra su cuerpo, cubierto por el uniforme de camarera, piernas al descubierto y escote ligeramente cubierto.

-Bonjour, Hansel- me saluda, sacando me la hipnosis a la que me inducen sus curvas.- Hoy te veo diferente, ¿nuevo corte de pelo?

-Bonjour, madame. Algo parecido, me he recortado la barba, antes era demasiado pelo, parecía un mendigo.

Se ríe de manera sutil, esbozando un delicada sonrisa con sus labios tintado de rosa claro.

-¿Te pongo lo de siempre? ¿Ensaimada de crema?

-No, esta vez no, prefiero otra cosa con más... consistencia- aclara, volviendo a la puerta, cerrándola con pestillo y girando el cartel de abierto.

-Perdona, ¿qué estás haciendo?

-Mira, Hansel, seré directa. ¿Te parezco atractiva?

-Bueno si, pero...

-Vamos a la trastienda- me interrumpe.

-Pero, si no hay trastienda.

Se mueve, contoneándose, hacia detrás del mostrador y me arrastra del delantal a la cocina. Me coloca, casi empujándome, delante de una mesa de la cocina. Se apoya en mis hombros y me obliga a sentarme en la mesa donde amaso la masa de mis productos.

-¿Qué es todo esto? ¿Qué quieres de mi?

-Veo que no eres muy avispado- me mira a los ojos, con una mirada felina. Coloca su cabeza al lado de la mía y me susurra a la oreja.- Te quiero a ti.

Mueve su manos del canto de la mesa a mis piernas, subiendo poco a poco a mi bragueta.

-No deberíamos hacer esto- protesto.- Estas casada... y este es mi trabajo.

-No te preocupes, no se lo contaré a nadie.

Me besa la mejilla y continua en mi cuello. Su temperatura casi glacial hace que mi piel salte y se ponga de gallina. Me levanto, la cojo de la cintura y la siento sobre la mesa. Me arranco en delantal y lo tiro al suelo. Ella, me saca la camiseta, mientras intento besarla. Acaricia mis músculos, con un tacto frío, mientras yo me las apaño para desacerme de su uniforme. Hace un leve risa y se desace ella misma, destando el lazo a su espalda. Se levanta y su traje cae rendido a sus pies, mosatrando sus atributos, simplemente cubiertos por lenceria fina de color blanco y una medias negras.

-¿Vamos al turrón?- le pregunto.

-Vamos.

Salto sobre ella y caemos en la mesa metálica de la cocina. Creo una ilera de besos que llegan de sus labios hasta su cintura. Intento quitarle su fina ropa interior con los dientes pero...

-Hola,¿Hansel?- interrumpe un voz familiar de mujer desde la tienda abierta al público.

"Esto es un corte de rollo"

Bestias de tinta (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora