Capítulo 25

393 43 22
                                    

Hola amigas, espero no se hayan olvidado de mí 😅 bueno, para las que no me recuerdan, yo soy una mujer que un día, hace muchos meses atrás empezó una novela titulada Abre los ojos, la misma mujer que dejó la historia a medio terminar y que prometió no dejarla en el olvido, y aquí estoy, con un nuevo capítulo. Sé que no es nada del otro mundo, que es corto, pero debo ponerme al corriente de todo lo que llevaba. Cualquier falta, me lo hacen saber ¿Si? Un abrazo, y espero les guste, y gracias por la paciencia.

Capítulo 25

CAROLINA

La incomodidad de la pierna de Roberto sobre la mía se hace evidente, y comienzo a menearme sin ningún control. Un movimiento brusco hace que murmulle incoherencias, aclarando de que no está dispuesto a despertar. Fastidiada me incorporo de la cama, y trato de pensar en algo positivo, pero el saber que hemos desaprovechado un lindo día, y una excitante noche, no me deja imaginar nada bueno, al contrario, todo es oscuro, hasta el punto de llegar a pensar que nuestra relación no tiene sentido.
Me acerco a mi maleta en busca de ropa, tomando el mango con brusquedad, arrastrándola sin sutileza, con la intención de provocar el mayor ruido que sea posible, hasta dejarla caer desmayada hacia atrás. Me siento en el piso, y abro la valija buscando algo apropiado para el día. Un short y una polera de pabilo es lo elegido, junto con mi ropa interior. Miro una vez más hacia la cama y creo que no habrá fuerza sobre humana que haga que Roberto abra los ojos.

Al entrar al baño, el recuerdo de Lucia me hace sonreír; la visualizo deforme con el embarazo, y sonrío aún más, porque ya no veo todo tan oscuro. Entro a la ducha un poco más conforme con mi vida, dejando que el agua fresca recorra mi cuerpo. —Santiago... —murmuro levemente, y agradezco poder visualizarlo, recordar su rostro placentero cada vez que me acariciaba, su mirada enamorada que me hacía sentir especial. Intento no compararlo con Roberto, el cual tiene un cuerpo fenomenal, y para que dejar a un lado sus artes amatorias, no obstante, en Santi, hay algo especial, que me hace querer estar a su lado, dejándolo en un peldaño más arriba que mi prometido, pero, como están casi a la par, los quiero a los dos en mi vida.

Decido que es hora de terminar con mi ducha, pues deseo ver a Lucia con Benja; seguramente pasaron la noche juntos, un punto que sería positivo a mi favor, en el caso de que nos tocara luchar por Santiago, pues dudo que él desee estar con la mujer de su hermano.

Mientras me envuelvo en una toalla comienzo a escuchar voces, y me animo creyendo de que por fin Roberto ha despertado, y de paso, a pedido desayuno al cuarto. Rápidamente me pongo la ropa interior, pero me arrepiento, y me la saco nuevamente envolviéndome en la toalla, pensando de que Lucia y Benjamín pueden esperar.

Me asomo misteriosamente por la puerta, queriendo hacerme la ofendida, pero sabiendo que le perdonaré su falta de atención. Una mujer de espaldas a mi hace sonreír a Roberto, y su cabello rubio con ondas hasta el hombro me indica que no es la mucama. Ese estilo chic solo lo tiene una persona muy cercana a mí, tan cercana, que no puedo ni siquiera abrir la boca. Trago saliva, quedando petrificada en el lugar, creyendo que es menos cobarde que devolverme al baño y encerrarme a pensar qué hace ella aquí.
Sus zapatos de taco no son suficientemente altos para alcanzar el rostro de mi prometido, haciendo que sea él quien se incline a besarle, dejándome segura que su mejilla está más hacia un costado...

—¿Por qué mamá? —pregunto silenciosamente.

Con un hondo suspiro me devuelvo al interior del baño, y comienzo a vestirme. Me maquillo, seco mi cabello y estreno una sonrisa cínica para enfrentarme a la dura realidad.

Sentada en el pequeño sofá que tiene el cuarto, mi madre se levanta para saludarme, y yo, a pesar de que guardo en mi mente la forma en que decidí enfrentar la situación, me quedo de piedra, intentado relajar los músculos y la ira que penetra en mi alma.

Abre los ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora