Capitulo 02

1.4K 200 49
                                    

Soltó un suspiro cuando terminó de acomodar su habitación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Soltó un suspiro cuando terminó de acomodar su habitación. Era una tarea algo complicada y que le provocaba mucho cansancio, pero estaba acostumbrado. Ademas que su madre estaba en el trabajo y regresaría exhausta, por eso se había tomado el mismo la molestia de hacer el aseo de su habitación.

Quizá no lo era, pero el se sentía una carga para Jieun y no quería generarle mas problemas con su habitación desordenada.

Una vez acabado su labor, se dejó caer de espaldas a la cama. El edredón lo absorbió unos centímetros hacia dentro y cerró los ojos disfrutando la sensación.

Un recuerdo llego a su mente. «Si quieres un día podemos ir al parque a alimentar a las palomas».

Era poco probable, pero quizá podía llegar a encontrarlo si iba, ¿cierto?. No perdía nada con mover su trasero hasta el parque y podía llegar a matar a dos pájaros de un tiro. Salía a tomar aire como su madre quería, y veía al vecino, que según su rápida y astuta madre, se llamaba Taehyung.

En su imaginación eso era tan simple y posible por que finde semanas antes veía como el parque a pocas cuadras de su casa se llenaba de personas. Decidió finalmente cambiarse de ropa para estar mas cómodo y salir de casa para caminar hasta el lugar.

Después de todo, en caso de no ver al peli-castaño por ninguna parte, utilizar la salida para despejar la mente no era mala idea.

Como ya era costumbre, en el trayecto algunas personas solo lo miraron con lastima y no dijeron nada, otros al menos le dijeron “Buenas tardes”. Pero el saludo que, consiente o inconscientemente, esperaba, nunca llego a sus oídos.

Y llegando al dichoso parque, fue que se dió cuenta de su idiotez. Taehyung tenía una vida, novio, amigos, familia, y no siempre que el saliera de su casa (que mas que casa era una cárcel, en donde le agradaba estar encerrado) su vecino andaría por allí también. Al menos aquel pensamiento tonto que había tenido en su casa, había servido como motivación para estar donde ahora lo hacía.

Se sentó cerca de una fuente de agua, en medio del parque, el poco sol que había no era una molestia para sus ojos por que se estaba ocultando y los niños no andaban tanto por allí.

El trino de los pájaros, el sonido del agua cayendo, el calorcito del contrapiso que rodeaba la fuente, la risa de pequeños y adultos, funcionaron como relajantes para él. Tanto así que sus orbes oscuros se cerraron por varios minutos. Tal vez unos quince o veinte, su cuerpo estaba comenzando a relajarse.

—¡Hey, vecino! —A lo lejos escuchó esa voz grave que supo reconocer al instante. Sonrió inconscientemente, pero aun así continuo con los ojos cerrados. Sintió la mano del chico en su hombro, le envío un par de descargas eléctricas a sí cuerpo—. ¿Jeongguk-ssi? ¡Despierta!.

¿Por qué él sabía su nombre?. Nunca se lo había dicho, excepto que… oh.

Su madre, por supuesto.

𝗘𝗹 𝗵𝗶𝗷𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗞𝗶𝗺 ミ 𝗧𝗮𝗲𝗚𝗴𝘂𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora