Bostezó, estirándose. Cuando sus ojos se acostumbraron a la claridad que entraba por la ventana se permitió mirar a quién estaba a su lado dormido. Sonrió dejando un beso en su cabello y se escabulló entre las sábanas hasta estar fuera de la cama. Omitió el ir al baño, y directamente salió por la puerta caminando con torpeza por el pasillo para después bajar las escaleras, pasando por el living primero para por fin llegar a la cocina.
Sonrió al ver a la mujer tomando el desayuno e hizo una reverencia.
──Buenos días señora Jeon ──Ella le sonrió viendo como el chico se acercó a donde estaba para tomar asiento a su lado──, disculpe que esté en estas fachas.
──No pasa nada cariño, es muy temprano aún ──Negó ella con una sonrisa, tenía un gran parecido con el peli-negro──, ¿quieres que te prepare una taza de té?.
Asintió con un poco de pena.
──Po-por favor, muero de hambre.
¿Que hacía Kim Taehyung en la casa de los Jeon? Simple; compañía para el menor.
Desde el día en que Jeongguk durmió con él que estaban así, rotando de casa y cama, y ya llevaban una semana de esa manera. No se habían separado más que para ir al baño, y a ninguna de las dos familias les molestaba en absoluto, la señora Jeon había adoptado otro hijo y los señores Kim también.
Jieun fue a la cocina en busca de otra taza de té, y al regresar varios minutos htraía también una pequeña bandeja con tostadas y deliciosos ungüentos que puso a la disposición de Kim. Taehyung experimentó un sentimiento de nostalgia al observar el desayuno, que a pesar de básico, le traía tantos recuerdos.
──Cuando era pequeño e iba de visita a la casa de mí abuela ──Comenzó a contar──, hervía el té para desayunar aunque ella no bebia, y me hacía tostadas con mermelada.
Su abuela le hacía tanta falta, sus caricias, sus abrazos, sus mimos, el café con medias lunas por las mañanas, las tardes de charla. Todo de ella. La extrañaba mucho esos últimos días.
──Ella debe estar muy orgullosa del lindo nieto que tiene ──Aseguró, acariciando su cabello con ternura──. Debo irme al trabajo, pero Tae, hijo, sabes que esta es tu casa también y puedes usar y comer lo que quieras sin vergüenza.
El chico asintió con la cabeza y le agradeció a la mujer por ser tan buena y atenta con él. Taehyung se quedó sentado a la mesa un rato largo después de que la señora Jeon saliera de la casa, disfrutando de su delicioso desayuno.
El recuerdo de Hoseok llegó a su mente Le era inevitable no pensar en él, todas las cosas que había vivido a su lado. En sus sonrisitas y besos, sus bonitas palabras... Que con el tiempo se fueron volviendo tan malas, hirientes. El había sido su primer amor, el primero en varias cosas para él, pero se estaba dando cuenta que ya no era lo mismo, desde hace un año y medio lo único que sentía era miedo. Miedo de decir o hacer algo que pudiera molestarle, tener que pedirle perdón por ser... Cómo cualquier chico adolescente de diecisiete años.
Las cosas habían cambiado mucho cuando Jisung y Youngjae aparecieron, los dos mejores amigos, se volvieron amigos de Jung, pero por alguna razón Taehyung no les tenía confianza. Con justa razón, no se había equivocado en sentir celos al ver con cuánta ternura trataba al menor de los cuatro.
Youngjae no era malvado ni mucho menos, habían cruzado palabras un par de veces y estaba seguro de que era un chico muy amable y de buen corazón, manipulado a gusto y antojo por Jisung. Éste último parecía tenerle odio a Kim y nunca comprendió la razón.
Siempre se cuestionó el porqué Youngjae no se daba cuenta, pero debido a los últimos acontecimientos, si algo tenía claro es que Jisung era el ideador del plan de hacerle sufrir.
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𝗘𝗹 𝗵𝗶𝗷𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗞𝗶𝗺 ミ 𝗧𝗮𝗲𝗚𝗴𝘂𝗸
FanfictionDesde que Jeongguk regresó a Seúl con su madre, no pudo quitarle los ojos de encima al peculiar hijo de los Kim. Y desde que Taehyung conoció a Jeongguk poco a poco se fué confundiendo aun mas, pero entendió que lo suyo con Hoseok no iba más. •.•.•...