𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒗𝒊𝒆𝒏𝒕𝒊𝒄𝒊𝒏𝒄𝒐

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Tanto Kim como Jeon tenían los ojos rojos por el reciente llanto, es lo que tienen en común los reencuentros y las despedidas. Jungkook no pudo evitar llorar al ver después de tanto las sonrisa cuadrada del mayor ni haber tocado su cabello azul, mientras que Taehyung se emocionó cuando lo envolvió con sus brazos.

Sentados sobre la cama, Kim hacia el lado de los pies y el menor contra el respaldar, el peli-negro le resumió las cosas que hizo con sus nuevos amigos y su otra familia. Taehyung le escuchó atento todo el rato.

—Ahora podrías contarme sobre ti, desde hace dos horas solo he hablado yo—el menor lo empujó con el pie desde su cómoda posición.

Taehyung no lo pensó demasiado, simplemente lo soltó.

—Me encontré con la señora Eunha hace un rato, me dió esto para ti—acto seguido, del bolsillo de su pantalón sacó los dulces. Los ojos de Jeongguk brillaron, eran sus favoritos.

—¿No deberías estar en la escuela?—inquirio curioso, abriendo el envoltorio de una piruleta.

—Larga historia—se rió—, hmm... También... Hablé con él hace unos días, de hecho, fuimos a merendar para aclarar las cosas.

Jeongguk sabía a la perfección que con "él" se refería a Hoseok.

—¿Y en qué quedaron?—preguntó con curiosidad.

—En que ojalá lo arrolle un camión.

—¡Pero, Taehyung!—ndignado le lanzó un almohadón pequeño, aunque no pudo evitar reírse—, no puedes desearle el mal.

El peli-azul soltó una carcajada.

—Lo sé, estaba bromeando. Y no tengo más nada que contar, no se me ocurre qué.

—Siento que hay más cosas que no me estas diciendo—soltó en voz baja, sin apartar la mirada del mayor.

—Han pasado muchas cosas, irrelevantes supongo. Hoy por ejemplo, no sé, mi hermana... me di cuenta que ya no es mi niña.

—SanA va a crecer porque todos lo hacemos y es inevitable—le sonrió con dulzura, acariciándole el dorso de la mano—, pero dudo que deje de quererte.

—Es que... no soporto que sienta algo por mi mejor amigo—confesó, bajando la cabeza.

—Taehyung, probablemente son las hormonas. No tienes que preocuparte, si confías en Jimin, todo estará bien. ¿Y estás seguro que no hay nada, nada más que haya pasado mientras no estaba?

—¿Porqué insistes?—bufó, pero lejos de estar molesto simplemente le parecía extraño que siguiera insistente con el tema.

Jeongguk ennarcó una ceja y se cruzó de brazos con diversión.

—¿Quizá porque no me quieres contar que estuviste en el hospital?

—Bueno, supongo que... ¿y cómo sabes eso?

—Se dice el chisme y no la fuente de información—no podia delatar a las chicas, jamás—. ¿Y bien, qué te dijeron los médicos?

—Estoy asistiendo a la psicóloga, no me agrada tanto la idea de tener que hablar con ella pero sirve para mantener mi mente más tranquila.

—Me alegra saber que te ayuda—sonrió con sinceridad.

—Me dijo que deberías acompañarme un dia, asi me esperas fuera y puede conocerte—agregó murmurando entre dientes.

—¿Le hablas de mi?—abrió los ojos con asombro ante tal confesión indirecta.

Taehyung sintió que había metido la pata, y aunque así no fuera, se avergonzó bastante. La respuesta era un claro y rotundo si, por supuesto que hablaba de él en la consulta. Generalmente el recuerdo de su persona llegaba como "ayer me llamó" , continuaba con un "él es tan lindo cuando sonríe" y culminaba en un "si tan solo le hubiera prestado atención antes".

𝗘𝗹 𝗵𝗶𝗷𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗞𝗶𝗺 ミ 𝗧𝗮𝗲𝗚𝗴𝘂𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora