Capitulo 10

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Estaba a punto de acostarse, el aburrimiento lo traía mal y la única solución según el sería esa

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Estaba a punto de acostarse, el aburrimiento lo traía mal y la única solución según el sería esa. Por que, vamos; ya había probado con darse una ducha, limpiar su habitación, acabar la bendita tarea, ver una película, comer yogurt con cereales y nada había funcionado. Incluso había puesto un canal de música en la televisión, pero solo encontró canciones lentas que le daban ansiedad.

Sentía que le faltaba algo. Más bien, era alguien. Que lo molestara, oírlo reír o con saber que estaba en su radar de diez metros a la redonda podía dormir todo el día.

Pero la última vez que lo había visto, se remonta a tres días antes donde simplemente habían mirado una película con su madre.

«Taehyung también tiene una vida», se repetía a sí mismo, «Y no gira alrededor de tí»

Claro que no, y era consciente de eso. Nunca lo haría, ni la de él ni la de nadie. ¿Quien quería a un inválido en su vida?, siempre era una carga; para su madre, para la señora EunHa. Y seguramente, tambien para Taehyung.

Antes de terminar por volverse loco, decidió arreglarse un poco y salir a caminar para así despejar la mente un poco.
Tal vez podía ir hasta el centro comercial, aunque se encontrara bastante retirado, quería ir a comprar alguna remera o algo que le llamara la atención pues su madre le había dejado el dinero suficiente.

Tras pasar alrededor de media hora andando, observando todo a su alrededor como los pájaros, autos, y personas que también habían salido a caminar, se encontró con una tienda que no había visto antes en ese lugar. Lo cual fue mejor ya que no tendría que caminar hasta el dichoso centro comercial.

Él recordaba que justo ahí solían ir con la señora EunHa en busca de productos químicos, por lo que le llamaba la atención que ahora fuera una tienda de ropa.

Se encogió de hombros, y entró sin más preámbulos.

Sus ojos giraban por todo el lugar y de vez en cuando sus manos acariciaban las suaves y tersas telas. Si por el fuera se llevaría todo consigo, pero no halló lo que inconcientemente estaba buscando pasado un buen rato.

Cuando sus curiosos ojos la vieron metida en una caja que tenía la etiqueta de liquidación - únicos talles, se iluminaron de emoción. Si no hubiese sido consciente de donde se encontraba parado sin dudas se lo habría escuchado chillar feliz, porque no era tan común encontrar ropa con esos estampados para su talla. Jeongguk se sentía un ganador, aunque suene exagerado e infantil. El llegó antes que algun otro fanático loco, así que tenía derecho a estar derrepente de tan buen humor.

Se acercó al mostrador, donde una mujer adulta estaba parada. Le sonrió, mostrándole lo que traía en el hombro para poder tener las manos libres y sujetar bien las muletas.

𝗘𝗹 𝗵𝗶𝗷𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗞𝗶𝗺 ミ 𝗧𝗮𝗲𝗚𝗴𝘂𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora